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Pregón íntegro de Silvia García Rojo para el Centro Cultural y Recreativo El Porvenir
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CARNAVAL DEL TORO 2018

Pregón íntegro de Silvia García Rojo para el Centro Cultural y Recreativo El Porvenir

Actualizado 05/02/2018
David Rodríguez

CIUDAD RODRIGO | El pregón fue pronunciado a última hora de la tarde del lunes

Autoridades, junta directiva del Porvenir y socios, señores y señoras, amigos todos.

Hablando hace tan solo unos días con el pintor mirobrigense, Carlos García Medina, me recordó aquello de que menos es más y con esas simples palabras, comencé a tejer algunas ideas en mi mente.

En primer lugar, les ofrezco algo así 9 folios pregón, o dicho de otro modo, no creo que supere el cuarto de gramo porque para leer más, y más, y más, tenemos el libro del carnaval.

Dicen, y si lo dicen ellos lo digo yo, los señores de la Real Academia de la Lengua Española que un pregonero es el que publica o divulga algo que es ignorado. A mí antes estos señores, no me caían ni bien ni mal, directamente, no pensaba en ellos, pero lo cierto es que me lo han puesto muy difícil. Qué quieren que les diga, una le pone voluntad, le pone trabajo, esmero, entusiasmo, pero al final puede la duda y la certeza de que a estas alturas de la película, tampoco creo que vaya a contarles yo algo que, en este caso, sea ignorado.

Es evidente que yo no soy Concha Velasco, pero sí una muchachita de Valladolid, de Pollos para más señas, que poco puede contar a las gentes de Ciudad Rodrigo sobre su pueblo. Nada que ustedes ya no sepan o que no les hayan contado los ilustres pregoneros que me han precedido.

Por eso, y tirando de oficio, me propongo, dentro de las posibilidades: informar, formar y entretener, que eso es lo que se supone debe lograr un periodista. Confío en estar a la altura de las expectativas pues si hay algo que me ha sorprendido desde que fui designada pregonera de esta entidad, es la cantidad de felicitaciones que he recibido a través de diferentes vías. También me ha hecho mucha gracia que la gente da por supuesto que los periodistas lo tenemos fácil, algo que no tengo tan claro por lo que vamos a ver qué tal sale.

Dándole vueltas al asunto y tratando de escribir lo que ahora leo, me preguntaba en estos días: ¿Qué me une a mí al Porvenir? ¿Qué me une a mí a Ciudad Rodrigo y a su comarca? Porque Ciudad Rodrigo también está formado por todas esas personas que tienen otros pueblos, como me pasa a mí, después de llevar asentada 17 años en la bella Miróbriga. Además, reforzó esa teoría José Blanco, Pichoga, cuando el otro día me contaba cómo los domingos en el baile del Porvenir, se juntan matrimonios de Bodón, Casillas, Martiago, la Encina, Espeja, Gallegos, Bocacara, Zamarra, Guadapero, Saelices y, por supuesto, Ciudad Rodrigo.

Así que desde la nada, pienso en el todo, en ese hecho de ser de pueblo, más grande o más pequeño. Una manera de ser, de vivir, de existir, en definitiva, de pasar por la vida, que nos identifica a los que somos de pueblo. Una raza única que conoce perfectamente el significado de las palabras trabajo, sacrificio, solidaridad, compañerismo?y todos esos calificativos que convierten a los pueblos en grandes familias en las que, oye, quizás algún miembro desentone, pero familia al fin y al cabo.

Pienso en el gran Miguel Delibes, y en su manera de describir esos pueblos de Castilla en los que todos, de una u otra manera, hemos visto reflejado al nuestro. Me fijo en esas viejas historias de castilla la vieja y leo:

"Hay una manera de ser de pueblo como hay una manera de ser de ciudad. En la ciudad las cosas cambian de prisa, los altos edificios, las luces y los automóviles que no cesan, esconden como pueden el apresuramiento atontado de la multitud, los gozos (si los hay), y las penas si te paras a pensar. Una ciudad pesa tanto que da pavor pensar en ella.

El pueblo está ahí, sumiso, apagado, mezclándose cada vez más con el color de la tierra. ¿Qué han pasado 48 años y vuelves de las américas? ¿Y qué? En Castilla no se cuenta por años sino por siglos, y allí estarán esperándote, todo igual, las casas, los árboles, los campos agotados, las gentes envejecidas, el arroyo que pasa entre cañizos y el polvillo de la trilla pegado a los muros".

