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José Luis Sánchez Paraíso: ‘Honor’
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ATLETISMO. REFERENTE SALMANTINO

José Luis Sánchez Paraíso: ‘Honor’

Actualizado 03/12/2017
Roberto Fernández

El viernes, el Salón de Actos de Caja Duero se 'caía' recordando su figura después de que su familia recogiera la Salina de Honor a título póstumo

Paraíso se impone en una carrera.Tres veces olímpico, tres Europeos de pista cubierta, tres al aire libre, cuatro Juegos del Mediterráneo, campeón de los Juegos Europeos de la Ficep, 52 récords de España, 19 títulos de campeón de España, 72 internacionalidades e infinidad de premios y galardones. Sé que hay uno que siempre le hizo especial ilusión o al menos le llamó mucho la atención, pero, para ser sincero, ahora mismo no lo recuerdo. Me lo contaba él con ocasión de la última entrevista que le hice para la revista de la San Silvestre Salmantina. De esas entrevistas en las que no hay preguntas ni respuestas sino alguien que cuenta porque ha vivido y alguien que escucha anonadado, con la expectación con la que el alumno escucha al maestro.

Y es que José Luis Sánchez Paraíso era eso, un maestro y no sólo por su faceta laboral sino porque su experiencia le permitía enseñar y transmitir a los demás cosas que todos pueden intuir, pero no saber. Hace un año coincidí con él. Iba a hacer el saque de honor en el Helmántico. Defendió con orgullo los colores de la Unión Deportiva Salamanca y era futbolero, muy futbolero. Muy de la UDS. Muy de los suyos, muy salmantino. Y lo cierto es que Salamanca también le devolvió parte de lo que él le dio. Ahí quedará siempre su nombre para la historia tanto en el multiusos como en el Centro Municipal Integrado Julián Sánchez El Charro, donde su placa luce junto al resto de olímpicos salmantinos. Ese día, aunque no pudimos hablar mucho, sí recordamos viejos tiempos tanto del atletismo como del fútbol. Posteriormente no volví a verlo hasta una semana antes de su fallecimiento que contactamos telefónicamente, pero reconozco que su muerte me sobrecogió.

El pasado viernes, apenas cuatro meses después de su marcha, sin apenas haber tenido la posibilidad de digerirla, porque es algo que los que le conocimos probablemente no podremos digerir nunca, la Diputación le otorgaba a título póstumo la Salina de Honor. El deporte salmantino se ponía en pie y rompía en aplausos para recordar a la que, sin duda, fue una de las grandes figuras del deporte salmantino y nacional. He tenido la suerte de vivir en directo algunos momentos emotivos pero como ese, ninguno. Emotivo pero, sobre todo, merecido, porque Paraíso era de esas figuras respetadas por todos los amantes del deporte sea de la disciplina que sean.

José Luis Sánchez Paraíso: ‘Honor’ | Imagen 2Pero detrás de todos esos éxitos, detrás de todos sus galardones queda siempre la figura del hombre y es el hombre el que hoy queremos recordar al hilo del galardón. Tuvimos la suerte de conocer y trabajar a la sombra de Carlos Gil Pérez y eso siempre daba puntos y más con Paraíso. No se puede concebir la figura de uno sin la del otro. Maestro y alumno, pero sobre todo amigos, con lo que conlleva la palabra. Sin secretos entre ellos, apoyo constante y constante asesoramiento. Aunque no de sangre, eran familia.

Quizá por eso Paraíso cumplía perfectamente el perfil de los pupilos de Carlos Gil. Gente que estaba siempre al servicio de los demás. Que nunca decían que no a nada y que siempre estaban pendiente de colaborar en el trabajo de los demás. Y eso, en el mundo del periodismo siempre era de agradecer. Un incentivo para cualquier joven que empieza como fuimos nosotros hace ya casi dos décadas.

Con Paraíso coincidimos en infinidad de ocasiones y saboreamos entrevistas, conversaciones, cafés y algún que otro cigarrillo (unos cuantos). Todavía recuerdo un reportaje que hicimos junto a Antonio Sánchez y Rosa Colorado, otras dos figuras imprescindibles de Salamanca. La complicidad que tenían en aquella época y cómo, de vez en cuando echaban la vista atrás para compartir experiencias: "Te acuerdas cuando...", "Cómo fue aquello de...". "Si se llega a enterar Carlos...". Mientras, un servidor escuchaba, intentaba aprender y envidiaba todo ese tipo de experiencias. Pero con Paraíso tuve la suerte de coincidir en numerosas ocasiones y presumo de haber tenido amistad con él y, sobre todo, afecto mutuo que he compartido y comparto con su hijo. Pero lo bueno de esa relación es que pude ir descubriendo en pequeñas píldoras al hombre, pero también pude ir conociendo sus experiencias y a buen seguro que son experiencias que dan para escribir un libro,? y dos? y los que hagan falta. Además, disfrutaba recordando sus andanzas. Las revivía y las hacía revivir. Sin duda, sus tres Juegos fueron de lo más intenso. En México, en pleno 68, las revueltas estudiantiles, el récord del Mundo de Beamon, la matanza de las Tres Culturas, Cantinflas,? Múnich, con el Black Power, con los asesinatos de los atletas israelíes a manos de Septiembre Negro y donde llegó a ser encañonado. Experiencias que se pueden contar, pero que? hay que vivirlas.

Y él las contaba con toda la generosidad y lo que es más importante, ahí las dejó con todo ese legado que ojalá nunca se pierda. Un legado para el mundo pero, sobre todo, para Salamanca y los salmantinos. Esperemos que alguien coja el testigo y las generaciones que vienen puedan soñar algún día y valorar su figura como no hace mucho hicieron infinidad de charros que tenían en Paraíso un ídolo, alguien a quien tratar de emular. La de él y la de otros muchos ilustres. Entretanto, disfruta de nuevo del maestro. Aquí, vuestro recuerdo será eterno. Descansa en Paz.

*A continuación adjuntamos un amplio reportaje publicado en El Adelanto en 2012 sobre la figura de Paraíso, con motivo de los Juegos de Londres.

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