Con el fin de mejorar la financiación de las pensiones, se podría eliminar el tope de contribución a la Seguridad Social afectaría a los salarios más altos
Una medida estrella que plantea el Gobierno de Pedro Sánchez para financiar las pensiones tendría un gran impacto en Castilla y León. La propuesta consiste en elevar las cotizaciones a la Seguridad Social de los salarios más altos al levantar el límite máximo de 3.751 euros mensuales ?45.000 euros al año? que existe en la actualidad (con los nuevos Prresupuestos del Estado, pasa a 3.804 euros). Aunque se cobre más, la aportación del 28,3% se aplica sobre esa base. El resto está exento.
En Castilla y León, que tiene los sueldos por debajo del promedio nacional, el denominado 'destope' afectaría a unos 70.000 asalariados, de los que más de 6.000 están en Salamanca. Es la cifra de trabajadores que ingresan más de 45.000 euros brutos anuales. Las organizaciones empresariales observan con gran preocupación la medida porque dispararía el coste laboral del personal más cualificado, mientras que los sindicatos la aplauden.
El 'destope' ha sido una de las primeras medidas económicas planteadas por el nuevo Ejecutivo socialista, que no solo debe afrontar el agujero estructural de la Seguridad Social, sino también buscar financiación para la revalorización de las pensiones pactada por el PP y el PNV y que ahora el PSOE quiere consolidar. Miembros del Gobierno como la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, han confirmado la intención de materializar la propuesta, aunque también han reconocido que se debe acometer «con mucho cuidado» y «de forma gradual». Hay que tener en cuenta que el tope de las cotizaciones tiene su reverso; es decir, hay un máximo en la pensión a cobrar, establecido actualmente en 2.580 euros al mes (2.615 tras la entrada en vigor del Presupuesto). Si no se sube la prestación en el mismo grado, se reduciría el equilibrio que debe existir entre lo que uno aporta y lo que luego recibe del sistema.
Impacto para la empresas
El principal impacto del posible 'destope' recae en las empresas empleadoras, porque son las que cargan con la mayor parte de la cotización por contingencias comunes (jubilación, enfermedad, maternidad...) a la Seguridad Social. Del tipo del 28,3% que se aplica a la base, la compañía empleadora aporta el 23,6%, mientras que el trabajador pone el 4,7%. Así, de la base máxima de 3.804 euros, 898 corresponden a la empresa y 179, al asalariado. En total, 1.077 euros.
Los empresarios recuerdan, no obstante, que España ya presenta un mayor desequilibrio, en relación a otros países europeos, en el reparto de las cotizaciones sociales entre las empresas y sus empleados, porque la proporción se sitúa en el 70%-30%, según datos del Eurostat referidos a 2014. En Alemania, por ejemplo, es de más del 56% frente al 43%, arguyen.