Además de la ruptura del pacto social, la Constitución "muestra signos de agotamiento en partes del diseño institucional del Estado, que estaban mal diseñados de base. Un ejemplo de esto es el Senado, que no sirve para nada efectivo, no siendo la cámara territorial que debería ser. Otro ejemplo es el sistema electoral, que se diseño para favorecer a los dos partidos mayoritarios, actualmente PP y PSOE", afirma Ignacio Paredero, secretario general de Podemos Salamanca.
"La Constitución se diseñó de manera muy rígida, para no poder ser reformada con facilidad, solo si los dos partidos mayoritarios lo desean"
Para Podemos, otro ejemplo "es el pacto territorial roto, que no funciona bien y que hay que revisarla para garantizar su carácter democrático y cerrar las diferencias económicas y sociales entre comunidades. Hemos llegado a esta situación de agotamiento debido a que la Constitución se diseñó de manera muy rígida, para no poder ser reformada con facilidad, solo si los dos partidos mayoritarios lo desean, y esto explica que en 40 años apenas se ha reformado dos veces y la última vez que se hizo, se reformó no para beneficio de los españoles sino del pago de la deuda a los inversores extranjeros".
El futuro de la Carta Magna ong>
"Desde Podemos entendemos que es necesario un nuevo impulso constituyente, que no solo reforme, sino que relance un texto constitucional efectivo y actualizado frente al texto rígido y agotado actual, que acumula múltiples contradicciones entre lo escrito y lo que sucede a los hechos. Pero, a la vez, somos realistas. Sabemos que el momento actual dificulta la posibilidad de la reforma y sobre todo, que el PP no quiere ningún tipo de reforma constitucional, porque sabe que múltiples elementos del diseño institucional, como el Senado o el sistema electoral, le benefician y le permiten vetar cualquier reforma. Además, también somos conscientes de que una reforma en este momento, con el PP con posibilidad de vetar lo que quiera, tendría serios riesgos de derivar en un texto más involucionista y con menos consenso que el actual, que garantice menos los derechos sociales y que cuente con menos apoyo ciudadano y político que el actual, algo que debería ser evitado a toda costa".
"El PP no quiere ningún tipo de reforma porque sabe que múltiples elementos del diseño institucional, como el Senado o el sistema electoral, le benefician y le permiten vetar cualquier reforma"
A pesar de ello, "pensamos que es necesario intentarlo, negociar y pactar, buscar acuerdos, para dar un nuevo impulso constituyente hacia una mejor constitución, pero entendemos que las demandas deberían surgir de la ciudadanía y quien tiene que tener la ultima palabra siempre es la ciudadania, por lo que apostamos y seremos garantes de un proceso de revisión constitucional que cuente desde el principio hasta el final con la ciudadanía. No queremos una reforma diseñada y aprobada entre élites y somos garantía tanto de trasladar las demandas de la gente a una posible futura reforma como de asegurarnos que se vote", remarca Podemos Salamanca.