Los concejales del PSOE insisten en la "urgente necesidad de elaborar, presentar y aprobar" ese documento para luchar contra la contaminación acústica en la ciudad
"La capital salmantina es cada vez más ruidosa, con una media de dos denuncias al día por este motivo, según los últimos datos conocidos de la memoria de la Policía Local". Es la realidad que recuerda el Grupo Municipal Socialista que vuelve a reivindicar un Plan para combatir el ruido y la contaminación acústica en Salamanca.
"Este tema se está convirtiendo en uno de los problemas de la ciudad que más está creciendo con más de 600 intervenciones por parte de los agentes de Policía Local en 2017", argumentan.
Desde el PSOE sostienen que el Ayuntamiento está "incumpliendo la legalidad" en este ámbito y destacan que Salamanca es la única capital de la Comunidad que no tiene un Plan de estas características.
Comunicado del Grupo Municipal Socialista
El Grupo Municipal Socialista ha insistido al equipo de gobierno municipal encabezado por Mañueco, en la sesión de la Comisión de Medio Ambiente celebrada hoy en el Consistorio salmantino, sobre la urgente necesidad de elaborar, presentar y aprobar un Plan para combatir el ruido y luchar contra la contaminación acústica en la ciudad de Salamanca.
Una exigencia sobre la que el PSOE lleva trabajando de forma permanente desde hace dos legislaturas y que hoy, en el Día Internacional de Concienciación sobre el ruido, ha vuelto a reiterar ante los múltiples incumplimientos del equipo de gobierno municipal encabezado por Mañueco en este sentido, que sigue haciendo caso omiso, y por tanto incumpliendo la legalidad, a la ley que obliga a que la ciudad de Salamanca tenga y este dotada de una normativa o una regulación que combata el ruido y luche contra la contaminación acústica, algo de lo que, a pesar de la obligación legal, se carece. Y todo ello a pesar que la capital salmantina es cada vez más ruidosa, con una media de dos denuncias al día por este motivo, según los últimos datos conocidos de la memoria de la policía local, y donde se concluye que este tema se está convirtiendo en uno de los problemas de la ciudad que más está creciendo con más de 600 intervenciones por parte de los agentes de policía local.
La contaminación acústica supone un problema de primer orden para la vida de muchos ciudadanos y, en ocasiones con cierta frecuencia, su incidencia sobre la salud está infravalorada. A juicio de los socialistas se debe tomar conciencia de que el ruido es una destacada molestia medioambiental ?prioritaria en los instrumentos comunitarios del ámbito de la Unión Europea- y progresivamente cada vez la población protesta con más frecuencia por el ruido excesivo, una asignatura pendiente y que nunca son capaces de aprobar los sucesivos equipos o gobiernos municipales del PP. Una cuestión determinante vinculada a otros Planes como el de Seguridad Vial, Plan de extensión de zonas verdes y arboladas y el de Movilidad Sostenible que hacen de Salamanca, todos ellos, una capital más amable, saludable, habitable y menos hostil, en definitiva, el modelo de ciudad defendido por el PSOE y del que siempre ha carecido el PP y sus sucesivos alcaldes.
No en vano, y según la Organización Mundial de la Salud, el ruido excesivo perjudica seriamente la salud de los ciudadanos e interfiere en actividades diarias de las personas como las desarrolladas en la escuela, en el trabajo, en casa y en el tiempo libre. El ruido excesivo puede generar trastornos profundos del sueño, causar efectos cardiovasculares y psicofisiológicos, reducir el rendimiento en actividades, y provocar irritación y cambios en el comportamiento social.
El impacto del ruido y la contaminación acústica significa, por tanto, que la elaboración y aplicación de soluciones deben ser fundamentalmente desde el Ayuntamiento de Salamanca. De hecho, la legislación sobre ruido traslada gran parte de las competencias a las administraciones locales, donde se establecen los usos del suelo. Corresponde a los ayuntamientos la planificación de las actuaciones con competencia municipal e identificar aquellas fuentes sonoras gestionadas por entidades ajenas al Ayuntamiento, algo que el señor Mañueco se ha negado, sigue obviando, en un ejercicio de la gestión caracterizada por seguir utilizando la ciudad de Salamanca como trampolín político sin importarle los problemas de los salmantinos. Algo que queda demostrado con la aprobación de una moción del PSOE por unanimidad, o sea con su voto a favor, para elaborar y aprobar un Plan de lucha contra el ruido y la contaminación acústica en la ciudad de Salamanca, en el Pleno del Consistorio de noviembre de 2016, y que sigue durmiendo en su cajón de los incumplimientos que, por cierto, está ya a rebosar.