, 12 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
En Agallas con agallas
X
REPRESENTACIÓN TEATRAL

En Agallas con agallas

Actualizado 17/06/2018

AGALLAS | El grupo de teatro 'Lazarillo de Tormes' representó el sábado 'Teresa, la Jardinera de la Luz' por 198ª vez

Hay un pueblo al norte de la sierra de Gata, comarca de Agadones, vecino próximo de Las Hurdes, que cansado de vivir de espaldas al mundo que avanzaba, porque este mundo se desentendía de él, decidió en su Pleno consistorial solicitar su separación de su Comunidad Autónoma de Castilla y León para formar parte de la más cercana y acogedora Extremadura. Se llama Agallas. Hace cinco siglos, una mujer valiente también "con agallas" decidió dar la espalda al mundo y la sociedad privilegiada de la que formaba parte y profesar en religión para vivir conforme a sus deseos y sentimientos dentro de los muros de un convento. Pero el convento también vivía de privilegios, y ella quiso separarse de éstos y fundar una Orden religiosa más humilde y austera, a la vez que comprometida y sincera con el camino elegido para acoger a todas las que quisieran seguir sus pasos de libertad hacia el amor al único Hombre que le merecía la pena, un nazareno crucificado también por amor a la Humanidad. Se llamaba Teresa, Teresa de Jesús.

Bonita y valiente historia de coraje la que se nos ha contado sobre esta carmelita, cuya formación intelectual y teológica, le granjeó la enemistad de su tiempo por ser mujer, y cuyo amor a Dios nos lo contó de forma tan explícita que después de tantos siglos, los hombres la elevaron a lo más alto de los altares religiosos y académicos y la hicieron doctora. Y doctora fue, de cuerpos y almas, de miserias humanas y deseos de perfección espiritual. Pero la hoguera inquisitorial la deseaba porque su atractivo no se escondía de los hombres y era transparente a los ojos de Dios. Pero una nueva perspectiva de la mujer antes que nada, es la que nos ofrece 'Lazarillo de Tormes' con su obra teatral "Teresa, la jardinera de la luz".

La Diputación salmantina, convencida de la absoluta profesionalidad de este grupo teatral y su trabajo, la lleva por toda nuestra provincia. Trabajo, no sólo el de la puesta en escena, sino que además desde que llegan al lugar de la actuación, son sus componentes los que se encargan de montar el escenario adecuado para ubicarnos en el convento de Alba de Tormes donde tienen lugar los hechos que se nos muestran. Con sólo un púlpito, un órgano que parece el auténtico del maestro Salinas, un vestuario réplica exacta de los hábitos de la época, se consigue el efecto deseado. La interpretación impecable de los actores que dialogan con la naturalidad propia de los que representan la autenticidad de lo vivido, la declamación de los bellos poemas de Teresa de Jesús y la fuerza de sus palabras, conforman un guión que abstrae, emociona educa y compromete.

Por los caminos que llevan a Agallas, allá por tierras de Ciudad Rodrigo, donde los paisajes se confunden entre bosques, valles encajonados y vertientes marcadas por los cursos de los ríos, imaginamos a unas monjas carmelitas que caminan cansadas hacia la iglesia de san Pedro, para que los vecinos anfitriones conozcan de primera mano lo que la Inquisición representada por un padre dominico pretende hacer con su maestra, porque ser mujer independiente e inteligente en aquel siglo es pecado. Esto es lo que Agallas aplaudió en un baño de historia como la que este pueblo reúne, aglutinada en torno a una iglesia que se eleva en un antiguo castro betón prerrománico y de cuyos orígenes nos habla su ídolo-estela que procedente de la Edad del Bronce se guarda en el Museo de Salamanca. Inscripciones góticas de los sillares de la pared de la parroquia de san Pedro, y otra con el sello de la peregrina Orden de Santiago en un monumento funerario de pizarra, dan constancia de las diferentes huellas que han dejado impronta en una localidad que rinde culto al Cristo del Buen Suceso, como lo ha sido para ellos descubrir la nueva mujer "con agallas" que "Teresa, la jardinera de la luz" nos presenta. Nadie duda después de lo visto que sus sencillas y valientes hermanas, hicieron un alto en el camino a la entrada del pueblo en la preciosa y singular fuente abovedada de piedra y ladrillo, llamada del Rey para refrescarse y recordar entre risas las espontáneas cartas que su madre le escribe "al Prudentísimo rey Felipe II" "a quien tan grande amor tiene" también.

Comentarios...