“La UD Salamanca desapareció por la irresponsabilidad de sus gestores”

Después de su experiencia como futbolista y entrenador en su juventud, Manuel Rodríguez García continúa recibiendo el elogio desde su atalaya intelectual, que le permite analizar el fútbol de una forma elegante y pedagógica a través de sus conferencias y distintos escritos, que forman ya parte de su obra. Conocido desde siempre cariñosamente como 'Manolín', aunque fue 'Marogar' el pseudónimo utilizado desde sus primeros artículos y posteriormente en sus libros. En enero verá la luz un nuevo ejemplar, con diez epígrafes recordando ideas de sus libros anteriores.

La desaparición del Salamanca causó un gran impacto del que la afición blanquinegra no se ha recuperado, a la espera de que alguno de nuestros representantes pueda devolver el fútbol charro a la alta competición. Manuel Rodríguez formó parte de su historia y lamenta la ausencia de nuestra Unión, analizando las causas del desastre que terminó con el sueño blanquinegro.

¿Por qué desapareció el Salamanca?

Las Sociedades Deportivas no aportaron la responsabilidad de los administradores que se esperaba. Se rompieron todas las expectativas. El fútbol siguió siendo 'ruinoso' para reflejar las cuentas oficiales y se mantuvieron las comisiones y los dineros de 'no anotar'? La bola de nieve engordó excesivamente, la burbuja fue mayor que la inmobiliaria. Un buen día el "mandamás" de turno nos dijo: "El que quiera fútbol que lo pague", y el presidente en cuestión acabó quedándose solo. Otros presidentes, posteriormente, se equivocaron: "Esto es mío?", decían, y la gente le contestó: "Para ti todo, hasta las deudas?" Y los que teníamos acciones pequeñas que representaban un valor sentimental por encima del dinerario nos quedamos sin ellas y sin participación efectiva. La Ley de Sociedades fue el principio del fin. Y la sociedad salmantina se 'tiró a la bartola' como con tantas cosas importantes de la ciudad? Las deudas ahogaron a la Unión como la obesidad mórbida a algunas personas. Y nos dedicamos a hablar la mayoría, más de la cuenta, pero sin aportar dinero para que la Sociedad no quebrase? A última hora, la desaparición de la UDS más bien pareció un "error lamentable de cálculo"? Y los propietarios se quedaron sin los activos. Colorín, colorado.

¿Tiene su interpretación sobre el desencuentro actual entre Salmantino UDS y Unionistas? ¿En Salamanca son factibles dos equipos?

Entiendo la rivalidad deportiva entre equipos, no entiendo el enfrentamiento entre Unionistas y Salmantino; en un ambiente de colaboración es posible que pudieran avanzar ambos, sin exhibir lazos históricos o herencias no registradas por notario que no debieran arrogarse ninguno de los dos. Sea lo que fuere, tiene mucho mérito lo que están haciendo ambos para confeccionar equipos competitivos.

Los he visto jugar alguna vez y juegan, ambos, muy bien para su categoría. Quizás un ruego, las plantillas debieran tener más jugadores de cantera, pero de futbolistas que no hayan cumplido 23 años o así. Ahí está el Santa Marta, con una idea y un presupuesto mínimo desde hace mucho tiempo y produciendo jugadores que se permiten traspasarlos a equipos superiores?

Manuel Rodríguez cuida el entrenador que siempre ha llevado dentro, mantiene y actualiza sus teorías. ¿Cómo se hubiera imaginado entrenando en un equipo de Primera?

Actualmente el camino del entrenador va orientándose cada vez más hacia el humanismo, hacia las relaciones interpersonales, hacia la colaboración mutua, es lo más parecido a como entrenaba yo en los años setenta a muchachos de 15 a 18 años. Las personas quieren ser tratadas como personas (incluidos los niños), y los futbolistas no son ovejas modorras. Los jugadores quieren rectitud en las decisiones, no admiten las componendas ni las mentiras piadosas, las exigencias en los entrenamientos deben valer para los partidos, etcétera. Los jugadores 'mentirosos' se descubren a la semana; los entrenadores, después del primer partido jugado?

