El salmantino Antonio Grande abre la puerta grande de La Glorieta el día de su debut con picadores a base de verdad y entrega; Toñete firmó pasajes aislados al natural y Leo Valadez se queda en voluntarioso
MARÍA FUENTES
Si el alma, como afirmó Aristóteles, es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos, debemos cuidarla y hacerla crecer. Lo que brota del alma es eso que se siente y se interpreta de forma innata, el alma es eso que en el toreo brota para regir los vuelos aunque sean las muñecas las que dirijan el movimiento. Brotó hoy alma de Grande en un Antonio que sueña el camino de la gloria y no quiere verlo de lejos. Quiere el salmantino ser porque es consciente también de que el alma tiene ilusiones y son precisamente estas las que lo sostienen.
Sostuvo los trastos a punto ralentizado cuando lanceó a 'Gamberro', escaso de todo, y le ganó el paso manejando el capote a la verónica y se ajustó con unas chicuelinas templadas y ajustadas. Le dio sitio, midió los tiempos para ejecutar derechazos con clase y son al natural. Era el mismo Antonio que se anunciaba en la clase práctica de hace un año, pero todo había sido cambio hacia una tremenda evolución. En empaque, en raza, en técnica y en valor. Y todo eso se vio con un 'Furioso', ovacionado de salida, que se arrancó de largo al caballo. Con movilidad y ritmo. Torería innata en los inicios para bajarle después la muleta al suelo, la figura erguida y las piernas firmes. Bajó el mentón para ejecutar a un toro que reclamaba exigencia con un buen pitón derecho siempre por abajo sin levantar los vuelos para que éste de Esteban Isidro no tuviera otra opción. Se la puso también al natural, al pitón contrario, y el novillo respondía mientras Antonio Grande culminaba con la estocada el alimento para ese alma de quién emprende el camino difícil con hambre de contratos y firmeza para exigirlos.
Firmeza tuvo un Toñete al que le faltó decisión y poder para ejecutar. Vuelve a pasar por La Glorieta dejando solo pasajes aislados, con alarde de evolución sin culminar, con clase para recetar media decena de naturales al soso y reservón tercero siendo esa su mejor baza, una mano izquierda que apunta cada vez que le da el pecho que no brotó ante su segundo oponente por el excesivo castigo en varas. Quedó en eso como en poco quedó el paso de Leo Valadez. Sin opciones ante su primero que se mató contra un burladero a la finalización del tercio de banderillas y no sentenció tampoco ante su segundo. Voluntarioso en un quite por lopecinas. De uno en uno con la diestra y una estoca que valió una oreja, sin trasmisión más allá de eso y sin alma para llegar al tendido.
Hoy para eso estaba un tipo menudo y serio que puso el corazón y recordará siempre este 12 de septiembre. Un Antonio Grande que ha iniciado el rumbo en una tarde en la que puso el alma con la verdad propia de quién tiene raza y ambición para ser.
Reportaje gráfico: Adrián Martín
FICHA DEL FESTEJO
1ª de abono. Novillos de Esteban Isidro. 1º se mató en un burladero; 2º noble y flojo; 3º con movilidad áspera y exigente: 4º, noble, corto de recorrido, 5º con presencia y duración; 6º embestida con clase, y buen fondo
Leo Valadez, silencio y oreja.
Antonio Catalán 'Toñete', ovación tras aviso y silencio.
Antonio Grande, que debutaba con picadores, oreja y dos orejas.