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Caín, el bueno
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Abel Ferreras / Pintor de graffitis

Caín, el bueno

Actualizado 17/04/2018

Algunos de los grafitis más impactantes de nuestra ciudad están firmados por este artista de nombre bíblico

Abel Ferreras decidió hacer bueno al malo de los hermanos cuando comenzó a firmar sus trabajos como Caín, un singular pseudónimo que no deja indiferente a nadie, como tampoco lo hacen sus asombrosos graffitis repartidos por la ciudad charra.

Y es que Abel Ferreras es bueno, muy bueno en lo suyo. Afincado en Salamanca, este artista urbano cacereño de 38 años, es capaz de dejarnos con la boca abierta. Estudió CC Ambientales pero su pasión por el arte urbano nació a principios de los 90, cuando comenzó a pintar en la calle de manera completamente autodidacta.

¿Qué recuerdos tienes de aquella primera etapa de tu trayectoria artística?

En general es una época que recuerdo con tanto cariño que no te sabría hablar de la parte técnica. Miles de bocetos intentando desarrollar estilo, conseguir sprays del tipo que fuera (no había marcas enfocadas al graffiti, pintábamos con lo que pudiéramos conseguir, un lujo era Novelty con el que hacíamos trazos más finos dándole la vuelta) y con todo esto al muro, a hacerlo lo mejor posible y pasar un buen rato con los amigos.

Caín, el bueno   | Imagen 1Gran parte de la obra de Abel Ferreras se encuentra en Salamanca y, aunque, como él mismo nos cuenta, es verdad que podría haberse movido más, se muestra muy satisfecho con los sitios donde ha pintado. No destacaría ningún graffiti por encima de los demás, incluso las casetas solitarias son para él tan importantes como las obras más impactantes de la cuidad. Como artista que cumplió su mayoría de edad a finales de los años 90, se confiesa un gran seguidor de la cultura Hip Hop en general. ¿Qué otras influencias marcan tus obras?

Creo que quien más ha influenciado mi obra es gente muy buena con la que he pintado y con la que en muchos casos mantengo gran amistad. Por supuesto Ares, amigo de la infancia y con quien empecé a tomarme el graffiti en serio, Varas era el referente en Salamanca por los 90 y con quien comparto grupo, LMC, al igual que con Smak1, estilazo en letras de Valladolid...

Siempre pensando en lo siguiente e intentando buscar mejores localizaciones, su objetivo no es algo concreto, una ciudad o un evento, sino lugares en los que al pintar cree un entorno con encanto, y especialmente esos lugares donde el arte no acostumbra a llegar.

Háblanos tus motivaciones artísticas, de dónde sacas la inspiración para crear esas maravillosas obras de arte repartidas por toda Salamanca.

Supongo que cada caso es diferente; algunas veces hay una idea y tarde o temprano aparece un lugar donde encaja. Cuando pinto por encargo, tengo el espacio y toca darle vueltas hasta que surge algo convincente. Lo mejor: cuando los momentos coinciden, ver algo y que te venga a la cabeza qué hacer con ello. Hay una intervención, una colaboración con la AECC en el hospital de día de Salamanca, que por lo que significa sí supuso una responsabilidad especial. Me gusta bastante la naturaleza, paseos... y suele ser una buena forma de ordenar y madurar los muros antes de coger un lápiz. En cuanto a las motivaciones, hay aspectos que me condicionan bastante cuando me planteo un proyecto: por supuesto la expresión personal y la estética, pero también doy mucha importancia a cómo va a afectar la obra al entorno y a cada persona individual que se cruce con ella. Me explico, normalmente intento que quien se sorprenda lo haga para bien y a quien le sugiera algo sea bueno. Creo que se abusa de la provocación con elementos negativos bajo el argumento de crear controversia o reflexión, cuando en la mayoría de los casos se queda en una imagen desagradable y facilona que no aporta nada más que palabras vacías.

Ha llamado la atención y ha logrado tocarnos la fibra a los salmantinos esa mirada pintada en el Túnel de la Televisión con la que Abel ha deleitado a los amantes del graffti y otros viandantes.

Era una pared que llevaba tiempo llamándome la atención y a la que di bastantes vueltas hasta que un día encontré una combinación del dibujo junto con el muro de piedra que tiene debajo, la forma tan alargada, el mensaje... que me sedujo. En cuanto al significado, la verdad es que no me gusta hablar de ello, no quiero que mi intención influya en la interpretación que pueda hacer cada persona de la obra, que en muchos casos es completamente distinta a lo que yo tenía en mente y es una cosa que me encanta.

Pared y piel son sus lienzos, sobre su faceta como tatuador, asegura, es algo que le encanta, con lo que se siente muy cómodo, y con ganas de aprender. Un tatuador y amigo llevaba tiempo animándole a dar el paso. Y al fin le inició en este arte. Si quieres saber más sobre este artista puedes entrar en su web www.cainferreras.com o contactarle por redes sociales.

Texto y fotos: Chus Valero

(Diseñadora)

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