Jueves, 28 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
“Si de algo estoy satisfecho tras estas ocho novelas es de dibujar una línea entre el bien...
X
ENTREVISTA A CÉSAR PÉREZ GELLIDA

“Si de algo estoy satisfecho tras estas ocho novelas es de dibujar una línea entre el bien...

Actualizado 04/12/2017
Redacción

La librería Santos Ochoa acoge este martes 5 de diciembre la presentación de la novela 'Konets', a partir de las 18.30 horas. Pérez Gellida estará acompañado de Carlos María Cabrerizo

Con 'Konets' se cierra una serie de ocho novelas en la que intervienen docenas de personajes. En la «Nota al lector», reconoces que te cuesta muchísimo desprenderte de ellos, pero que lo veías algo necesario. Además del dolor ya expresado, ¿cómo te has sentido al poner el colofón a toda esa telaraña de tramas?

Extraño. Por una parte, estaba ansioso por terminar de tejer esta red de ocho novelas y por otro me costaba admitir que aquellas eran los últimos capítulos de una historia protagonizada por personajes que me han acompañado a diario desde el 2013.

¿Ha sido el proceso de escritura de Konets distinto al del resto de novelas de la serie? ¿Te has visto más limitado que en las otras por tener que estar pendiente de atar todos los cabos, por cerrar la serie de una forma tan redonda?

Sí. Quizá haya sido la novela en la que me he visto menos libre a la hora de cocinar el argumento dado que había determinados ingredientes que debían estar presentes en el guiso de forma obligatoria. Me costó dar con la estructura, pero finalmente las distintas tramas fueron adaptándose hasta conformar una tetralogía en un solo volumen, con cuatro historias conclusivas y un argumento horizontal que proporciona coherencia argumental a la novela.

En alguna ocasión has valorado la intuición como uno de los pilares de su método creativo. Sin menospreciar esta, mi impresión como lector es que cada una de sus novelas recuerda a un engranaje de orfebrería en el que existen grandes dosis de documentación, planificación y trabajo. ¿Cómo conjugas ambos aspectos, en principio tan contrapuestos?

Para mí no lo son. Diría que ambos son complementarios, por lo menos dentro de mi metodología creativa que no contempla seguir ningún método, si no en ir escribiendo y solucionando los problemas (documentación) conforme van surgiendo. Un ejemplo. En 'Konets' no sabía que tenía que profundizar en conocimientos de la Física Teórica hasta que empecé a escribir el tercer movimiento, es decir, con más de la mitad de la novela escrita. Mi planificación consiste en trabajar todos los días entre ocho y diez horas como mínimo, y eso no me lo he saltado desde que empecé a aporrear este teclado.

Durante toda la serie tienen gran fuerza los modelos paternos ?sean ejemplares o justo lo contrario?, así como el sentimiento de orfandad ante la ausencia de ellos y la búsqueda de la identidad personal de quien lo sufre. ¿Ves una vinculación directa entre estos temas y los desequilibrios emocionales o psiquiátricos de algunos personajes?

Desde luego si existe, no es algo buscado por mí. Es cierto que esta premisa se repite en algunos personajes, lo cual no responde a algún déficit biográfico del autor dado que yo he crecido en el seno de una familia bastante tradicional y estable. Si existe una razón que lo explique yo, desde luego, no la conozco.

Varios de los personajes de la serie encuentran en el odio y la venganza el motor de sus actos. Otros, por contra, padecen un sentimiento de culpa que les impulsa a reparar errores ajenos. ¿Trazas ahí la línea entre el mal y el bien del elenco o los matices son mucho más complejos?

En realidad, si de algo estoy satisfecho tras estas ocho novelas es de haber dibujado una línea entre el bien y el mal bastante difusa. Es cierto que el lector reconoce qué personajes están a un lado o en otro, pero algunos la cruzan constantemente. De hecho, la frase de Carapocha con la que se abre 'Konets' gira en torno a esta ambigüedad: «Todo lo mejor es lo peor cuando uno no sabe de qué lado está. Todo lo peor es lo mejor cuando a uno deja de importarle de qué lado está»

También están presentes durante toda la serie firmes sentimientos de amistad, como el que llevan hasta el final Erika y Sancho, o la búsqueda por parte del Khimera Proyeckta de una solución justa e ideal a los conflictos. ¿Hay más bondad y lealtad a unos valores en sus novelas de lo que a primera vista parece?

