El ochocentista charro llega con la segunda mejor marca española de todos los tiempos y es líder en Europa
El salmantino Álvaro de Arriba es, desde hace tiempo una de las grandes realidades del atletismo charro, nacional y europeo. Hace apenas diez días hacía en Salamanca 1:45.43, la segunda mejor marca española de la historia, es líder del ránking europeo y cuarto del mundo. Pero con sus apenas 23 años es bronce continental bajo techo, campeón de España y olímpico. La carta de presentación es inmejorable.
De Arriba disputa este fin de semana el Nacional de pista cubierta. El paso de Kevin López al 1.500 hace que el de La Fuente de San Esteban se quede como el auténtico gran referente del 800 en España, por currículo, por progresión y por futuro. Aun así, sabe que Saúl Ordóñez (que el año pasado ganaba el Nacional) y Daniel Andújar, no le van a regalar nada. "Lo bueno es el nivel que va a haber. Aunque la preparación estrá encaminada al Mundial, el Nacional es lo primero que hay y vamos con el objetivo de luchar por la victoria", afirma, a la vez que deja claro que "Dani y Saúl son muy fuertes. Los tres somos del 94 y nos conocemos y a día de hoy hay que pelear mucho".
A pesar de que lleva tres semanas en un estado de forma increíble, reconoce que todavía tiene algo de mejora. "Todavía no estoy al cien por cien. Espero coger algo de velocidad para los últimos metros todavía. Cargamos muy largo al inicio, hicimos Sierra Nevada y luego decidimos no competir hasta la Vallecana. Luego ya las competiciones en 800 muy bien, aunque en principio, del Nacional al Mundial no competiré. Tenemos mucha base", dice.
Al Mundial llegará como es él. Con un enorme y concienzudo trabajo callado a sus espaldas y con el aliento de los suyos. Sabe que nadie le ha regalado nada y eso le hace tener una confianza total en sus posibilidades. Es realista y ambicioso y aspira a estar con los mejores en Birmimgham, aunque el hecho de que sólo clasifique uno por serie y haya seis finalistas, hace que no sea fácil. "En esta carrera, como en un Nacional cualquier pequeño despiste te priva de lograr el objetivo. Meternos en una final es complicado por esos factores y por eso hay que tener la concentración y llegar físicamente muy bien que es de lo que tratamos", comenta. Una vez allí tiene claro que no renuncia a nada. "Haber logrado la marca mínima y encima en ese tiempo me da mucho margen, a pesar de la dicicultad", comenta.
Sin embargo, el pasado martes se demostraba que sigue dando pasos de gigantes cuando casi tumba al doble subcampeón del Mundo y actual campeón de Europa, el polaco Adam Ksczost, que sigue invicto. Sólo un movimiento de cabez en el último milímetro impidió la derrota del polaco por dos centésimas. De Arriba, aunque no afirma, sabe que tiene ahí la posibilidad de batirle muy pronto. "Es muy complicado. Tienes que hacer una carrera perfecta tu al doscientos por cient y atacar en el momento preciso. He estado a punto y muy contento con las sensaciones porque sé que si estoy para ganarle a él quiere decir que estoy para ganar a los demás. Es mentalmente muy fuerte y yo le admiro mucho", comenta.
Precisamente en esa carrear, en Lievin, De Arriba atacó muy pronto. "Quedaban 280 metros. Estaba con mucha seguridad. A los africanos les gusta salir muy rápido, pero yo sabía que tenía que estar con Adam. Sabía que si lanzaba ese ataque llevaba alguna posibilidad. Hay que correr de estas formas valientes y estar física y mentalmente muy preparado", sentencia.