Kimo Kap, los gorros más solidarios para los niños con cáncer

Gorros-bandanas hilvanados con la generosidad de las manos que colaboran con Kimo Kap, una iniciativa que es un ejemplo de solidaridad y que, desde 2015, ha viajado por más de media España, contando en la actualidad con más de una treintena delegaciones. Salamanca es una de las ciudades que, de la mano de Leticia Falagán, psicóloga y delegada de Kimo Kap, ha acogido este "proyecto totalmente altruista" con el que se puede colaborar donando las telas, hilos, bolsas o cosiendo los gorros. Los Kimo Kap, nombre inspirado en las palabras Quimo Cap (gorro de quimio en inglés), son mucho más que un gorrito de tela porque "protegen las cabecitas de los 'pelones' con amor y alegría". Los kimo kap se entregan junto a las tarjetas con mensajes de ánimo y buenos deseos escritos por niños. "Lo más gratificante es ver sonreír a los niños", en palabras de Leti Falagán, que no dudó en sumarse a esta iniciativa después de trabajar como voluntaria en la asociación ASION, junto a Jeanne DeMontluzin, impulsora de un proyecto "con el que la gente se vuelca".

Kimo Kap nació en 2015 en Madrid, y uno de los primeros en recibir estos gorritos-bandanas fue un niño salmantino, Adrián, uno de los pequeños valientes que en ese momento se encontraba en tratamiento oncológico. En estos años no han faltado manos solidarias para coser kimo kap que, en el caso de Salamanca se entregan en el Hospital Clínico Universitario o se envían a otras provincias con hospitales oncológicos pediátricos y que todavía no tengan delegación de Kimo Kap.

Gorros con un diseño especial

La piel y el cuero cabelludo de los pacientes oncológicos son especialmente sensibles, por lo que deben proteger sus cabezas de los rayos del sol y del frío. Por este motivo, tal y como explica Leti Falagán, los gorros deben cumplir unos requisitos, se cosen siguiendo un patrón específico, sin costuras visibles para evitar cualquier roce en el cuero cabelludo del niño. Las telas son 100% de algodón, con estampados acordes a las edades. A sugerencia de los propios niños, todos son reversibles, por un lado lisos, y por el otro estampado, para los diferentes estados de ánimo. Se cosen en tres tallas, para niños de todas las edades, desde bebés hasta 18 años. Además de los kimo kap unisex, se han empezado a coser pañuelos con telas para pintar, para que sean sus destinatarios los que pinten sus propios gorros.

Gorros totalmente gratuitos y cargados de energía positiva. No es necesario saber coser para sumarse a la cadena de solidaridad de Kimo Kap. Además de donar material para hacer los gorros, otras voluntarias como Sonia Klipys elabora, por ejemplo, unos pequeños broches con la carita característica del 'pelón', con los que por ejemplo se financia la compra de hilos y telas. Dar a conocer iniciativas tan solidarias es también una forma de informar y concienciar sobre el cáncer infantil. Puedes contactar con Kimo Kap a través de su página de Facebook, o en su blog (kimo-kap.blogspot.com.es).