La economía de Salamanca crece un 2,2%, por debajo de la media regional

EspañaDuero ha presentado hoy en Valladolid el undécimo número de "Previsiones Económicas de Castilla y León", que recoge los datos del segundo trimestre de 2017, así como las previsiones de crecimiento para los años 2017 y 2018. En el segundo trimestre, el Producto Interior Bruto (PIB) regional ha crecido un 0,7% respecto al primer trimestre, situándose la variación interanual en el 2,3% (2,5% en el trimestre previo). Para el conjunto de 2017, se espera un aumento del PIB del 2,5%, igual al previsto para 2018.

El crecimiento de la actividad ha sido generalizado y ha superado el 2% en casi todas las provincias de Castilla y León, exceptuando Palencia (1,9%) y León (2,0%). Los mayores avances se habrían registrado en Soria y Segovia, con tasas interanuales en ambos casos del 3,0%, situándose en torno al 2,5% las variaciones de Ávila (2,6%), Burgos (2,6%), Zamora (2,5%) y Valladolid (2,4%), en tanto que Salamanca habría crecido también algo por debajo de la media regional (2,3% de crecimiento del PIB). Por su parte, para el conjunto del año también se prevé un crecimiento generalizado de la actividad económica, con crecimientos por encima del promedio de Castilla y León en Soria (2,9%), Segovia (2,8%) y Burgos (2,6%), en tanto que Zamora y Valladolid pueden crecer a una tasa similar al promedio regional.

El avance de la economía salmantina: demanda interna y actividad empresarial

Salamanca ha mostrado un crecimiento del 2,2% en términos interanuales, según las estimaciones de nuestro Indicador Sintético de Actividad, similar al observado para el PIB regional (2,3%). El avance de la economía salmantina se ha debido al buen comportamiento de la demanda interna y de la actividad empresarial. Las previsiones para 2017 anticipan un crecimiento de la economía provincial del 2,3%, próximo al aumento de la producción previsto para Castilla y León (2,5%). El empleo se ha incrementado en un 1,4%en términos interanuales, aumento que ha estado en consonancia con el observado en el conjunto regional (1,5%).

Este repunte de la ocupación responde al buen comportamiento del empleo en los servicios, cuyo avance interanual ha sido del 7,5%, mientras que se han registrado importantes descensos en la agricultura (-19,4%), en la construcción (-11,4%) y en la industria (-10,9%). Por su parte, la cifra de desempleados ha disminuido un 6,5% respecto al segundo trimestre de 2016, en un contexto en el que la población activa se ha mantenido estable, lo que ha permitido reducir la tasa de paro hasta el 16,2% (-1,1 p.p. menos que en el mismo periodo del año anterior).

La actividad turística ha mostrado cierto estancamiento en la provincia entre enero y julio, ya que la cifra de viajeros alojados en establecimientos hoteleros y el número de pernoctaciones se ha mantenido estable con relación al mismo periodo del año anterior. El retroceso que ha experimentado la demanda nacional en los siete primeros meses del año, tanto en viajeros (-4,4% en términos interanuales) como en pernoctaciones (-4,3%), se ha compensado con el buen comportamiento de los turistas residentes en el extranjero (11,8% y 12,7%, respectivamente). Esta contención de la demanda ha incidido en la reducción de la oferta hotelera, disminuyendo el número de establecimientos (-4,7%) y las plazas hoteleras (-0,5%).

Los indicadores de demanda han experimentado una trayectoria dispar. En concreto, la matriculación de vehículos ha registrado el mayor dinamismo del conjunto regional entre enero y agosto, con un incremento interanual de la matriculación de turismos del 13,4%, que se eleva hasta el 27,5% en el caso de la de vehículos de carga (4,3% y -0,2% en Castilla y León, respectivamente). En cambio, la demanda exterior evidencia un severo retroceso en el primer semestre de 2017, tras registrarse un descenso de las exportaciones del 11,1% en términos reales, respecto al mismo periodo del año anterior, y una caída más acusada en términos monetarios (-20,2%), debido al menor valor de las exportaciones de bienes de equipo (-31,2%) y de semimanufacturas (-39,2).

En lo que concierne a la actividad empresarial, ese crearon 260 sociedades entre enero y julio, lo que representa un avance interanual del 4,8%, en contraste con el descenso observado en Castilla y León (-7,2%), si bien el capital suscrito se ha reducido de forma notable en este periodo (-85,9%). La trayectoria de las sociedades disueltas también ha sido favorable, disminuyendo un 23,1% en lo que va de año, lo que ha permitido reducir el índice de rotación de sociedades en 8,4 p.p. con relación al mismo periodo del año anterior, hasta situarse en el 23,1% (31,7% en Castilla y León).

El sector inmobiliario ha evidenciado una evolución positiva entre enero y julio, tras registrarse un avance del número de compraventas de viviendas del 6,6% con relación al mismo periodo del año anterior, aumentando tanto las operaciones de vivienda nueva (13,7%) como las de vivienda usada (5,3%). La trayectoria de las hipotecas sobre vivienda en el primer semestre también refl eja este repunte del mercado inmobiliario, mostrando un aumento del 2,4% en el número de hipotecas, respecto al mismo periodo de 2016, y un crecimiento más intenso del importe de las mismas (7,6%).