Para Delibes, ser de pueblo es "un don de dios" así que supongo, que todos los aquí presentes, estamos tocados por algo divino. Estamos orgullosos de venir de dónde venimos a pesar de que los pueblos a día de hoy, no pasan por sus mejores momentos, y la despoblación es un fenómeno al que no tendremos que enfrentarnos dentro de unos años porque ya lo tenemos encima.

Pero sin desviarme del tema, yo he venido esta noche a hablar del Porvenir, del carnaval y seguramente, de lo que se tercie.

Así que volviendo al menos es más, en mi humilde opinión, pienso que el denominado pre carnaval cultural, este momento, en definitiva, que ahora estamos viviendo, está un poco saturado de pregones porque al final, se va restando valor a todo.

Habrá quien no esté de acuerdo, y seguramente tenga razón, porque yo lo veo desde mi posición de periodista, de alguien que va por obligación y no por devoción, noche tras noche, a todos y cada uno de los pregones. Y si no, que se lo pregunten a mis compañeros Pepe, David o Fernando.

Lo dice alguien que ha escuchado hablar a un ilustre presidente de un club deportivo sobre el Barrigana como si hubiera pasado allí los mejores carnavales de su vida y qué quieren que les diga, suena tan irreal? Yo del Barrigana tampoco puedo hablar: algún pincho de bacalao con José Manuel de Luis sí que como de vez en cuando pero no conozco la versión carnavalera. Del Patio sí que tengo bastante teoría, 'del karaoke', 'del Montarco', y si me preguntan por 'El Ángel', ahí estoy doctorada cum laude, Maika puede dar fe. Y es que el carnaval son los toros, es la calle, el disfraz, los amigos, pero no vamos a negarlo, también son los bares.

Precisamente, hace años, uno de esos lugares de encuentro, de vermú, de baile, era el Porvenir, incluso, contaba con salón de té. El Porvenir ha pasado por varias etapas y tal y como lo conocemos ahora, como centro cultural y recreativo, data de 1966, pero anteriormente, con el denominado casino por arriba y la cafetería por abajo, era una referencia.

Pero hubo un carnaval, el de 1954, que seguramente marcó un antes y un después. Por primera vez, se pronunció el pregón del carnaval del toro, de la mano del historiador jaenés, Rafael Láinez Alcalá. Fue un acto, según recoge Juan Tomás Muñoz en su blog, Cántaro de palabras, que por lo visto nos está sirviendo de referencia a más de un pregonero y de dos; multitudinario y festivo y también sirvió de homenaje a otro referente de la fiesta mirobrigense: Agustín San Ezequiel, 'Triguito'. El sábado comenzaron los festejos taurinos y todo iba bien hasta que la madrugada del martes de carnaval de 1954 se desató un incendio que destruyó completamente los locales del casino y del porvenir, anexos al Teatro Nuevo. Las pérdidas fueron cuantiosas pero como ha sucedido en otras ocasiones, la fiesta pudo a la tragedia y las celebraciones continuaron hasta el último desencierro.

Lorenzo Martín Báez, corresponsal de La Gaceta Regional en Ciudad Rodrigo, relataba lo sucedido aquel dos de marzo de la siguiente manera: "Un violento incendio destruyó en las primeras horas de la mañana de hoy el edificio conocido por Teatro Nuevo, en la parte que ocupaban el Casino Mirobrigense y el café El Porvenir, y que está situado en la calle del Generalísimo. El fuego debió iniciarse después de las cinco y media de la mañana, poco más de una hora después que el numeroso público que había asistido a los bailes, en el teatro y en el casino, hubiera abandonado los locales. Los primeros en darse cuenta del fuego fueron los empleados de la empresa El Pilar, que salían con un autobús de la autoestación de dicha empresa, situada frente al edificio siniestrado.

Dieron la voz de alarma y varios jóvenes que aún circulaban por la calle del Generalísimo consiguieron, después de grandes esfuerzos, que el conserje municipal tocase la campana en señal de alarma, pues este empleado creía que era una broma carnavalesca.

Entre los primeros que acudieron al lugar del siniestro, se encontraban el dueño del café El Porvenir, don Juan José Sánchez y Sánchez que, acompañado de varios empleados, se encontraba tomando chocolate en un establecimiento abierto durante estas fiestas en la Plaza del Caudillo. El dueño y los empleados habían estado tomando una segunda cena en la cocina del café, por lo que no exageramos si decimos que habían salido del edificio un cuarto de hora o media antes de la señal de alarma.

