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La cofradía de la Cruz y del Amor cumple 30 años de existencia y apoyo a la Semana Santa albense
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IMPLICACIÓN Y JUVENTUD

La cofradía de la Cruz y del Amor cumple 30 años de existencia y apoyo a la Semana Santa albense

Actualizado 29/03/2018
Roberto Jiménez

ALBA DE TORMES | Los pasos de la Virgen de la Esperanza y San Juan Evangelista fueron un año más los protagonistas del Miércoles Santo

Un año más, y van 30 años desde su fundación, la procesión de la Cofradía de la Cruz y del amor participa activamente en la organización de la Semana Santa albense y también en su procesión, la del Miércoles Santo. En la actualidad cuenta con un total de 130 componentes, incluyendo cofrades, niños y niñas y antiguos cofrades. Los niños se han ido incorporando paulatinamente durante los últimos años y que también lucen los característicos colores blanco y verde de la cofradía.

Los actos del Miércoles Santo se iniciaron en la iglesia de San Juan con la celebración de la Palabra, durante la que los cofrades interpretaron la canción 'Un nuevo sitio disponer' del musical 'El diluvio que viene'. Allí se entregó la bandera a los nuevos cofrades y a los jóvenes cumplen los 14 años.

Precisamente fueron los más pequeños los que abrieron la procesión y se fueron turnando para portar la cruz. Detrás de ellos el resto de cofrades encapuchados portando en primer lugar el paso de 'La Virgen de la Esperanza' como signo de la esperanza que debe tener la juventud viste capa verde y vestidura blanca, porta entre sus manos una rosa roja y su cabeza es adornada con corona. Y detrás el paso de 'San Juan Evangelista' simbolizando la juventud al tratarse del Apóstol más joven, porta un cáliz en mano izquierda y mano derecha señalando la cruz que porta banda blanca, que lleva bordada el logotipo de la cofradía.

Hay que destacar que la cofradía incluyó una pequeña agrupación musical, formada por cuatro tambores, una caja y un bombo tocados por seis cofrades.

Final en la Plaza de las Madres

Los cofrades "bailaron" los pasos procesionales a la altura de la iglesia de San Pedro y también en la Plaza de las Madres. Al igual que sucediese en el año 2015, con motivo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, la celebración del Año Jubilar Teresiano propició que cambiasen de ubicación algunos de de los momentos más tradicionales e importantes de la procesión.

Al finalizar la procesión, cuando los cofrades se quitan el capuchón delante de la Virgen y le hacen la reverencia tuvo lugar en Plaza de las Madres Carmelitas en un guiño al Año Jubilar Teresiano. El hecho de despojarse del capuchón es un símbolo de que los miembros de la Cofradía no son personas anónimas sino un grupo que existe y sirve para mostrar su rostro de penitentes. La última en hacer la revencia a la Virgen y pasar por debajo de San Juan Evangelista fue Beatriz Briñón, presidenta de la cofradía de la Cruz y del Amor.

Fotografías: Marisa García. FOTO ALBA

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