¿Está de acuerdo con incorporar nuevas técnicas de arbitraje en el fútbol?

Soy reticente con el 'telearbitraje'; cuando se perfeccione servirá para aplicar y mejorar algunos aspectos del arbitraje. Pero antes deberían mejorar otros aspectos y que los árbitros perfeccionen su aplicación práctica. Hace unos días firmé un artículo en www.esfutbol.net: 'Fútbol indescifrable', significando que deberían alinearse más jugadores en el partido, deberían revisarse las prórrogas actuales que acaban casi siempre en tandas de penaltis, la manera de jugar más tiempo útil en los partidos, fórmulas para que los mentirosos no rompan la fluidez del juego, modificación del valor de los empates, etc. Otro ejemplo: Para señalar los "fuera de juego" se argumenta que estaba adelantada la nariz, la cabeza, el flequillo, la oreja, la rodilla, etc. Para señalar penalti se valora la posición de los pies de los atacantes respecto a la línea del área... ¿Por qué no se maneja el mismo argumento para los "fuera de juego"...?

Aunque no es partidario de comparar, sino de disfrutar con los mejores, Marogar prefiere no catalogar a un futbolista como el mejor de la historia. Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Maradona, Messi, Cristiano?

Personalmente me molesta esta "simplicidad" que señala eso del "mejor". Para mí hay jugadores fuera de serie, excelentes jugadores y buenos jugadores... El peor jugador tiene habilidades importantes y positivas necesarias para un equipo. Tampoco entiendo por qué sólo se citan a los cuatro de siempre, yo recuerdo a jugadores tan buenos como esos: Cristiano, Messi, Amancio, Gento, Platini, Beckenbauer, Zidane, Puskas, Garrincha, Van Basten, Bobby Charlton, Luis Suárez, etcétera.

Mi teoría es muy peregrina, no hay un "mejor", Messi es muy bueno en el último cuarto de campo y goleando, pero no sabe hacer nada de lo que hace Busquets en el medio campo ni lo de Piqué cerca de su portero... Por eso los equipos necesitan de jugadores que complementen sus cualidades, físicas, técnicas, tácticas, mentales... De la lista que te he citado, de todos recuerdo auténticas "virguerías" del fútbol en sus distintos aspectos y siento una gran admiración por todos ellos...

Su amigo de la niñez, Vicente del Bosque, es el entrenador más laureado del mundo, quién se lo iba a decir a ustedes cuando jugaban en Garrido...

Como futbolista era muy bueno, empezó en juveniles goleando por calidad y altura. Tenía visión, empaque de centrocampista, veía el fútbol antes que los demás antes de recibir, le perjudicó algún periodista con llamarle 'Cámara lenta'. Porque no distinguían los tipos de velocidad del fútbol, la física, la mental... Era un entrenador vocacional en la formación de jóvenes y Lorenzo Sanz lo lanzó al primer equipo. Fundamentalmente fue un sabio escondido en su disfraz de hombre bueno, a veces la gente se equivocó con este talante. Y ganó porque infundía confianza, sensatez, buen hacer, formación y supo conjugar los distintos egos de manera maestra. Un hombre sencillo pero grande en sus concepciones, excesivamente humilde al que cuando las cosas no fueron bien muchos no le trataron con justicia.

Aunque con un gran equipo, ¿qué aportó Del Bosque en la 'Champions' del Madrid, la Copa de Europa de la Selección o el Campeonato del Mundo...?

