El Museo Carmelitano estrena un brillante catalogo sobre su valiosa colección de platería

El Museo Carmelitano 'Teresa de Jesús en Alba', también conocido como CARMUS, presentó el primer catalogo de su exposición, concretamente el de orfebrería coeditado junto con Ediciones Universidad de Salamanca. A este catalogo, escrito por el albense Manuel Pérez, le seguirán otros que serán el testimonio del compromiso de la comunidad carmelita de Alba de Tormes con el museo y especialmente con la difusión del legado que la madre Teresa y sus devotos dejaron en el monasterio.

La iglesia de la Anunciación, que alberga el sepulcro de Santa Teresa de Jesús, fue el lugar elegido para la presentación del catalogo. El director de CARMUS, José Luis Gutiérrez, definió la orfebrería conventual como "algo más que un arte decorativa o santuarias, ya que su éxito no radica ni el oro, ni en la plata, radica en el delicado trabajo de cada una, en su alta calidad estética".

Gutiérrez alabó el trabajo realizado por Manuel Pérez al haber conseguido "un catálogo bien documentado, con el necesario rigor del análisis, acometido por el mejor de los expertos, un investigador que ya conocía nuestra orfebrería". El objetivo del libro, según Manuel Pérez, es "proponer al lector interesado un recorrido por uno de los conjuntos más importantes y menos conocidos de las obras que se exhiben en las vitrinas del museo, inéditas en su mayor parte".

Un tesoro de gran valor

El museo carmelitano guarda piezas llegadas por la ruta del Galeón de Manila, que desde finales del XVI y hasta el XIX unió esa ciudad con Acapulco, Veracruz, y el puerto de Sevilla. Otras chinas, indo-lusitanas, y de toda la América Hispana. Y junto a ellas excelentes obras italianas, o parisinas. Otras muchas de talleres peninsulares, especialmente de Madrid y Salamanca.

Entre la orfebrería presente en Carmus destaca el magnífico altar de plata con frontal y gradas (1734, Francisco Villarroel) y sus dos expositores. En las vitrinas hay cruces, relicarios, vinajeras, incensarios, hostiarios, navetas, salvillas, sacras, bandejas, campanillas, acetre, copones, cálices, tres bellas custodias, dos cruces filipinas, ejemplares de platería americana, y otras valiosas piezas, entre ellas "la alhaja", escaparate de taracea y balaustres de marfil con un relieve excepcional, con un repertorio de follajes y elementos barrocos de marfil, bronce, plata, nácar, carey, coral.

Una de las piezas más conocida es el birrete octogonal regalado a la Santa en 1922, de oro, con piedras preciosas (zafiros, brillantes, perlas, esmeraldas, topacios, amatistas y rubíes). Por su belleza y su riqueza destacan los relicarios de las reliquias de Santa Teresa, el del corazón con trazas de Herrera Barnuevo, el del brazo y la rica arca de plata que guarda su cuerpo dentro de la urna sepulcral. Todas estas piezas de CARMUS y las de la sacristía son aquí certeramente catalogadas por Manuel Pérez Hernández.

Estudio minucioso

El nuevo catalogo precisa una larga nómina de autores, fruto de la investigación documental. Estas piezas de orfebrería son el resultado de la intensa devoción que durante siglos rodeó a Santa Teresa, y también se explican por el hecho extraordinario de no haber sufrido casi ninguno de los expolios que robos, guerras, revoluciones y desamortizaciones dejaron en otros monasterios del siglo XVIII.

Manuel Hernández Pérez

Nacido en Alba de Tormes en el año 1960. Profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Salamanca, ha centrado su principal línea de investigación en las artes decorativas, en particular la platería, tema sobre el que ha profundizado en el ámbito castellano-leonés, Portugal e Iberoamérica.

Su tesis doctoral versó sobre la Orfebrería religiosa en la diócesis de Salamanca (siglos XV al XIX), publicada por la Diputación de Salamanca en el año 1990. Ese mismo año publica La Congregación de plateros de Salamanca (aproximación a la platería salmantina a través del archivo de la cofradía y el punzón de sus artífices), por el que recibió en 1989 el Premio Villar y Macías instituido por el Centro de Estudios Salmantinos.

En 1999 publica La platería de la ciudad de Zamora (Instituto de Estudios Zamoranos "Florián de Ocampo", Diputación de Zamora y Ayuntamiento de Zamora). Recientemente ha centrado sus investigaciones en los tesoros catedralicios: Ciudad Rodrigo (2006), Salamanca (2012) y Ávila (2014).

Ha sido comisario científico, junto al profesor Eduardo Azofra, de la exposición Loci et Imagines. Imágenes y Lugares. 800 años de patrimonio de la Universidad de Salamanca, organizada por esta Universidad en el año 2013. Tiene artículos publicados en BSSA arte, De Arte, Ars Renovatio, Salamanca Revista Provincial de Estudios, Studia Zamorensia, Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos "Florián de Ocampo", Brigantia?, y colaboraciones en diversas exposiciones.