Los precios se disparan nueve décimas, la mayor subida desde enero de 2017, como consecuencia del encarecimiento del petróleo
La subida del precio del petróleo ya se refleja en la cesta de la compra. De hecho, la inflación se ha disparado en mayo hasta el 2%, lo que supone casi duplicarse respecto a la tasa del 1,1% de abril. Esta subida de nueve décimas es la mayor desde enero de 2017, cuando también el alza del barril de crudo provocó ese repunte. Ahora de nuevo es el alza de los carburantes la causa de ese incremento del IPC, además de un aumento también de los precios de la electricidad, según los datos adelantados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y deberá ser confirmada en los próximos días. Esta tasa es superior a la previsión del 1,4% que recoge el Gobierno en el plan de estabilidad.
El impacto del petróleo en los precios era esperado. De hecho, todos los ciudadanos ya habían comprobado al llenar el depósito de su vehículo que la gasolina y el gasóleo se habían encarecido hasta alcanzar cotas que no se veían desde finales de 2014. Una subida provocada por un barril de crudo Brent (la referencia en Europa) que ha llegado a rozar los 80 dólares tras el anuncio de EE UU de que se retiraba del acuerdo nuclear con Irán. Aunque en los últimos días el precio se ha moderado hasta los 75 dólares por la intención de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de Rusia de aumentar la producción a partir del tercer trimestre, lo cierto es que su impacto en la economía ya es evidente.
En concreto, la tasa del IPC del 2% es la más alta desde abril de 2017. Y la previsión es que se mantenga en esos niveles los próximos meses. De hecho, la CEOE ya había estimado que los precios alcanzarían esa tasa durante el verano y Funcas -la fundación de las Cajas de Ahorro- proyectó que podría superar el 2%.
Pérdidas para pensionistas y trabajadores
En caso de mantenerse esa tendencia una de las consecuencias sería la pérdida de poder adquisitivo para los pensionistas a pesar incluso de la subida del 1,6% pactada en los Presupuestos de 2018. También perderán capacidad de compra los trabajadores, cuya subida salarial pactada en convenio en abril -último dato disponible- fue del 1,56%.
Además, el INE ha publicado el IPC armonizado -homogéneo en toda la UE- que en mayo se ha situado en el 2,1%, lo que supone un espectacular incremento de un punto. Este avance puede perjudicar a la competitividad de las empresas españolas, sobre todo a la hora de exportar. En cualquier caso, es de esperar que la inflación media en la zona euro también aumente por la dependencia energética del continente.
En cualquier caso, España es uno de los países más afectados por este alza del crudo. De hecho, el Gobierno estima que si la materia prima se mantiene de forma estable en los 75 dólares el impacto en el PIB sería de siete décimas. Es decir, que la economía española crecería un 2% este año en vez de un 2,7%, según consta en el plan de estabilidad enviado a la Comisión Europea. Y es que la previsión de PIB actual está basada en una proyección del precio del petróleo de 67,7 dólares.