En los últimos 15 años han recibido atención un total de 1.592 pacientes con estas características
Médicos Estomatólogos y Odontólogos de las distintas unidades de Salud Bucodental de la provincia de Salamanca desarrollan, junto a equipos de anestesistas, enfermeros y personal hospitalario, un programa de atención a personas con discapacidad intelectual y con alzheimer que requieren protocolos específicos a la hora de abordar tratamientos odontológicos. En los últimos 15 años han recibido atención un total de 1.592 pacientes con estas características. El número de tratamientos que se han realizado asciende a 6.616.
Los pacientes atendidos conforme a este programa específico son, principalmente, personas afectadas por autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral, otros tipos de discapacidad intelectual y enfermos de alzheimer.
El tipo de tratamiento que se aplica depende, en buena medida, de si se trata de pacientes colaboradores o no colaboradores. En el caso de los colaboradores, que han sido 651 de los 1.592 totales, la atención se realiza en el Centro de Salud Filiberto Villalobos. En el caso de pacientes no colaboradores, se ejecuta en quirófano, bien en el Clínico, en el caso de menores de 14 años, o en el Hospital Virgen de la Vega, para pacientes adultos.
Los tratamientos que se aplican para garantizar la salud bucodental en estos pacientes son, en su gran mayoría, obturaciones dentales (empastes), con un total de 3.526 intervenciones. También se realizan exodoncias (2.014), tartrectomías (limpiezas 1.027), tallados (25), implantes (22) y colocación de brackets (2).
Las personas con discapacidad psíquica tienen derecho a las mismas prestaciones de salud que la población general, pero es evidente que presentan mayor número de problemas bucodentales, lo cual se relaciona directamente con la mayor dificultad para obtener un cuidado adecuado de su higiene oral, con las dificultades para que expresen su sintomatología y en numerosas ocasiones con las alteraciones de comportamiento.
En este colectivo confluyen factores de riesgo específicos que no tienen grupos de su misma edad sin discapacidad psíquica y, algunas patologías tienen mayor prevalencia, como es el caso de las maloclusiones, bruxismo, caries dentales, etc. Para evitar las situaciones de desigualdad por motivo de la discapacidad psíquica y potenciar la igualdad de acceso a los servicios sanitarios y a las instalaciones vinculadas, la Junta de Castilla y León aplica, actualizado, el Protocolo de Atención Bucodental a Personas con Discapacidad Psíquica, de acuerdo a la normativa vigente que regula las prestaciones de salud bucodental en Castilla y León.
La Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020 propone potenciar la igualdad de acceso a los servicios de salud y a las instalaciones vinculadas. En relación a la asistencia bucodental, las personas con discapacidad psíquica presentan una alta incidencia y prevalencia de patologías orales, a la vez que precisan para su prevención y tratamiento, dispositivos e intervenciones especiales, lo que obliga a adoptar protocolos o programas específicos de atención odontológica.
La mayor incidencia de patología oral puede ser debida a malformaciones congénitas, a lo que se añade en numerosas ocasiones una higiene deficiente. En las personas con discapacidad psíquica suele apreciarse un predominio de dietas blandas cariogénicas, ricas en hidratos de carbono refinados y con alto contenido de sacarosa, lo que comporta alta prevalencia de caries.
También se detecta alta incidencia de enfermedad periodontal por deficiencias en la higiene bucodental. Igualmente hay mayor incidencia que en la población general de maloclusiones y también es frecuente la oclusión traumática y el bruxismo ocasionado por tensiones y estrés, con abrasiones e hipersensibilidad dentarias que dificultan la masticación. Los psicofármacos y otros tratamientos farmacológicos de estos pacientes aumentan el riesgo de patología bucodental, como crecimientos gingivales por hidantoína, entre otros. La mayor necesidad odontoestomatológica hace que sean especialmente importantes las actividades preventivas en este colectivo, que también suele tener una menor disposición a solicitar asistencia bucodental.