La repesca de ‘viejas glorias’ maquilla la escasa cosecha de altos cargos lograda por el PSOE...
Ha habido que esperar a la cascada de nombramientos de segundo y tercer nivel para que el PSOE de Castilla y León se haya visto reconocido en el organigrama gubernamental de Pedro Sánchez.
Iba de suyo que la Delegación del Gobierno recaería sobre alguien de la plena confianza del secretario autonómico del partido, y Luis Tudanca no ha dudado en promocionar para el cargo a la soriana Virginia Barcones, su número dos tanto en la Ejecutiva del PSOE CyL como en el grupo socialista de las Cortes. Al propio tiempo, el hasta ahora presidente de dicho grupo, Javier Izquierdo, ha sido nombrado secretario general de Infraestructuras del ministerio de Fomento. Izquierdo, miembro de la Ejecutiva Federal, fue en su momento, junto al ahora ministro Abalos, el único secretario provincial del PSOE que apoyó públicamente a Sánchez en las primarias disputadas a Susana Díaz.
La secretaría general de Infraestructuras palía, aunque solo mínimamente, la decepción sufrida por los socialistas de Castilla y León ante su falta de representación directa en el banco azul. Solo mínimamente porque Izquierdo tampoco será el número dos de Fomento, ya que por encima de él está el secretario de Estado de Infraestructuras, el murciano Pedro Saura.
La obligada renuncia de Barcones e Izquierdo a sus escaños en las Cortes genera dos vacantes de peso en la dirección del grupo parlamentario socialista, del que ambos han venido siendo firmes puntales. Izquierdo ha sido el principal azote de la Junta (que se lo pregunten a la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo) en materia de corrupción, exigiendo continuas explicaciones y responsabilidades por los numerosos casos en los que se hallan envueltos los sucesivos gobiernos presididos por Juan Vicente Herrera. Sin ir más lejos, y a propósito de la sentencia del caso Gürtel, afirmó en el último en el pleno de las Cortes que Herrera dejará como legado su incapacidad para luchar contra la despoblación y "una hoja de servicios manchada por la corrupción" (sic)
Los demás nombramientos relacionados con Castilla y León han sido repescas sin mediación alguna de la estructura del partido en la comunidad. La ministra Valerio ha apostado sobre seguro al encomendar la secretaria de Estado de la Seguridad Social al burgalés OctavioGranado, retirado de la política activa después de haber ocupado ese mismo cargo durante toda la etapa Zapatero. Igual de bienvenida ha sido la repesca de la que fuera entre 2004 y 2008 secretaria general de Igualdad, Soledad Murillo, a quien la vicepresidenta Carmen Calvo ha encomendado ahora la Secretaría de Estado asimismo de Igualdad.
Y por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha decidido repescar como secretario de Estado del departamento al veterano ex alcalde de Burgos Ángel Olivares, viejo conocido de la etapa de ambos en el ministerio de Interior (gobierno de Felipe González) y como directora general Reclutamiento y Enseñanza Militar a la leonesa Amparo Valcarce, titular de diversos cargos durante la etapa Zapatero. De momento, es lo que ha habido.
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