Conjurar el olvido, Pablo Málaga y Jesús Miranda, diciendo y viviendo a Gabriel y Galán

Si el tiempo lo permite, ese exquisito patio de la Biblioteca de las Conchas se llenará del decir cercano, el decir de la tierra el jueves 28 de septiembre. Un otoño templado y reciente en el que recordar, de la mano de Pablo Málaga y Jesús Miranda, al poeta de Frades de la Sierra, al maestro que ejerció en Guijuelo y en Piedrahita antes de asentarse en la tierra de su esposa, en el hermoso valle del Ambroz cacereño.

¿Está olvidado Gabriel y Galán? José Antonio Sayagués, con el grupo Garufa, subió los versos del poeta a las tablas. Málaga, discípulo avezado, recoge la idea del espectáculo y lo limita a dos personajes dedicándole más espacio a los poemas. Sobre el escenario, en un montaje de su grupo de teatro 'Aforo completo', Málaga imagina a un poeta convencido de que su obra ha caído en el olvido y a quien recuerda sus mejores poemas.

Instado por el escritor Javier Prieto, Pablo Málaga ofrece en el marco plateresco de la biblioteca su visión de un poeta de verso quizás olvidado, pero cuyos poemas han marcado la memoria de varias generaciones: "La gente que lo recuerda lo tiene muy presente, es un poeta fácil porque es muy llano, fácil de leer y de entender. A él le gustaba ser un poeta popular, un poeta de la tierra que la gente sabía de memoria".

Una memoria que quizás no ha resistido el paso del tiempo. Los temas campesinos, el castúo que le convierte en un poeta extremeño donde está convertido en calle, escuela, instituto ¡Y pantano! su rima marcada? le hicieron un poeta aprendido de memoria que se escuchaba al amor de la lumbre, como lo recitaba mi madre "He dormido esta noche en el campo/con el niño que cuida mis vacas?". Málaga recobra ese valor del poema dicho, dicho con afecto en un montaje donde aparecen los poemas más significativos del autor, poemas que, para el maestro y director teatral han de recitarse como si se dijera prosa: "Lo difícil de este montaje es que el público no reciba los poemas como si se estuvieran recitando, sino que lo haga como si escuchara prosa. Lo complicado de los versos dramatizados es que hay que decirlos como si estuviéramos hablando en prosa, con naturalidad."

Gabriel y Galán de nuevo en esta Salamanca que lo convierte en biblioteca, ahí en la Avenida de Mirat, esta Salamanca del campo y de la memoria, de verso fácil de decir, de personajes entrañables, de puro corazón de la tierra. Gabriel y Galán en sus versos y en la voz de dos actores de teatro que no temen al poema ni al olvido para llevarnos de nuevo a la tierra que vio nacer estos surcos literarios del autor salmantino. Si el tiempo no lo impide, en el patio plateresco de una Casa de Libros y versos, en la voz y de la mano de Pablo Málaga y de Jesús Miranda.

Charo Alonso