Más de 300 radicales se citarán el domingo en Barcelona a las órdenes de la CUP

Más de diez mil agentes están desplegados y listos para el servicio en Cataluña entre policías y guardias civiles (además de los Mossos d'Esquadra), pero aun así el «escenario inédito» es muy preocupante para los responsables de los dispositivos, según reconocen fuentes policiales a ABC. A medida que se acerca el domingo no solo perfilan sus maniobras los funcionarios, también quienes están dispuestos a agitar la calle: más de trescientos radicales, según las fuentes consultadas.

Alrededor de un centenar tiene previsto viajar desde Madrid a Barcelona, la mayoría miembros de la Coordinadora 25S (antifascista) y los numerosos grupúsculos que la integran, tal y como han detectado los expertos policiales en estos grupos. Se cree además que llegarán casi otros dos centenares de antisistema (aunque esta cifra es menos certera porque depende de múltiples factores) de varios países europeos: Italia, Grecia, Francia, Holanda y en menor medida de Alemania, todos vinculados al movimiento anarquista y okupa con las características propias de cada uno.

Los números pueden variar, sin embargo existe pleno convencimiento de que todos ellos se pondrán a las órdenes de la CUP y actuarán en función de las consignas que reciban tanto del brazo político como de los cachorros de Arran. «La CUP tiene una hoja de ruta política clara, pero no una hoja de ruta de kale borroka y eso precisamente es lo más inquietante: nadie sabe por dónde pueden salir. En otras convocatorias más convencionales se siguen unas pautas y unos patrones; aquí no», aseguran fuentes policiales. «Nos podemos encontrar con una movilización low cost o con una algarada violenta y ambos escenarios debemos tenerlos previstos».

A la cita se sumarán también proetarras del País Vasco y Navarra, como informó ABC. El pasado fin de semana ya aparecieron carteles en catalán y en euskera en los que se animaba a los jóvenes a desplazarse a Barcelona el sábado. Las sinergias entre los radicales de las tres comunidades son claras.

El caso de los grupos de extrema izquierda que viajarán desde Madrid preocupa a los expertos, dado que ya están muy bregados en las algaradas callejeras como son los distintos «Rodea al Congreso». Precisamente el domingo iban a protagonizar uno nuevo, pero la convocatoria se ha ido desinflado según han pasado los días en favor del traslado a Cataluña, por un lado, y, por otro, de mantener presencia en Madrid en la concentración convocada ese día por las Marchas de la Dignidad en la Puerta del Sol. La duda está en cuántos optarán por el viaje y cuántos por hacerse visibles en esa manifestación. Este es otro elemento de inquietud, dado el gran número de policías desplazados a Cataluña.

Escenario abierto

La Coordinadora 25S ha expuesto con claridad su posición ante el desafío del 1-O en su web. Bajo el lema «Madrid contra la represión, por la República y por el derecho a decidir» consideran que es «la primera ocasión desde la transición en la que el régimen del 39 y su continuación en el régimen del 78 se ven totalmente impugnados por la lucha popular. Y en esta ocasión l@s partidari@s de la democracia tenemos la victoria a nuestro alcance». Los grupúsculos que la integran (Izquierda Castellana, las Brigadas Antifascistas y los Bukaneros, entre otros) conceden una gran importancia al referéndum ilegal: «De lo que ocurra en estos próximos días va a depender cómo y en qué condiciones se desarrollará la lucha. La respuesta en la calle de rechazo a la ofensiva global del Gobierno es ahora vital». La cabeza visible es Elena Martínez, asesora de Bildu en el Congreso.

«Nos van a provocar para que actuemos pero la consigna será clara: solo autodefensa». Esa es la teoría, aunque los encargados de los dispositivos admiten que en el escenario del domingo y después «todo es posible».

De manera simultánea a estos movimientos, ayer se celebró en Barcelona una reunión de la Junta de Seguridad en la que volvió a hacerse evidente que el enfoque con el que la Generalitat y los Mossos afrontan la jornada del domingo es muy distinto del que emana de las instrucciones de la Fiscalía y de la juez del TSJC. En la reunión de la Junta de Seguridad, convocada de manera unilateral por la Generalitat, el consejero de Interior, Joaquim Forn, transmitió que la policía autonómica priorizará el mantenimiento de la «convivencia» al cumplimiento de las órdenes judiciales.

Una vez celebrada la reunión, Forn reconoció que «los Mossos, como policía judicial, tienen un mandato que no pueden obviar», pero que, a la vez, adecuarán esta orden, a la prioridad de mantener la «convivencia». Las palabras de Forn dan continuidad a los argumentos que el mismo mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ya había transmitido a la Fiscalía, advirtiendo de que el precinto de todos los centros de votación puede producir un gran problema de orden público. Como remachó Forn, los Mossos actuarán bajo los principios de «oportunidad, proporcionalidad y congruencia». Forn, en cualquier caso, dejó claro que «el compromiso del Govern es muy claro: que se pueda votar».

Frente a esta postura, el representante del Gobierno en la Junta, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, exigió a la Generalitat que suspenda la consulta. Nieto dejó claro que el mandato judicial es impedir la votación, pero que no se impedirá que cada uno viva como quiera la jornada del domingo, «sea como un pícnic o una manifestación». «No tiene por qué haber una respuesta violenta por parte de nadie», añadió.

Fuente: Abc.es