La primera actuación del señor Sánchez y de sus empleados fue avisar a su esposa, familiares y servidumbre, que se encontraban acostados dentro del edificio para que pudieran ponerse a salvo. Las numerosas personas que acudieron desde los primeros momentos, ayudaron al dueño y sus empleados a sacar utensilios del establecimiento, ya que nada podían hacer en cuanto al Casino. A pesar de los esfuerzos de los bomberos voluntarios mirobrigenses, cuya labor no podemos menos de elogiar, ya que se portaron heroicamente, y de las numerosas personas que acudieron a ayudar a sofocar el incendio, no pudo evitarse que esta parte del inmueble quedase totalmente destruida, consiguiendo únicamente que el fuego no se propagase a la parte ocupada por el Teatro Nuevo, y en el que estos días actúa con éxito la compañía de Pepita Serrador.

Poco después de darse la señal de alarma, fueron llegando al lugar del fuego las autoridades locales. Allí vimos desde el primer momento al juez de instrucción, al alcalde, al jefe local del Movimiento y otras jerarquías; al capitán jefe de la Guardia Civil, señor Perrino, con las fuerzas a sus órdenes, algunos de cuyos miembros fueron de los primeros en acudir.

Allí también se encontraba la guardia municipal con su inspector al frente; la directiva del Cuerpo de bomberos y los jefes del parque activo. Ante la magnitud del fuego y pensando que tal vez los elementos locales resultasen insuficientes si se levantaba el viento, las autoridades llamaron a Salamanca, donde se dispuso que acudiese a nuestra ciudad un tanque de bomberos salmantinos, cuyo personal actuó bajo las órdenes del aparejador municipal de Salamanca, don Vicente del Río. Llegaron a Ciudad Rodrigo a las 8,40 y en aquellos momentos ya estaba sofocado el siniestro, ya que se había derrumbado la techumbre y aislada la propagación al teatro y edificios colindantes.

No obstante, el tanque y los bomberos salmantinos prestaron una valiosa cooperación para terminar de sofocar el fuego. A mediodía regresaron a la capital de la provincia.

El gobernador civil de la provincia, que desde el primer instante estuvo informado del siniestro y de la posible propagación del mismo, dispuso que fuerzas de la Guardia Civil de Fuentes de Oñoro y otros destacamentos acudiesen a esta población. Al frente de ellas llegaron el capitán señor Sojo y el teniente señor Fernández. También llegó a esta población rápidamente el teniente coronel de la comandancia salmantina.

Las fuerzas y sus superiores abandonaron la población a última hora de la tarde, cuando se consideró que ya no serían necesarios sus servicios.

Como desde los primeros momentos estuvimos en el lugar del siniestro y nos une una gran amistad con el propietario del café El Porvenir, le hemos preguntado al señor Sánchez sobre la posible causa del fuego. El amigo Sánchez, que lleva con gran serenidad tan dura prueba, nos dijo que él cree firmemente que el fuego debió se motivado por alguna colilla tirada sin apagar en la parte baja del estrado que ocupa en las fiestas del Casino la orquesta de baile. El salón, anoche, estaba lleno de papelines y serpentinas.

Las pérdidas del edificio, mobiliario, biblioteca del Casino y los perjuicios sufridos por el señor Sánchez, que además de propietario del café es repostero del Casino, deben sobrepasar al millón y medio de pesetas.

La orquesta Ritmo ha perdido sus instrumentos y lo mismo ha ocurrido a varios músicos de Salamanca que estos días refuerzan el conjunto local. Por este concepto las pérdidas deben aproximarse a pesetas 50.000.

Hay que destacar la actuación del conserje del Casino, señor Pedro, que con riesgo de su vida penetró en la conserjería para salvar los libros de contabilidad y documentos a su cargo. Su actuación ha sido muy elogiada. Tampoco debemos silenciar la actuación de un grupo de alumnos de la Universidad salmantina, en su mayoría vascos, que prestaron un gran servicio al logar salvar enseres del café El Porvenir y acudir con cubos de agua desde los primeros momentos para tratar de sofocar el fuego. Destaquemos también esa legión de mirobrigenses que ayudaron a los bomberos en sus trabajos y a sacar enseres del café El Porvenir.

El edificio siniestrado fue construido en 1900 y su inauguración coincidió con aquella exposición regional celebrada en esta ciudad y para la cual un grupo de destacados mirobrigenses levantó este edificio, que alojaba el Casino, el café y el Teatro Nuevo. Este último es el que ha quedado totalmente en pie, sin sufrir daño alguno.

En este relato del cronista de la época, aparece el nombre de Pepita Serrador, como propietaria de la compañía que esos días actuaba en el teatro, pues no hay que olvidar que el antruejo, en otra época, además de toros incluía obras teatrales, revista o actuaciones de cómicos.

