“Sólo merecen la pena los libros que no escribes con lo que ya sabes, tienen que ser una...

Es sin duda una de las voces más destacadas y más singulares de la literatura española actual. Y ser singular en esto de la escritura es ya un mérito añadido, que el escritor se ha trabajado siempre. Autor de poesía, novelas, cuentos, teatro, ensayos y libros de viajes, actor reciente, es un hombre al que una escucharía durante horas; no le asusta meterle el diente o la pluma al tema que sea, siempre que le interese o que como dice al principio sea una sorpresa para él, y nos deja frases inolvidables y un punto lapidarias: "La literatura, por feroz que sea, nunca duele tanto como la realidad. Y por eso es un buen campo de entrenamiento." Frases que releemos y nos damos cuenta de que son absolutamente ciertas y si le dices que no te gusta el título te cuenta una docena de títulos, peores, que son clásicos?Un placer siempre hablar con un hombre inteligente, que observa y mira y escribe y está construyendo una literatura tan reconocible y tan suya que podríamos hablar del Mundo Ovejero, el lunes 4 estará en Letras corsarias a las 20h. Ni se les ocurra perdérselo.

- Porque ha puesto esa nota en "Mundo extraño" confesando que hay dos ramas en su literatura: una realista y otra absurda y desaforada, no le parece que la literatura no necesita de estas explicaciones

"Desocupado lector..."; como sabe, así empieza el prólogo que escribe Cervantes al Quijote, y también escribe uno a sus Novelas ejemplares. Así que reconocerá que estoy en buena compañía si doy alguna explicación sobre lo que he escrito.

Pero es cierto que las explicaciones no son necesarias, lo que no significa que sean siempre superfluas. Así, las que yo he dado, las he puesto al final del libro para que no interfieran con la lectura.

.-Más de diez años sin publicar un libro de cuentos, y he leído en alguna parte que este tiempo le ha servido para quitarse ataduras y escribir con más libertad? ¿Pero usted no ha escrito siempre con absoluta libertad y sin ataduras?

La libertad absoluta del escritor es una ficción. Bien porque nos atan las expectativas de los demás, nuestros deseos extraliterarios (por ejemplo, el éxito), o nuestras propias expectativas. Sí hay grados de libertad, y tengo la impresión de que en mis últimos libros soy cada vez más libre, en el sentido de que exploro territorios que antes me parecía que no eran míos y de que me he sacudido de encima algunas ideas sobre cómo tenían que ser una novela o un libro de cuentos.

.- En qué momento uno se da cuenta de que hay que volver al cuento utilizando eso si lo que había experimentado en sus novelas anteriores La seducción, Los ángeles feroces, La invención del amor y La comedia salvaje

En mi caso fue un proceso lento. Mi relación con el cuento en los últimos años era la de un deseo insatisfecho. Yo quería escribir un libro de relatos pero no quería hacerlo sin sentir el entusiasmo que últimamente me habían provocado la novela, la poesía y el ensayo. No quería tirar de oficio. Sólo merecen la pena los libros que no escribes con lo que ya sabes, tienen que ser una sorpresa para ti. Y después de escribir, durante años, algún relato en el que hacía cosas novedosas para mí, empecé a ver por dónde podían ir los tiros, me di cuenta, en fin, de que había ido descubriendo posibilidades en la novela que, transformadas, podían llevarme a nuevos caminos en mis cuentos.

.- Permítame que le diga que el título me ha decepcionado, aunque le va bien al contenido, claro que Mujeres que viajan solas era insuperable.

¿Debe un título ser bueno, es decir, atrayente por sí mismo? ¿Lo es Libertad, o La metamorfosis, o Expiación, o Rayuela? Es cierto que Mujeres que viajan solas es un título sugerente (a mí siempre me gustó) pero a veces prefieres ser más parco, menos expresivo. En este caso no quería usar para todo el libro el título de uno de sus relatos, más bien buscaba un mínimo común denominador. Y me parece que Mundo extraño cumple esa función y deja abierta la puerta a todo tipo de posibilidades inquietantes. Y eso es lo que me gusta: el lector se adentrará en el libro con la sensación de que puede encontrar en él... cualquier cosa. Va preparado para la sorpresa.

Confieso que me ha apabullado con los títulos que me ha dicho?

.- Mundo extraño 14 cuentos cinco piezas breves en los que combina lo irreal, con el costumbrismo, en la que parece poner en práctica eso de que hay que tener convicciones firmes que duren poco.

No sé si deben durar poco, pero sí que no deben ser muchas. Las convicciones son como la grasa corporal, que es necesaria para vivir, pero si acumulas demasiada pierdes agilidad y flexibilidad. Y creo que un escritor debe ser flexible, precisamente para no perder esa libertad de la que hablábamos antes. No recuerdo quién dijo que hay que escribir contra las propias convicciones; me parece un buen consejo.

.- Pero sigue con sus temas, esas zonas de sombras, que dan escalofríos la crueldad, la maldad, buscar pacientemente el agujero por el que colar la explicación aunque esa luz nos deje ciegos, aquí no hay consuelos ni alivios que valgan.

El consuelo en la literatura es como el que se ofrece en la religión: pretende hacer llevaderas nuestras desgracias ofreciéndonos el alivio de una vida ficticia. A mí me interesa más la literatura que me confronta con mi vida (con mis relaciones, con la sociedad en la que vivo) que la que me ofrece una vida virtual pero me deja solo en la real.

.- Leyendo sus cuentos vemos a unos hombres perdidos, más desconcertados que las mujeres que casi siempre son el personaje malo, aquí se ha vengado, una hija, una esposa, una adolescente, mujeres activas que manejan vidas y situaciones.