Respecto a la inversión pública, el importe licitado en la provincia ha ascendido a 83,0 millones en el primer semestre de 2017, lo que representa un notable avance con relación al mismo periodo del año anterior (175,6%). Este crecimiento se ha concentrado en el segmento de obra civil (421,6%), debido, fundamentalmente, a la licitación en mayo de las obras de electrifi cación de la línea férrea en el tramo Salamanca-Fuentes de Oñoro (en torno a 42 millones), ya que la inversión destinada a edificación ha disminuido en este periodo (-58,7%).

En lo referente a las previsiones económicas para Castilla y León, el PIB crecerá un 2,5% en 2017, una tasa similar a la prevista en junio. Desde el lado de la demanda, el consumo privado y el de las administraciones públicas pueden aumentar un 2,6% y 2,0%, respectivamente, en tanto que la inversión crecerá un 2,7%. En cuanto a la oferta, se espera una aportación positiva de los sectores no agrarios, estimándose un descenso para el sector agrario (-4,1%) y aumentos en el resto, entre el 1,0% de la industria y el 3,1% de la construcción y el sector servicios.

Respecto al mercado de trabajo, se prevé un crecimiento del número de ocupados del 2,0% para el promedio de 2017 (2,8% en España), que se debería al incremento en los sectores no agrarios. Cabe resaltar el crecimiento relativo en la construcción (3,4%), si bien por su aportación al volumen de empleo de la Comunidad Autónoma destaca el incremento previsto en el sector servicios, del 2,7%. Por su parte, la población activa descendería en torno a un 0,3%, de modo que la cifra de parados disminuiría en torno a un 12%, situándose la tasa de paro en el promedio del año en el 14,0%.

Para 2018, las primeras estimaciones señalan también un crecimiento de la economía castellanoleonesa del 2,5%, que seguiría apoyándose en el impulso de la demanda interna y en la aportación positiva de todos los sectores. Cabría reseñar el mayor ritmo de crecimiento en la construcción (3,3%), creciendo también a mayor ritmo que el conjunto de la economía el sector servicios (2,7%). En cuanto a la demanda, el consumo privado crecería un 2,5%, en tanto que el consumo público lo haría un 1,2%, repuntando la inversión un 3,2%. Por su parte, el empleo podría crecer un 1,9%, en tanto que la tasa de paro quedaría situada en el 12,3% en el promedio del año.

El PIB regional crece un 0,7% el segundo semestre

Según los últimos datos publicados de la Contabilidad Regional, el PIB de Castilla y León ha crecido un 0,7% en el segundo trimestre, una tasa inferior a la registrada en el mismo periodo de 2016, por lo que la variación interanual se ha moderado dos décimas, hasta el 2,3% (3,1% en España).

Este crecimiento continúa sustentado en la demanda interna, que ha supuesto una aportación positiva de 2,5 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2017, frente a los 3,3 puntos porcentuales del primer trimestre. Esta menor aportación se ha debido a la desaceleración del consumo y la inversión, aunque la ralentización ha sido más evidente en el primer caso, dado el aumento más moderado del consumo de las Administraciones Públicas (2,1% interanual), ya que, por el contrario, el crecimiento del consumo privado ha aumentado una décima, hasta el 2,6%. Por su parte, la formación bruta de capital ha crecido un 2,2%, produciéndose una desaceleración tanto de la inversión en construcción como en bienes de equipo. El saldo exterior ha restado puntos al crecimiento del PIB (-0,2 puntos porcentuales), aunque con menor intensidad que en el primer trimestre, ya que el aumento más moderado de las exportaciones (0,9% frente al 3,2% del primer trimestre) ha coincidido con un incremento también más moderado de las importaciones (1,2% en el segundo trimestre y 4,3% en el primero).

Por el lado de la oferta, el crecimiento en el segundo trimestre se ha debido al avance del sector servicios y de la construcción. En el sector servicios se ha registrado una mayor tasa de crecimiento (3,6%) que en el trimestre anterior, mientras en la construcción se ha observado una ligera desaceleración, hasta el 3,2%, y en la industria y el sector agrario se han producido sendos descensos en el valor añadido (-0,4% y -11,5%, respectivamente).

En lo que respecta al mercado de trabajo, la población activa ha disminuido un 0,6% en términos interanuales en el segundo trimestre, en tanto que el número de ocupados ha crecido un 1,5% (frente al 2,8% previo). Por ramas de actividad, el ritmo de creación de empleo se ha desacelerado en la industria, hasta el 1,1% interanual, y en la construcción, donde el número de ocupados ha disminuido un 1,3%, acentuándose además la caída del empleo en el sector agrario, hasta el -16,2%. Por el contrario, el ritmo de crecimiento del empleo en el sector servicios se ha intensificado, hasta el 3,8%. A su vez, el desempleo se ha reducido un 11,7%, disminuyendo la tasa de paro 1,8 puntos porcentuales respecto al segundo trimestre de 2016, hasta situarse en el 14,5% (17,2% en España).