Huellas profundas en un Monte Sagrado

Esta constancia de huella que se afianza es la que nos está dejando no sin sorpresa y admiración el trabajo que el grupo teatral Lazarillo de Tormes viene realizando con su obra Teresa, la jardinera de la luz. Bien sabemos que hace ya casi tres años que empezara una singladura que teniendo como punto de partida el V Centenario de Teresa de Jesús y formando parte de tantos actos y eventos que en torno a su figura tuvieron lugar en el 2015, ha trascendido con creces esta fecha y sigue imparable por esos caminos llevando una historia de mujer que no deja indiferente. Quizá sea porque esta obra nos ha acercado de forma natural, espontánea y bien documentada al auténtico perfil de la santa, y porque ha sabido llevar el fenómeno teatral a muchos rincones de nuestra provincia, Comunidad Autónoma o incluso fuera de ella, aúna elementos que la llenan de un atractivo irresistible. A ello hay que añadir el buen hacer de Lazarillo de Tormes, grupo de aficionados que dotan a Teresa, la jardinera de la luz de una categoría profesional ya innegable.

Así pues, y aprovechando este 'Año Jubilar Teresiano' decretado por el Papa Francisco para el periodo que va de octubre del 2017 a octubre de este 2018 en curso, nuestra Diputación de Salamanca ha apostado también por este montaje teatral para que formara parte de todo lo que ha programado para este año en torno a la figura arrolladora de la carmelita de la que nuestra provincia salmantina tiene mucho qué decir al igual que toda nuestra Comunidad Autónoma. Sus huellas dejaron una impronta imborrable por todos nuestros caminos. Con este apoyo de la Diputación, Lazarillo de Tormes ha dado la posibilidad a muchos más pueblos salmantinos de que su singular puesta en escena sea disfrutada por todos aquellos que todavía no han tenido la ocasión de hacerlo. Y nos consta que otros tantos que ya lo han hecho esperan pacientes a tener otra oportunidad.

Se abre pues este periplo de nuevas actuaciones de la mano de la Diputación de Salamanca en un precioso pueblo de nuestra provincia, que si de algo sabe es de huellas seculares, como lo son las que se pueden contemplar en todo el pueblo y que datan de hace casi 500 millones de años. Son las llamadas cruzianas o pisadas dejadas por los trilobites, artrópodos marinos que vivieran en lo que seguramente fue antaño un inmenso océano, que quizá guardaba también en su interior a nuestra Peña de Francia, en cuyas estribaciones se sitúa la bella población de Monsagro. Se cuenta que aquí tuvo lugar una cruenta batalla en la que se defendió la fe cristiana frente a los musulmanes, y que convirtió al monte en "sagrado", a la vez que "sangriento", por la sangre derramada en la lucha. La belleza de los parajes nevados en invierno, la visión lunar de sus eras circulares y un magnífico Jardín Botánico, con especies preservadas en esta Reserva Natural de la Biosfera de las Batuecas - Sierra de Francia, del que forma parte Monsagro, conformaron el escenario perfecto que recibió en la tarde del 27 de enero a Teresa, la jardinera de la luz, que de la mano de Lazarillo de Tormes, añadió a este ya de por sí especial lugar que es Monsagro, hermosura, singularidad, historia, lucha y universalidad con la vida de una mujer irrepetible como lo es esta localidad.

La parroquia de san Julián construida con piedras milenarias de fósiles marinos, albergó en su interior perfectamente remozado y a la vez guardián de patrimonio artístico del siglo de la santa, al grupo de hermanas carmelitas que en sus hábitos de estameña, una vez más llegaban de caminos tal vez nevados ante el púlpito de un inquisidor que quiere mandar al fulgor de la hoguera la vida de una mujer con más luz y calor que ésta. Porque sus palabras, hechos, y escritos así lo revelan. Y una vez más, en Monsagro asistimos a esta realidad que nos relata Teresa, la jardinera de la luz, que ha sabido regalarnos a un personaje que se nos presenta nuevo por desconocido en su total dimensión de mujer libre, inteligente, culta, viajera y luchadora, que pisó firme en el mundo apuntando en el fondo de su alma a lo más alto y sublime. 'Lazarillo de Tormes' lo puso de relevancia con la interpretación de un guión donde textos y gestos, nos envuelven junto con la música del XVI que la obra también nos regala, en un trabajo que Monsagro aplaudió con entrega, y por el que la Diputación ha hecho sin duda una gran apuesta.

www.lajardineradelaluz.com