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La Reforma continúa…
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V CENTENARIO DE LA REFORMA LUTERANA

La Reforma continúa…

Actualizado 29/09/2017
Redacción

Intervención de Luis Fajardo dentro del IX Encuentro de Escritores y Comunicadores Evangélicos (ADECE), que preside A. P. Alencart, colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA

Hablar de la Reforma Protestante, a muchos españoles les suena extraño: es aquello que creen algunos fuera de nuestras fronteras, porque no podemos pasar por alto que hemos vivido, como el resto del sur de Europa la influencia e imposición del Catolicismo Romano.

Así que al Conmemorar el 500 Aniversario de la Reforma Protestante en este 2017, lo primero con lo que nos hemos encontrado ha sido con una oportunidad que nos brinda la historia, gracias a la providencia divina, de darnos a conocer un poco más, de mostrar a nuestra sociedad española que el pueblo Protestante existe, que tiene una fe arraigada y que quiere y tiene criterios que aportar a esta sociedad.

Aquella reforma propuesta por Lutero, y secundada por otros muchos, también encontró sus simpatizantes y seguidores dentro del mundo cultural y religioso, principalmente, de la sociedad española. Venía a ser la respuesta o confirmación para muchos hombres y mujeres de fe, que estaban deseosos de que se produjera un cambio necesario en los caminos mal orientados la Iglesia, y por ende de la fe cristiana. Cambio que por otro lado ya se empezaba a producir en nuestro país.

Hoy más que nunca en la iglesia en general (en todas las confesiones cristianas), se habla de la necesidad de cambios, transformaciones, adecuación a los tiempos que corren, etc. En una sola palabra, se habla de la necesidad de una reforma.

No se trata de cambiar los principios cristianos, sino más bien aplicarlos en toda su plenitud. Esto ya nos señala e indica que aquellos movimientos que existieron a lo largo de la historia cristiana y que fueron el detonante de lo que hoy conocemos como la Reforma, también vivieron tiempos y momentos que les plantearon esta necesidad.

Podemos decir que hoy también la iglesia en general tiene la necesidad de redescubrir su historia, aprender de ella y recuperar la esencia del mensaje cristiano que es el evangelio de Jesús. Y dar respuesta a los cambios y a las necesidades sociales desde las Escrituras. Aunque las sociedades evolucionan la propia Escritura se encarga de señalarnos que no hay nada nuevo bajo el sol (Eclesiastés 1:9).

Es importante recordar que la Reforma del siglo XVI fue multifacética. (religión, cultural, social, etc.). Además de la Reforma luterana y la Reforma calvinista, fue muy importante la Reforma Radical anabautista, y hubo hasta una reforma católica, representada especialmente por el Concilio de Trento y la orden jesuita. La ubicación social de cada uno de estos movimientos fue distinto: Lutero se identificó con los príncipes alemanes y el incipiente nacionalismo; Calvino estaba más cerca de las ciudades suizas y una proto-burguesía, mientras los anabautistas se identificaban más con las clases pobres y el naciente proletariado. Pero todos miraban hacia el futuro, que vendría a llamarse "modernidad", mientras que la Iglesia Católica medieval miraba más al status presente y se aliaba con el Sacro Imperio Romano y muchos aspectos del mundo medieval, viendo como enemigos al resto.

La pluralidad dentro del cristianismo tenemos que verla como algo inevitable, pero en su aspecto más positivo. El mundo protestante es muy plural, el mundo católico de hoy, también.

El proceso de la Reforma, que en un primer momento es profundamente pastoral -tal como lo muestran las 95 Tesis (contra las indulgencias) de Martín Lutero- es un proceso de revisión, de reajuste de toda la tradición, sin renunciar ni olvidar, pero sí de adaptar a nuevas situaciones y desafíos. Todo esto conllevará, como ya hemos señalado, una preocupación pastoral y social sin quedar aislada de una renovación teológica, que partirá de una hermenéutica fundada en la sola fe, en la única y sola gracia proclamada y vivida solamente por Jesús de Nazaret -proclamado, a su vez, como el Solo Cristo del Dios del Reino y revelado sólo en la sola Escritura, dando así solo la Gloria a Dios. Todo ello como un grito de unidad y de inclusividad sorprendente.

La reforma del Siglo XVI en España

Como hemos señalado España tuvo su propio intento de reforma.En España todo el proceso de los "descalzos" es parte de ese movimiento y las figuras, tanto de Pedro de Alcántara, junto con todo el movimiento franciscano, como la de una mujer impresionante como Teresa de Jesús (Carmelitas), entre otros, son parte de ese movimiento llamado -en general- Reforma.

