Ni me acuerdo la última vez que nuestros políticos le dieron la oportunidad de actuar ante sus paisanos
El caso del cantante salmantino Danny ya clama al cielo. Ya ni me acuerdo la última vez que nuestros políticos le dieron la oportunidad de mostrar su arte (que es mucho y bueno) ante sus paisanos. Creo recordar que el último concierto fue en Anaya, seguido por numerosos público y fans, porque este artista es muy querido en su tierra.
Hay que recordar que este artista dedicó hace unos años un himno a Salamanca, producido y escrito por él mismo con una letra perfectamente entendible y cercana y una música muy pegadiza, todo ello armonizado por su potente y bien timbrada voz.
El único tema que en los últimos tiempos suena de vez en cuando en nuestras emisoras y que dibuja nuestra tierra con sorprendente exactitud y calidad musical. Un himno hecho con el corazón porque Danny se siente muy salmantino y allí donde va y habita (vive en Gijón) siempre hace gala de ello.
Pero en esa misma medida de entrega en todo lo que hace a su tierra, en esa misma medida, pero al contrario, lo tratan aquí los programadores de nuestras fiestas de septiembre. Me cuenta su representante que el desprecio es absoluto, que ni tan siquiera se dignan recibirle, ni conceden una cita para hablar sobre su posible actuación en su tierra.
Yo no sé si habrá alguna circunstancia especial que desconozco (si es así, me gustaría que alguien me informara al respecto porque como salmantino y seguidor de la carrera artística de Danny quisiera saber por qué, a pesar de que él lo intente año tras año, le niegan poder actuar en su ciudad, en su tierra, y en virtud de ello nos niegan a nosotros, sus fans, poder disfrutar de sus canciones y espectáculos).
Su último disco, "Cantando, Al alba", tiene el sello de la corrección melódica de su productor habitual, José Ramón Feito, un artesano del oficio siempre brillante. Danny reúne en este CD, un ramillete de temas que él canta de forma habitual en sus actuaciones en directo. Temas que a todos, de los cuarenta para arriba (¿o es para abajo?) nos diseña el retrato de una juventud aún cercana. "Al Alba", de Aute (te echamos de menos genio), que en la voz de la gran Rosa León tuviera inquietantes agallas melodramáticas, ha sido una canción versionadísima.
La última que me viene a la mente, la de José Mercé, en aires de bulería. Danny se acerca a ella con mucho respeto y sin extraños experimentos. La hace muy melódica, en un vaivén de serena balada que se acerca mucho al original. Mi consejo es que escuchen el disco porque da gusto oír en su voz temas que nos traen tantos recuerdos y vivencias; canciones que nunca pasan de moda y que decoran nuestra vida, musicalmente hablando, ayer, hoy y siempre, canciones que tienen el don de la ubicuidad. La versión de "Guitarra suena más bajo" del feo y genial Nicola Di Bari es preciosa?
En fin, ya que quienes deciden desde la alta institución, quien viene y quien no viene a nuestras fiestas, continúan en la idea de vetar a este artista salmantino e impedir que sus seguidores lo vean y disfruten, quedémonos con sus discos, con su voz y su talento.
Toño Blázquez