La cuestión es que la compañía de Pepita Serrador tuvo que evacuar su atrezzo al campo del Pozo debido al incendio pero ahí no acabaron sus males ya que se escapó un novillo y deambuló por la muralla hasta terminar en el lugar en el que se encontraban los integrantes de la compañía. Por suerte, el animal no embistió a nadie. Junto a la argentina Pepita Serrador, estaban su marido, Narciso Ibáñez Menta, y su hijo, Narciso Ibáñez Serrador, años después, más que conocidos, y que después de los sustos, no sé si volverían a pisar Ciudad Rodrigo en algún momento.

Al año siguiente hubo coplas, claro, si no, no sería carnaval: "El martes de carnaval el casino se quemó y todas las señoritas salieron en camisón".

La Rondalla III Columnas cantaba en 1960: los señores del casino están algo atribulados, porque el dueño ha pretendido que aquel sea desalojado. No se sabe todavía si lo podrá conseguir porque los socios insisten en que se quedan allí.

El edificio original donde ahora nos encontramos data del siglo XVI pero los usos y reformas no han sido pocos, llegando a convertirse en cuartel de caballería en el siglo XVIII.

Pero si algo ha sido el centro cultural y recreativo el porvenir es un referente de la cultura local con su certamen de narraciones y cuentos Feliciano de Silva; el certamen de pintura 'Celso Lagar'; el de poesía 'Trofeo Delio' o el de teatro, 'Trofeo el buen alcalde'.

La verdad que los años más esplendorosos del porvenir no los he conocido, pero sí que tuve la oportunidad de conocer a Agapito Zamarreño. Recuerdo que de manera periódica, no sabría decir si cada 15 días o una vez al mes, nos acercaba a la radio la relación de actividades que se iban a desarrollar en los próximos días y no fueron pocas las veces que lo pude entrevistar.

Me llamaba la atención esa cuartilla, mecanografiada a máquina en la que siempre aparecía la tertulia poética con nombres como los de José Martín, que también era colaborador de la radio; Pepita Zafra, Antonio Custodio Paz o Tomás Acosta Piriz.

El Porvenir ha sido mecenas de la cultura, pues no hace falta recordar que antes no existía la Casa de la Cultura y que aquí, tenían lugar exposiciones, esas tertulias poéticas, obras de teatro o recitales. Ha acogido actos de todo tipo, desde mítines a actividades religiosas. Aquí se sirvió la cena tras el pregón de Gonzalo Torrente Ballester, que por lo visto, no se cansó de alabar el edificio.

Pero creo que también ha sido cenicienta, y no siempre se le ha dado el lugar que se merece, de hecho, en el año 2016 se cumplió el 50 aniversario del centro y me temo, que la fecha pasó más bien desapercibida.

Quizás el día que Carlos García Medina restaure el cuadro de su tío Leopoldo García Huertas, Alegoría de Ciudad Rodrigo, se pueda hacer una fiesta y celebrarlo todo junto.

Ya en el presente, el Porvenir y el Centro Social Aldea van de la mano. Aquí no vale lo de cada uno en su casa y dios en la de todo, porque todos comparten casa aunque cada uno, desarrolla sus actividades.

Fueron las gentes de la aldea, con Toño a la cabeza, los que me invitaron a moderar, en este mismo escenario, una charla con el actor Karra Errejalde, ahora ya, hemos visto los resultados de 'Que baje Dios y lo vea'.

Antes de terminar, quiero mostrarme ante todos ustedes como aficionada taurina, y lo hago porque parece que según donde, a día de hoy no es algo políticamente correcto. Creo que no debemos escondernos y más en un lugar donde estamos hablando de carnaval y de toro. Cito a una de las pregoneras que más me ha impresionado en estos casi 17 años que llevo escuchando pregones, y es Carmen Calvo, que en 2011 estuvo en Ciudad Rodrigo de la mano del Bolsín. "Sin permiso y sin perdón", ese fue el eslogan que la que fuera ministra de Cultura, se aplicó como aficionada al mundo del toro, una frase que justificó: "yo no tengo que pedir permiso porque me gusten los toros, porque me siento cómoda en esas raíces como española y andaluza que soy; y tampoco pienso pedir perdón por algo que forma parte de un espectáculo en el que se mueven millones y millones de compatriotas míos".

Se torea en la plaza pero hay que torear en muchos otros sitios, también con las palabras. "El mundo entero es una enorme plaza de toros donde el que no torea, embiste", dijo Ignacio Sánchez Mejías.

Gracias a todos por asistir esta noche y feliz carnaval.

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