Existió un famoso mesón que pertenecía a la parroquia de San Justo
y de ahí tomaría el nombre, y algo de cierto hay pues ya consta con este nombre en el siglo XIX. En el Catastro del Marqués de la Ensenada se recoge que pertenecía a la parroquia de San Justo y que en 1753 lo tenía arrendado a un mesonero que pagaba la cantidad de 450 reales por su arrendamiento.