Serán nombres importantes dentro del mundo intelectual español del siglo XVI Juan de Valdés, humanista, erasmista y escritor protestante español (traductor de algunas obras de Lutero) cuyo hermano, Alfonso de Valdés, ocupó entre otros el cargo de secretario del emperador Carlos V (probablemente era el portador de los escritos luteranos). A estos se sumarán humanistas de la talla de Francisco de Enzinas (traductor del primer N.T. al castellano en 1543 (dedicado al rey), obra que será revisada por Juan Pérez de Pineda (1556) y que distribuía en España Julián Hernández, paisano castellano (1559).

Fruto del ahínco de muchos hombres y mujeres, las ideas reformadas se propagaron por España: Nombres como Agustín de Cazalla, predicador y capellán del emperador, junto a Bartolomé de Carranza, Carlos Seso, Casiodoro de Reyna, Cipriano de Valera, etc. (Interesante la tesis del Doctor Constantino Bada Prendes sobre Casiodoro de Reyna y la Biblia del Oso).

Aquel intento de reforma como bien sabemos fue aplastado por el Santo Oficio, y se creó una división significativa entre la Europa del Centro-Norte y la Europa del Sur (Portugal, Italia y España). Algo que hoy todavía estamos pagando en cierto sentido.

Así que España tuvo que tener una segunda Reforma.

La segunda reforma

Movidos por el afán de anunciar el mensaje liberador y transformador del Evangelio proclamado por la reforma del siglo XVI, las iglesias del Centro-Norte de Europa se esforzarán por llegar a esta otra parte del continente. En el siglo XIX habrá un importante movimiento misionero de Alemania hacia Italia, y de Gran Bretaña hacia España y Portugal. En España se abrirán locales de culto en Galicia, Madrid, Cataluña, Andalucía, Castilla y León.

Valladolid, hacia el 1869, contará con la Iglesia de los mártires (IERE), un colegio evangélico en 1898 (cuando la enseñanza era un bien escaso) y una Asamblea de Hermanos en ese mismo año. Se dispondrá de mucha literatura (novela, poesía, revistas, etc.) que será un medio para dar a conocer los pilares reformados. (Para investigar sobre esta cuestión, es altamente recomendable la tesis del Doctor por la UVA D.Alberto Zazo Esteban "La literatura de la Segunda Reforma Española" dirigida por el Dr. José David Pujante Sánchez).

Los valores que se transmitirán serán la educación, la ayuda a los más necesitados y la defensa de las libertades (conciencia) teniendo como punto de partida el mensaje liberador de Jesús.

Los protestantes hoy

Dentro de su diversidad el mundo protestante español vive una época en cierto sentido convulsa (por la forma en que se deben afrontar nuevos retos que la sociedad plantea), y a la vez vive consciente de la gran responsabilidad que tiene en su misión de ser sal en medio de un mundo donde todo parece corromperse.

Pero por encima de toda esta diversidad, el protestantismo español, es un colectivo que cree en la libertad y la dignidad de todo ser humano, personificada en Jesús. Aquel que afirmó que en Él se es realmente libre y que Él da dignidad al hombre ante Dios.

Hoy las ideas de la Reforma siguen vigentes: nuestro país a nivel social, religioso, político necesita ser reformado, y la propuesta del mundo protestante español es que esto es posible viviendo la autenticidad de la fe en Jesús.

Aquellas máximas de la Reforma, Sola fe, Gracia, Cristo, Escritura, Sólo a Dios la Gloria, hoy siguen señalando la incapacidad del hombre por sí mismo para enfrentarse a los retos de la vida, tiran por tierra nuestra arrogancia y orgullo, acaban con el derecho que a veces pensamos tener de que merecemos algo por nosotros mismos, nos enfrentan con la realidad de la fragilidad de la palabra del hombre frente a la Palabra de Dios y nos señalan a la única persona que pasó por este mundo siendo auténtico.

Terminó con uno de los slogans que forman parte de la conmemoración del 500 Aniversario de la Reforma Protestante en España: La Reforma continúa?

Como proclamaron los reformadores: "Iglesia reformada, siempre siendo reformada".

Valladolid, 23 de septiembre de 2017

(*) Luis Fajardo es profesor de hebreo bíblico en el Instituto Bíblico y Oriental y en el Estudio Teológico Agustiniano. Forma parte del cuerpo pastoral de su iglesia y de la Comisión del 500 Aniversario de la Reforma Protestante en Valladolid.

Reportaje fotográfico de MGALA

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