Un apasionado diálogo sobre la poesía y los horrores de la guerra entre dos escritoras indispensables
La tarde calurosa de este jueves de abril se detuvo de pronto en la librería Letras Corsarias para teñirse de frío recordando la guerra de los Balcanes. Ayer, no te vi en Sarajevo no solo es el tercer libro de poesía de la profesora, traductora, periodista y escritora vallisoletana Pilar Salamanca, sino un auténtico grito sostenido frente a la barbarie y el recuerdo del horror que sufrió la ciudad Bosnia durante la Guerra de los Balcanes.
Contundente, Pilar Salamanca tiene un verbo y un verso arrebatados. Activista desde siempre, comprometida por amor y pundonor con la causa palestina, la escritora, actualmente radicada en Santander, frente al mar, recitó sus poemas y habló con su amiga, la poeta salmantina Charo Ruano no solo de su libro, sino de su concepción de la vida y de la poesía comprometidas. Diálogo rápido, pleno también de humor y de la perspicacia propia de la poeta salmantina cuyo cuarto de atrás aún nos falta a todos en la ciudad: un espacio de libertad, de cultura, de preguntas inteligentes, rápidas réplicas, respeto y rigor. Porque ambas autoras son escritoras rigurosas y fieles enamoradas de la escritura.
Charo Ruano repasó la amplia trayectoria de Pilar Salamanca, castellana pura y dura en sus palabras, clara, directa y con una vocación indispensable con la escritura. Para Ruano, la autora es valiente y arriesgada como su escritura. Una escritura que surgió, según Pilar Salamanca, de la bofetada que le supuso sentir que esa guerra y ese sitio casi medieval sobre la ciudad bosnia estaba a apenas tres horas de avión. Una guerra que causó más de 11.000 muertos y que impresionó tanto a la profesora, que durante todo su cruel desarrollo mantuvo un minuto de silencio siempre con sus alumnos al comienzo de las clases.
Interpelada por su director acerca de que aquel gesto era innecesario y descentraba a los alumnos, Pilar Salamanca lo mantuvo valientemente y, cuando visitó Sarajevo, sintió que ya había estado allí. Una ciudad que, tras cuatro años de cruel cerco mantenía a una población que, como la palestina, había seguido con sus vidas haciendo desde la más dura resistencia, una obra de arte. Peleadora y comprometida, enemiga de los tibios y de los insulsos, la autora inició la escritura muy rápida de su libro, estructurado en torno al alfabeto y a los nombres de los muertos a los que recuerda y homenajea.
El verbo de Pilar Salamanca es contundente y arrebatado, bello, con la belleza de lo épico. Y todo con sonrisas jubilosas y gestos emocionados. A la pregunta de Charo Ruano de por qué recuperar ahora Sarajevo, la autora afirmó que el horror nunca cesa y se traslada de escenario, Hay horrores que son tremendamente útiles, el mercado se apropia de ellos y los explota.
Es Charo Ruano la mejor entrevistadora que tenemos en Salamanca. Conoce la obra de los autores a los que pregunta con serenidad, afilado conocimiento de la obra. El diálogo es en ella también una creación literaria que festeja Pilar Salamanca con sus sabias respuestas ¿No se desconcertarán los lectores ante un libro de tema aparentemente tan alejado de la realidad? Para la autora, este poemario es el resultado de una situación que la rebosó por completo porque ante la poesía, ella no controla el lenguaje como sí lo hace con sus novelas. A mí me importa lo que piensan los que quiero. Pertenezco a una generación de mujeres educadas para gustar, para no ofender, para no hablar. Sin embargo con este libro he dicho lo que quería decir y cómo quería decirlo.
Un libro que es como un grito sostenido, una autora concienciada que, sin embargo, nos ofrece réplicas agudas y esa hermosa sonrisa de quien ama la vida a pesar de todo: Me esfuerzo en tener sentido del humor, es tan difícil eso como escribir poesía erótica, pero me esfuerzo. Y me esfuerzo porque cada uno de nosotros no debe preguntarse para qué servirá, hno, hay que hacer lo que hay que hacer.
Traductora de Avicena, doctora por la Universidad de Salamanca, colaboradora en diversos periódicos, Pilar Salamanca publica con la también muy comprometida editorial santanderina La Vorágine, un libro necesario. Un libro que recorre las estancias del horror es esta tarde de primavera excelsa en la que nos hemos encontrado con una mujer irrepetible, autora de un libro necesario para conjurar el olvido: Juro seguir haciendo lo que hago/y recordar también, dar testimonio/dar testimonio ¿comprendes? Testimonio.