El salmantino hizo toda la carrera último, pero en una última vuelta pletórica doblegó a todos sus rivales para meterse en la final del 800 con 1:45.44
En una carrera pletórica de táctica y de fuerzas, el salmantino Álvaro de Arriba se clasificaba para la final del Mundial de 800 metros en Birmimgham dando otro aldabonazo en la élite del atletismo y haciendo historia en el atletismo salmantino. Además, lo hacía con 1:45.44, a una centésima de su mejor marca.
Y es que fue una carrera en la que la iniciativa la llevó el rival egipcio que quiso romper la carrera de inicio, lo que hizo que fuera una carrera rapidísima. El salmantino fue siempre último hasta la última vuelta. De hecho, por instantes parecía que iba a perder comba definitivamente. Sin embargo, su calidad, fuera de toda duda ya desde hace mucho tiempo, y su ambición le llevó a empezar a progresar en la última vuelta. El egipcio y el sueco, que habían ido en cabeza toda la carrera pinchaban y los dos primeros puestos -los que clasificaban directamente- se dilucidaban entre el salmantino, el inglés Giles y el americano Windle. En el esprint final, De Arriba superaba espectacularmente a sus rivales.
De Arriba: "Llevo unos días un poco mal por el frío y con ibuprofeno"
Al término de la prueba, en declaraciones a Televisión Española, el pupilo de Juan Carlos Fuentes confesaba que, aunque a nivel físico estaba bien, había pasado unos días "un poco mal", y que había tenido que tomar ibuprofeno para combatir el resfriado.
Respecto a la carrera señalaba estar "muy contento. Sabía que iban a ir rapidísimos y que yo controlo esos ritmos, aunque no tanto. Me encontraba muy bien en la última vuelta y confiado. Ahora a descansar y pensar en la final".