A priori yo no me planteo dogmatizar en mis novelas como propósito fundamental, pero eso no quita que exista un poso ético que está siempre expuesto a la libre interpretación de los lectores. Yo no me planteo la novela negra como un género que deba estar lastrado por componente de denuncia social, pero sí anclado a la realidad, y, lamentablemente, la realidad que vivimos me invita a proponer planteamientos que hacen reflexionar al lector.

En todas las novelas de la serie se producen continuos cambios de escenario, en los que las localizaciones, maravillosamente recrea- das, parecen imprimir carácter a las situaciones que en ellas se desarrollan. ¿Buscas conscientemente la fuerza de esas atmósferas, escenas que solo podrían tener lugar en tal sitio o tal otro?

Absolutamente. Para mí los escenarios, los principales, son personajes que condicionan la trama. Si consigues que el lector conecte con la atmósfera haces que sea partícipe de la historia, que sea el epicentro de la trama, por ello siempre trato de dibujar entornos que conozco bien porque los he vivido o porque existen dentro de mi cabeza.

En mi opinión, las escenas de Konets relacionadas con el metaverso son algo más reflexivas, mucho más abstractas y, tal vez, también más complejas que lo que es habitual en la serie. ¿Dudaste en algún momento si el lector tendría dificultades para seguirlas? ¿Valoraste recortarlas en extensión o explicar algunas cosas de forma más sencilla, aunque fuera algo menos riguroso científicamente?

No lo dudé. Sé que a muchos les va a costar zambullirse en ellas por la necesidad de abstracción que requiere. Sin embargo, para mí suponía un reto hacer tangible un entorno que no lo es pero que no por ello deja de ser menos real. A día de hoy pasamos muchas horas en ese metaverso, un universo virtual en el que las vidas de algunos (cada vez más) cobran más sentido que en las calles y plazas de nuestras ciudades. Las leyes del Metaverso están fundamentadas en principios básicos de la Física Teórica. No me ha resultado nada sencillo simplificarlo para lograr que el lector que no tiene conocimientos en la materia (la inmensa mayoría, yo incluido) pueda comprenderlo sin que perdiera el rigor que quiero transmitir.

Tienes la etiqueta de escritor de thrillers. ¿Te encuentras cómodo en la descripción o crees que las historias trascienden los géneros? ¿Te influye dicha categoría a la hora de redactar de una u otra forma?

No. Como escritor debo admitir las etiquetas y, bajo mi punto de vista, desarrollar un buen thriller conlleva una complejidad desde el punto de vista estructural que solo por ello ya es digno de elogio. Pero, además, un thriller no está reñido con la calidad literaria por mucho que algunos se empeñen en defender lo contrario. En mi caso, la parte estilística es la que más esfuerzo me consume, aunque, por suerte, los lectores saben apreciarlo.

Tus novelas son tremendamente visuales, y las trilogías llevan incluso banda sonora. Tus lectores prácticamente las «vemos» y «escuchamos» más que leerlas. Aunque ya lo has insinuado en los agradecimientos, mencionando a Zebra Producciones y Movistar TV como «futuribles víctimas», ¿podrías adelantarnos si hay ya algo avanzado en una posible adaptación televisiva?

Seguimos avanzando, aunque al ritmo que establece un proceso de tanta complejidad como es una adaptación audiovisual. En este momento estamos trabajando en el mapa de tramas, el precasting y los guiones de lo que (confío) será la primera temporada de una serie para Movistar TV, pero aún no tenemos la seguridad de que vaya a rodarse. En breve espero poder tener buenas noticias al respecto

Perfil biográfico del autor

César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974. Es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Desarrolló su carrera profesional en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que, en 2011, decidió dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.

César irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de literatura 2012. Constituía la primera parte de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», que continuó con Dies irae y se cerró con Consummatum est y por la cual le fue otorgada la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses 2014 y el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre.

En 2015 publicó Khimera, su cuarta novela, y en 2016 inició su segunda trilogía, «Refranes, canciones y rastros de sangre», con Sarna con gusto, a la que siguió meses después Cuchillo de palo y que cerraría en marzo de 2017 A grandes males. Con su última obra, Konets, enlaza ambas trilogías y Khimera, poniendo un magnífico broche que sirve de colofón y ata todos los cabos que dejó sueltos en sus tramas precedentes.

Actualmente sigue escribiendo novelas y colabora como columnista en El Norte de Castilla.

Comentarios...