Sobre todo inteligencia, sabiendo aprovechar los poderes más sólidos en aquel momento del Barcelona, complementando con Real Madrid y otros pocos jugadores de nivel. Fundamentalmente aportó grandeza de ánimo en un corpachón de hombre humilde, pausado, reposado y con criterio sobre todo cuando alguno de los suyos era atacado. Supo discernir públicamente lo que era mérito de los demás y sus aportaciones, pero el exceso de humildad también le perjudicó su imagen. Alguien se atrevió a decir que 'no sabía de fútbol', lo que resulta increíble en un futbolista de su nivel, y de un entrenador que analizaba el fútbol para hacérselo entender a los niños y juveniles... Su liderazgo democrático, su 'laissez faire', su tranquilidad en la banda, equivocó a muchos que se consideraban con licencia para criticarlo. Para mí, Vicente ha sido uno de los grandes del fútbol en la manera de dirigir a sus hombres...

D'Alessandro y Lillo

Jorge D'Alessandro es considerado uno de los futbolistas más relevantes y carismáticos de la época dorada del Salamanca. También inscribió su nombre como entrenador. ¿Cómo interpreta su figura?

Jorge fue un futbolista de lujo para una ilusionante Unión Deportiva Salamanca de aquellos momentos, un ídolo local como lo fuera Huerta, Rezza, Alves, etc., que aún forman parte de nuestra memoria colectiva. Con virtudes y defectos, Jorge ostentaba una personalidad desbordante, entonces ya ejercía como segundo entrenador en el terreno de juego. Muy respetado dentro y fuera de Salamanca, siempre me pregunté cómo la Unión no lo traspasó a equipos de más campanillas. Lo recuerdo en la Unión Deportiva Salamanca como entrenador, actuando siempre de "salvavidas", hasta en tres ocasiones incluso en la secretaría técnica en otros momentos de necesidad. Se lo tomaba muy a pecho, sufría mucho con el equipo, arriesgó más de la cuenta en lo personal hasta el agotamiento. Fue proverbial su gestión en la temporada 2009/10 cuando logró la permanencia de nuestra Unión en la última jornada; por todo lo aportado quizás le faltó más reconocimiento.

Pienso que los ídolos nos aportan representatividad, nos permiten presumir de ellos durante tiempo y, en justa correspondencia, deberíamos alimentarlos con reconocimientos duraderos. Pero, de tanto exponerlos, muchas veces disponemos de ídolos de 'usar y tirar' que borramos de nuestras memorias. Claro que ocurre en todos los sitios pero en Salamanca es muy común. Quizás Jorge debió tener una carrera de entrenador menos arriesgada, llegó a entrenar demasiados equipos en descenso, sin haber elegido a los futbolistas, sin poder planificar a medio y largo plazo? Con todo, en Figueras, Betis, At. Madrid, Mérida, Elche, Rayo Vallecano, Tarragona, Huesca, también pudieron comprobar sus proverbiales esfuerzos hasta el agotamiento con su pasión desmesurada?

Sus actuales aportaciones en programas deportivos son, para mí, una oportunidad perdida para que un profesional de su nivel nos transmitiera conocimientos en un ambiente más sosegado y menos vehemente. De hecho, su amigo José María García opinó (El Mundo, 8 de octubre de 2017): "El peor programa en la televisión, el peor espacio en el periodismo entero es 'El Chiringuito'. Es un auténtico despropósito?"

Juan Manuel Lillo, un técnico cualificado del que se guarda un buen recuerdo en la UDS, no ha triunfado aún en Primera. Usted lo conoce muy bien. ¿Qué explicación le da?

Lillo es un entrenador competente. Otra cuestión es que obtenga mejores o peores resultados. Si yo fuera Presidente de un club lo ficharía por una cifra importante para formar a mis jugadores de cantera, para incorporar conocimiento y fundamentos, para habilitar un equipo de futuro? Pero los presidentes quieren gregarios la mayoría de las veces y, sobre todo, resultados. Con Lillo se garantizarían una propuesta de buen juego, pero las alineaciones siempre las haría él, aparte de los resultados a corto; porque tiende a trabajar a medio y largo plazo, eso ya no se lleva?

Texto y fotos: Amador Vicente