La lluvia de las últimas semanas facilita la nascencia de cereales y legumbres

La lluvia caída en las últimas semanas -unos 17 litros de media en la provincia-, sumada a los 30 litros recogidos en octubre, ha supuesto un balón de oxígeno para cereales y legumbres, tras meses de sequía que complicaron la siembra.

"El agua de octubre y diciembre ha venido muy bien", afirma un productor de La Armuña, que reconoce que para cultivos como trigo, avena y centeno esta lluvia ha sido decisiva para facilitar la nascencia. Más complicado lo ha tenido la cebada, sembrada más tarde, que se encuentra prácticamente sin nacer. En cuanto a las legumbres, también las lentejas se han beneficiado de la lluvia de octubre y ya están nacidas.

"La situación en el campo no es tan crítica", afirma un técnico de UPA Salamanca, que considera que las últimas lluvias son un alivio para los cereales después de muchos meses sin llover.

Sin embargo, la sequía que se arrastra desde más de un año se mantiene con embalses en mínimos históricos y unas previsiones que no invitan al optimismo. Un pésimo panorama que sigue perjudicando a los ganaderos, que necesitan comprar forraje encarecido y abastecer de agua al ganado. Según esta OPA, la falta de agua en una explotación media de 50 vacas supone un gasto mensual de más de 1.000 euros, sólo en el coste de las cisternas para dar de beber al ganado.