Le doy la razón sólo en parte. Es cierto que las mujeres en mi literatura suelen ser más activas y decididas que los hombres, pero no veo que sean más crueles o vengativas. En Mundo extraño, salvo en el relato Me duele más a mí, no veo una diferencia marcada entre la crueldad o maldad de hombres o mujeres.

También le doy la razón en que a menudo mis personajes masculinos están algo perdidos, sobrepasados por la realidad, que reaccionan más que deciden.

.-Hay cuentos que atentan cruelmente contra las certidumbres, crean desasosiego. hay un par de cuentos de una crueldad explícita, cuentos muy intensos y claro todo eso nos lleva a esa Ética de la crueldad que usted escribió, la literatura, su literatura como ejercicio de reflexión que nos deja autores imprescindibles para usted y que de paso provoca un conflicto con o en el lector atento.

Sí, aunque tengo libros algo más amables, como La invención del amor, es cierto que me sigue interesando una literatura que rebusque en las sombras, en aquellos rincones de nosotros mismos o de nuestras sociedades en los que se va acumulando el polvo porque no queremos ver lo que hay allí. Mundo extraño lo hace, aunque con más sentido del humor que otros libros míos.

.- Destapa o le quita las vestiduras al amor, a la familia, a la adolescencia? al dolor, al consuelo, al sexo? Vamos búsquense la vida que esto es lo que hay, sin duda le gusta apostar fuerte y dejar las cosas claras, pero podemos soportar tanta verdad, tanta honestidad o esto solo se puede dar en literatura.

Creo que precisamente la literatura es, lo he dicho alguna vez, un espacio protegido para nuestras emociones. Es allí donde podemos asomarnos a esas verdades incómodas sin que nos destruyan. La literatura, por feroz que sea, nunca duele tanto como la realidad. Y por eso es un buen campo de entrenamiento. Y me parece liberador, porque consumimos una cantidad de energía enorme en mantener en pie nuestras mentiras, en sujetar la máscara. No creo que se pueda ser completamente honesto, ni siquiera que se deba: en la vida real es necesario contar con alguna protección.

.- Y sin embargo yo creo que en casi toda su literatura (novelas y cuentos) hay momentos de humor, de belleza, de ternura, que si cabe son mucho más auténticos, al estar desnudos de adornos, nos golpean más fuerte, además de la ironía y el humor en muchos casos

Me alegra que lo vea así, porque yo estoy convencido de ello. Creo que en todas mis obras hay esos momentos de belleza, de afecto, de humor. Las sombras sólo son significativas si hay luz, esto es, si hay contraste.

.- Y meterse de lleno en esta escritura de cuentos no le provoca cierta inseguridad, ya sé que se maneja bien en la inseguridad, pero aquí no tiene el amplio colchón de la novela para recuperarse

Sí, pero es una inseguridad creativa. Cada cuento debe poder mantenerse en pie sin el apoyo de los otros. Es una apuesta arriesgada, sobre todo cuando se trata de cuentos tan distintos unos de otros, en su técnica, en su tono. Pero quizá lo más difícil es que esos cuentos tan variados dialoguen unos con otros, que el libro no sea un cajón de sastre.

.- Y porque casi siempre utiliza la primera persona, no es un recurso un poco cómodo o es para hacer más digerible el relato.

Al contrario; la tercera persona ofrece una distancia de seguridad, las cosas suceden allí fuera. Con la primera nos metemos en la intimidad de los personajes, vivimos a su lado lo que le sucede y eso es cómodo cuando es fácil la identificación, cuando sentimos empatía por ellos, pero cuando los personajes no permiten una empatía fácil, porque nos desconciertan, porque no los entendemos, porque realizan actos que desaprobamos, la primera persona genera una tensión muy dinámica entre la atracción y el rechazo. Y no es nada fácil porque los lectores suelen buscar la empatía y la comprensión.

Tocada de nuevo

.- Por último en qué momento el escritor se da cuenta de que es hora de volver al cuento, de que esta vez la novela va a esperar, o los cuentos van tomando posiciones durante años y al final piden su sitio

En mi caso, cuando encuentro algo así como un hilo conductor, una atmósfera que me hace empezar a pensar el libro de cuentos como un proyecto, no como una acumulación de relatos que se me han ido juntando en el ordenador con el paso de los años. Puede, como sucedió con Mundo extraño, que use alguno de esos relatos acumulados, pero sólo los que encajan en ese nuevo proyecto; los demás los descarto. Y entonces me siento y, como quien escribe los capítulos de una novela, escribo un cuento tras otro: me gusta crear así el libro, con cuentos muy distintos pero que dialogan entre sí y con los lectores.

JOSÉ OVEJERO (Madrid, 1958) ha publicado novelas, poesía, teatro, cuento, ensayos y libros de viajes. Sus obras han recibido numerosos premios, entre ellos el Anagrama de ensayo (La ética de la crueldad, 2012) y el Alfaguara de novela (La invención del amor, 2013). Otras obras suyas son Escritores delincuentes (ensayo), Nunca pasa nada y Los ángeles feroces (novelas), y Qué raros son los hombres (cuentos). Ha colaborado frecuentemente con sus artículos y relatos en periódicos y revistas de España y de otros países. Su última novela es La seducción.

Desde el 2016 actúa en su espectáculo teatral Qué raros son los hombres, basado en sus propios relatos. Es autor también del documental Vida y ficción. Mundo extraño es su último libro de relatos

Charo Ruano