La lluvia saluda a los caminantes en la Ruta del Agua o Ruta de los Arroyos
LUMBRALES | Hasta 130 senderistas recorrieron los parajes más hermosos de la capital del Abadengo
Una lluvia suave acompañó a los más de 130 caminantes en el inicio de la marcha y un fuerte aguacero les recibió a la llegada a la ermita de San Gregorio, final de trayecto de esta IV Ruta de Senderismo organizada por el Ayuntamiento de Lumbrales y que, curiosamente, había sido 'bautizada' como Ruta del agua o de los arroyos, por cruzarse en su camino con hasta tres pequeños arroyos de la zona: el Arroyo Gallarón, el Arroyo Pinar y el Arroyo de los Tres Valles.
Los senderistas, lumbralenses y foráneos de distinto origen, partieron pasadas las 10:30 horas de la Plaza Mayor de la villa en dirección al barrio San Gregorio y a la ermita del Santo del mismo nombre. En el recorrido cruzaron los términos Valdeavellana, la Fuente Jidra, el Caño de Valjondo, Las Viñas y el Arroyo Pinar. Una ruta de 14 kilómetros por el conocido Carril de los Taberneros o Carril de los Arrieros, ruta que circunda el pueblo y que en su día se utilizaba para el transporte de mercancías de dudoso origen y destino. De hecho, este carril se inicia en la zona de Béjar y se pierde en la vecina Portugal, tras el cruzar por el sur la provincia salmantina.
Naturaleza en estado puro
A pesar de que las condiciones meteorológicas no fueron las más idóneas, dada la intermitente lluvia y el frío que acompañó durante toda la mañana, los senderistas pudieron disfrutar de un hermoso y colorido paisaje primaveral, con toda su gama de verdes y amarillos, un campo pletórico en una de las zonas de árboles y viñedos más hermosa y emblemática de Lumbrales, la conocida como Las Viñas.
La ruta finalizó con una intensa lluvia en el núcleo de este bello paisaje, presidido y custodiado por la Ermita de San Gregorio, patrón de los viñedos.
Aunque la comida estaba programa en este enclave, las adversas condiciones climatológicas obligaron a trasladar en autobús a los participantes hasta el polideportivo municipal, dónde disfrutaron de un menú a base de paella, postre, café, perrunillas y aguardiente.