A pesar de ello, Cecale exige reducir la carga normativa y tributaria que recae sobre el inicio de la actividad empresarial
Castilla y León ha registrado 166 nuevas empresas cotizantes en 2017. En el caso de Salamanca son 53 más, con la que la provincia charra suma 10.402 que agrupan 79.396 trabajadores.
Un análisis provincial refleja que el número de empresas cotizantes a la Seguridad Social se redujo en Burgos (10.857) el 0,4%; y en Soria (2.927) y Zamora (5.406) el 0,2% en ambos casos. Por el contrario, aumentó en Ávila (5.182) el 1,2%; en Valladolid (15.485) el 0,7%; en Palencia (4.929) el 0,6%; y en Salamanca (10.402) y Segovia (5.488) el 0,5% en los dos casos. La provincia de León permaneció prácticamente estable, ganó seis empresas, y cerró el año con 12.807.
En cuanto a los asalariados de estas actividades, solo se redujeron en Palencia (44.646) el 0,9%, mientras que crecieron en Soria (26.136), un 5,5%; en Segovia (38.113) el 4,8%; en Valladolid (155.580) el 4,3%; en Burgos (107.194) el 3,7%; en León (103.235) y Salamanca (79.396) el 3,4% en ambos casos; en Ávila (32.268) el 2,9%; y en Zamora (33.940) el 2,5%.
Cecale entiende que la comunidad «no está en retroceso» pero exige reducir la carga normativa y tributaria que recae sobre el inicio de la actividad empresarial. La recuperación económica no tiene su reflejo en la extensión del tejido productivo. El año pasado se cerró con 68.778 empresas cotizantes a la Seguridad Social, solo 166 más que en las mismas fechas de 2016, lo que supone un ligerísimo incremento porcentual del 0,2%.
Un análisis por sectores obliga a la reflexión más allá de la cifra global de nuevas empresas y el plan de industrialización pactado en las Cortes autonómicas que está implementando la Junta se vislumbra bajo los datos del departamento que dirige Fátima Báñez como más necesario que nunca. Y es que el sector secundario llegó a finales del año anterior con 6.864 empresas con cotizaciones en la Seguridad Social, 44 menos que en 2016, con una rebaja porcentual del 0,6%.
Por el contrario, el número de actividades se elevó en el resto de sectores productivos. En concreto, en la construcción se alcanzaron las 7.105 empresas, 163 más que un año antes, con un aumento del 2,3%. Asimismo, en el sector terciario (servicios), se contabilizaron 49,301, lo que supone que sumó 40, un 0,1% más que en 2016. En cuanto a la actividad primaria (agrario), registró 5.508 actividades, siete más que un año antes, también con una subida del 0,1%.
El Ministerio de Empleo y Seguridad Social constata, no obstante, un mejor comportamiento del empleo asalariado que generaron estas actividades en la comunidad, que contaban al término de 2017, con un total de 620.508 trabajadores, 20.634 más que en 2016, con un incremento relativo del 3,4%.
El mercado laboral tuvo signos positivos en todos los sectores productivos. El que más ganó en términos relativos fue el de la construcción, que cerró 2017 con 35.039 asalariados, con un alza del 6,2% o 2.038 trabajadores más en cifras absolutas. Asimismo, el sector servicios sumó 15.500 trabajadores nuevos, con un aumento del 3,6%, hasta dar empleo al término del ejercicio a 443.205 trabajadores.
Por lo que se refiere al sector agrario, elevó sus plantillas en 500 personas, con una subida porcentual del 3,1%, hasta los 16.598 empleados. Por último, el sector industrial incorporó a 2.596 asalariados a sus empresas, con un alza relativa del 2,1%, hasta acabar el año con 125.666 trabajadores.
El estudio precisa que de los 620.508 asalariados de las empresas cotizantes, 321.100 eran hombres; y 299.408 mujeres. La mayor parte de estos trabajadores, 426.190 tenía un contrato indefinido; frente a los 194.318 temporales, el 31,3% del total. Asimismo, el informe refleja que 460.697 tenían un contrato a jornada completa; y 159.811, el 25,7%, a tiempo parcial.