Muestra del diseñador gráfico, pintor y profesor de la Facultad de Bellas Artes, se sirve de la pintura digital para crear imágenes plenas de luz
Luminosa pintura, primeros planos frontales de rostros, animales y realidades, caras en escorzo. Imágenes llenas de color que brillan entre las joyas traídas de todo el mundo por los herederos de Luis Méndez. La Galería, siempre exquisita, nos recuerda que, pese a la falta de espacios de exposición en Salamanca, su existencia es un regalo para el espectador con sus originales propuestas artísticas.
Y está vez, la Galería ha apostado por la modernidad, por el trabajo del diseñador gráfico, pintor y profesor de la Facultad de Bellas Artes, Julio Pérez Cornejo. Publicista de reconocido prestigio internacional, Pérez Cornejo se sirve de la pintura digital para crear estas imágenes plenas de luz, generadas a través de la tarjeta gráfica y del ordenador, una técnica puntera que nos sitúa en la frontera de lo que podemos considerar arte. Porque arte son estos cuadros producidos por la técnica que pueden ser reproducidos en cualquier pantalla, además de utilizar cualquier soporte. Arte novedoso que nos hace reflexionar sobre la realidad de aquello que vemos, figuración pura y dura con la exquisita reflexión pictórica del color y del pincel, porque cada píxel está pintado.
¿Nos preguntamos ante un cuadro por la técnica que utiliza? Más allá del carboncillo, de la acuarela, del óleo, el puntero del ordenador sustituye al pincel y nos devuelve al cuestionamiento tras el deslumbramiento. La pintura de Pérez Cornejo, plena de sugerencias, alegre, viva, luminosa, plena de belleza, nos hace preguntarnos hasta qué punto es importante la técnica o si debemos añadir la técnica digital a los oficios consabidos de la pintura. Un discurso más allá del efecto sensible que provocan los cuadros, un discurso ya en la modernidad.
La pequeña, y sin embargo, plena de resonancias, muestra del pintor y diseñador gráfico, cuestiona al espectador y se hace uno con el entorno, las paredes excepcionales de esta Galería de Arte siempre atenta a nuevas propuestas. Por eso no sorprende encontrar un nuevo aliciente para esta muestra, la venta del libro de haikús del autor ¡Ay lo diminuto! una joya de la edición ?como no puede ser de otra manera entre las paredes de los joyeros de Tamames- donde Julio Pérez Cornejo reúne un centenar de imágenes, fotos e ilustraciones, breves poemas y muestras de un inusual talento para la caligrafía artística.
Toda una obra de arte en sí misma, y a un precio muy asequible, el libro se acompaña por un marcapáginas diseñado por los joyeros Méndez, un detalle que afina más el concepto de objeto bello no solo por el contenido, sino por el continente. Verdadero cuaderno de campo de un dibujante atento a la magia de lo cotidiano, captado a vuela pluma por su cámara, su lápiz, su certera poesía breve como un pensamiento fugaz, constituye además, un homenaje a la edición tradicional, a los apuntes del natural del dibujante peripatético, a la sensibilidad de un artista siempre en movimiento.
Y es este movimiento, el de un experto en publicidad, pionero en las técnicas de la pintura digital, pleno de modernidad en un mundo tan veloz como el del diseño gráfico? el que vuelve a la demora de la pluma, del dibujo sobre papel, al gusto por lo dimunuto. Y todo entre las paredes de una joya de la filigrana charra. Luis Méndez y Julio Pérez Cronejo. Tradición y modernidad. Exquisito abrazo.
Charo Alonso