La procesión del Rosario se engrandece con el escenario del casco histórico
El acto central se celebró en la Catedral Nueva, donde el deán, Jesús Terradillos, oficiaba una una oración al Santísimo Sacramento en la Capilla Mayor
Este sábado, la Real y Pontificia Archicofradía Sacramental de María Santísima Madre de Dios del Rosario y San Pío V celebraba la tradicional Procesión General del Rosario por las calles de Salamanca. Por noveno año consecutivo, desde la reorganización de la archicofradía en 2.009, el paso de Nuestra Madre de Dios del Rosario y su cortejo procesional recorrerían las calles del centro histórico de la ciudad de Salamanca.
La procesión comenzaba en el Convento de San Esteban con el siguiente recorrido: Salida del Convento de San Esteban (18h. aprox.), Plaza del Concilio de Trento, San Pablo, Quintana, Rúa Mayor, Cardenal Play y Daniel, S.I.B. Catedral de Salamanca (acto de Adoración al Santísimo Sacramento a las 20.00h. aprox.), Calderón de la Barca, Libreros, Traviesa, Serranos, Plaza de San Isidro, Antigua, Palominos, Rúa Mayor, Jesús, San Pablo, Plaza del Concilio de Trento y Convento de San Esteban.
Como en años anteriores, nada más comenzar el recorrido, el cortejo procesional se detenía ante el portalón de las Dominicas (Dueñas) que recibían a María Santísima Madre de Dios del Rosario con el canto de la Salve. De hecho, las Dueñas son madrinas de la Virgen.
El acto central de la procesión se celebraba en la Catedral Nueva de Salamanca. Un año más y como se viene haciendo estos años de atrás, se realizaba una oración al Santísimo Sacramento en la Capilla Mayor de la Catedral Nueva oficiada por el deán de la catedral, Jesús Terradillos García.
El paso fue portado por 74 costaleros y la música corrió a cargo de la Banda de Villamayor. Este año estrenaron las marchas 'Soléa dame la mano' de Manuel Font de Anta y 'Macarena' de Emilio Cebrián Ruiz. Entre todas las piezas que interpretaron destacó la adaptación de Hugo Sánchez Carpio y David Tavera del Himno del Rosario original compuesto por Aníbal Sánchez Fraile.
Fotos de Alejandro López