Todas las figuras del pacifismo contemporáneo son fascinantes. Con sus vidas, sus entregas, sus renuncias, sus sacrificios (hasta llegar incluso varios de ellos a ser asesinados: como Gandhi o Martin Luther King, sobre el que hoy queremos tratar), sus idearios?, han hecho que la llama de la dignidad y la conciencia de toda la humanidad ardan aún entre nosotros.
Hay un elenco de tales figuras que constituyen arquetipos universales de todo lo que decimos: los ya citados Gandhi y Martin Luther King, Nelson Mandela, la madre Teresa de Calcuta, el Dalai Lama? y varios otros constituyen ese segmento de humanidad contemporánea que sostiene los mejores valores a los que podemos acudir.
Escribimos esto a raíz de cumplirse el medio siglo del asesinato de Martin Luther King, desgraciado y monstruoso hecho que ocurriría el 4 de abril de 1968 en Memphis (Tennessee, Estados Unidos).
Es una figura que luchó por toda una serie de objetivos que tienen una clara actualidad, ya que la mayor parte de ellos está aún por cumplir y son causas que siguen implicando a todos aquellos seres humanos que quieren un mundo mejor: la lucha por los derechos civiles para los afro-estadounidenses, contra la segregación y discriminación racial, las protestas contra la guerra de Vietnam (que hoy serían contra la de Siria y otras que asolan a la humanidad), o la lucha contra la pobreza, una lacra hoy si cabe todavía más acentuada que cuando él vivía.
No es extraño que, como luchador por tales causas e ideales, mereciera en 1964 el Premio Nobel de la Paz, así como otras condecoraciones, algunas de ellas póstumas (como la medalla de oro del Congreso de los Estados Unidos en 2004), o que el día de Martin Luther King sea festivo en su país.
Uno de los hitos de su activismo pacifista sería el de la Marcha sobre Whashington por el Trabajo y la Libertad, en agosto de 1963, al final de la cual pronunciaría su ya mítico discurso "Yo tengo un sueño" ("I have a dream").
Un discurso que contiene frases como estas: "debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre", "la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación", "el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material". "Yo tengo un sueño: que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales." "Esta es nuestra esperanza."
La vigencia de los ideales de Martin Luther King es hoy evidente. El pacifismo, la no violencia, la desobediencia civil (concepto que creara el también estadounidense Henry David Thoreau, 1817-1862), la igualdad racial, la libertad, el predominio de la vida espiritual frente al confort material, la lucha contra la pobreza? y otras tantas causas, hacen que Luther King, hoy, en nuestro mundo, en nuestra sociedad, siga siendo un modelo para todos los que piensen y sientan que un mundo mejor sigue siendo posible.
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