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Berta Vías Mahou, descubriendo el misterio de la niñera fotógrafo Vivian Maier
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ENCUENTRO LITERARIO

Berta Vías Mahou, descubriendo el misterio de la niñera fotógrafo Vivian Maier

Actualizado 08/06/2018
Charo Alonso

Letras Corsarias se llena de imágenes en blanco y negro para hablar de 'Una vida prestada', libro en el recrea la vida de la sorprendente fotógrafa

A la escritora y traductora Berta Vías Mahou fue su editora quien le sugirió escribir sobre la vida secreta de una fotógrafa secreta, Vivian Maier, la mujer que acumuló esos 150.000 negativos a lo largo de una vida aparentemente anodina: la de una niñera de origen europeo que recorrió el mundo tras recibir una herencia y que documentó, durante años, las calles y los personajes de Nueva York y Chicago hasta su muerte en el 2009. Una vida de trabajo secreto cuya obra sorprende a los críticos y hace ricos a quienes compraron las cajas desechadas de un guardamuebles. Cajas que contenían una obra de valor inconmensurable.

Y es a Vivian Maier quien le presta su voz la escritora en el libro Una vida prestada, publicado por Lumen que presentó en la Librería Letras Corsarias. Una vida que para Berta Vías Mahou tenía un plan muy definido puesto que la fotógrafa que no trabajó nunca como tal, se negaba a participar de la vida cultural considerándola "una charca pútrida", y sin embargo, dejó ordenados todos sus negativos en una especie de ofrenda a la posteridad.

Berta Vías Mahou empezó a documentarse sobre el personaje y a tratar de llenar las páginas en blanco de la biografía de una mujer que siempre mintió sobre sí misma y que acabó ya anciana viviendo de la caridad de sus antiguos pupilos. Una mujer a la que presta la primera y la segunda persona, un gesto de distancia, para escribir no una biografía al uso, sino una vida prestada que discurre entre la indagación sobre la identidad, la reflexión sobre el arte y el valor de la fotografía como documento.

Traductora concienzuda del alemán, novelista de un discurso que no cae en la facilidad y sí en la excelencia, Berta Vías Mahou consigue que "esta sombra envuelta en sombras" se revele ante el lector como una mujer misteriosa que pasa desapercibida y que configura a lo largo de su aparentemente anodina vida, una obra plena de grandeza que aún no se conoce en su totalidad. Una vida a la que se acerca siguiendo sus propias impresiones sobre el personaje, prestándole esa posible vida que ha tenido un gran éxito de público y crítica y que, a la vez, a gustado a los grandes admiradores de la fotógrafa secreta.

Cabe preguntarse quién le presta más a la historia, si la fotógrafa a la autora o la autora a esta fotógrafa

¿Has comprendido a Vivian Maier? Una mujer que no deseó la fama ni el reconocimiento de una obra que trabajó con tenacidad y que le sirve a la autora para reflexionar acerca del éxito y del fracaso, temas que ya tocara en su acercamiento a un personaje del toreo de los años cincuenta famoso por parecerse a Manuel Benítez. Un personaje que, según Berta Vías, aprendió la lección del fracaso mientras que Vivian Maier, parece nacer sabiéndola ya y asumiéndola. Una sorprendente mujer que retrata las desigualdades sociales, fotografía niños, transeúntes, gentes extravagantes con una mirada piadosa, lejos del deseo de fotografiar lo raro propia de Diane Arbus. Una mujer que se retrata a sí misma, a la manera de los pintores antiguos, experimentando con su ropa, su sombra, su rostro y dejando su firma, como un pintor, en la visión de los otros. Sombra, reflejo, retrato que retrata a la mujer insignificante casi vestida de uniforme, con una enorme Rollei a la altura del estómago. Una forma de fotografiar no desde la mente, sino desde las tripas.

Alejada de la Madrastra del espejo, la Vivian Mayer de Berta Vías se hace cercana, comprensible, sin dejar de ser dura y despiadada consigo misma. Dueña de un discurso sin concesiones, la autora, que huye de la materia lacrimógena y de una lectura fácil, logra hacer pensar al lector, sumergirle en la vida de la ciudad, transmitir ideas y todo desde un inusual uso de esa segunda persona que implica distancia y rigor. El rigor de una prosa cincelada, de una prosa trabajada con constancia y con apasionamiento. Berta Vías visita este espacio de cultura con mayúsculas y lo hace desde una literatura comprometida con su originalidad, con su capacidad de ser sin inclinarse a las necesidades del mercado. Cabe preguntarse quién le presta más a la historia, si la fotógrafa a la autora o la autora a esta fotógrafa que tuvo el valor de vivir su vida con valentía y libertad. Una experiencia no al alcance de muchos que Berta Vías desgrana con ese talento que no se encuentra fácilmente. Con un talento apenas en sordina, ese, el talento, que sencillamente se impone.

Fotografías: Carmen Borrego

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