Lorenzo Rodríguez lidió un encierro de nota que sacó en volandas a Joao D'Alva y Manuel Diosleguarde
Lorenzo Rodríguez 'Espioja' cae de pie en La Glorieta. Aterriza en su casa en pro del toreo, en beneficio de la Fiesta y creando afición. Porque trajo Lorenzo a Salamanca un encierro de alta nota. Una ganadería que pocas veces falla, un hierro que pide más. 5 de 6. Menos 'Estrellado', el abreplaza, sirvieron todos. 'Torerito', el segundo, ya fue otra cosa y apuntó a lo que venía después. Con movilidad y transmisión, de encastada embestida, humillaba a los toques del pequeño de los Adame. Está en novillero, tiene raza y oficio y no se arrugó.
'Relojero' fue otro bravo animal que pedía mano bajo y seguridad en los toques, y acusó la falta de oficio de un Rubén Blazquez que fue todo ganas y arrojo sin acabar de encontrar el sitio. El de mayor nota fue 'Manzanito', premiado con la vuelta al ruedo. Repetía por abajo y quería comerse los chismes de un asentado Joao D'Alva. Ritmo y buen son tenía el bravo animal, en un trasteo de muy buena enjundia y estructura. Gustó el portugués por la buena colocación, más por las buenas formas que se le intuyen, como pasó con un Diosleguarde de tremenda evolución que no se arrugó ante la exigente embestida de 'Caretito', otro novillo de nota. Vio enseguida el salmantino el excelente pitón izquierdo del animal y supo arrancarle encajado tres series de naturales de nota. Tiene valor y tiene raza el novillero como la tuvo Miguel Senent que sé topó con otro bien animal de Espioja, que humillana con clase y codicia.
Fue la tarde en la que Diosleguarde y Joao D'Alva salían en volandas y en la que Lorenzo Rodríguez, ese ganadero honrado que conoce de primera mano el sacrificio y la entrega, logró el objetivo. Hoy, en su debut en La Glorieta, cumplió.
FICHA DEL FESTEJO
Salamanca. 3/4 de plaza para presenciar la segunda clase práctica del certamen internacional de novilleros.
Eusebio Fernández, oreja
Alejandro Adame, oreja
Rubén Blázquez, oreja
Joao D'Alva, dos orejas
Manuel Diosleguarde, dos orejas y rabo
Miguel Senent, oreja
Fotografías: Miguel Hernández