La soledad provoca la mayoría de las llamadas al Teléfono de la Esperanza de Salamanca

Una llamada de teléfono, una voz que brinda la ayuda buscada al otro lado de la línea; la primera, la de ser escuchado. Para barrer la soledad, la desesperación, los miedos, las preocupaciones... no hace falta estar al límite para llamar al Teléfono de la Esperanza. Una llamada gratuita, anónima y de apoyo para las personas que se encuentren en una situación de crisis emocional.

En 2017, el Teléfono de la Esperanza cumple en España 46 años escuchando a las personas, a las familias y a la sociedad; más de 15 en Salamanca, siendo el voluntariado la piedra angular de una labor centrada en la escucha activa e intervención en crisis y en la promoción de la salud emocional, tan importante como la salud física.

Voluntariado comprometido y con un alto nivel de formación para "acompañar a la persona que llama y ayudarla a que encuentre sus propios recursos" para afrontar la situación, tal y como explica María Jesús Iglesias, nueva presidenta del Teléfono de la Esperanza en Salamanca desde el pasado mes de junio. Con una larga trayectoria como voluntaria, al igual que María José, vicepresidenta, que apunta que "la ayuda es mutua", porque la labor del voluntario supone un aprendizaje constante y "un enriquecimiento como persona".

Cien llamadas a la semana

Al otro lado del Teléfono de la Esperanza siempre hay alguien dispuesto a escuchar, las 24 horas, los 365 días del año. Absoluta confidencialidad y profesionalidad para que cada llamada sea correctamente atendida. El Teléfono de la Esperanza de Salamanca cuenta actualmente con 30 voluntarios, recibiendo una media de cien llamadas a la semana.

Antes de atender las llamadas, los voluntarios han recibido un completo programa de formación en desarrollo y crecimiento personal que incluye, además, un periodo de unos 3 meses de coescucha supervisada. El voluntario aprende a ayudar, a empatizar, a respetar a la persona sin juzgarla ni comparar, a desarrollar su motivación, cualidades y habilidades para la ayuda y, sobre todo, a escuchar.

La soledad, acrecentada en las noches o en épocas del año como la Navidad, es la causa de muchas de las llamadas que atienden los voluntarios, una ayuda que se ha hecho más necesaria que nunca durante la crisis económica, con la pérdida de trabajo y la consecuente inestabilidad que genera. De hecho, aunque atienden muchas llamadas de personas mayores y que viven solas, ha aumentado el número de usuarios con edades comprendidas entre los 40-50 años.

Ser voluntario del Teléfono de la Esperanza no es fácil, porque "hay situaciones muy duras", como la de ayudar a la persona que llama inmersa en una crisis de tipo suicida. Los datos reflejan una realidad a la que no como sociedad parece costarnos hacer visible. De las más de 93.000 llamadas recibidas por el Teléfono de la Esperanza en toda España durante 2016, 1.517 fueron llamadas con temática suicida.

Si por algo se ha distinguido esta entidad de voluntariado a lo largo de estas cuatro décadas ha sido por evolucionar y formarse acorde a los nuevos tiempos. "Hay mucho sufrimiento y deja mucho sufrimiento", y de ahí la importancia de "formarnos para ser efectivos cuando alguien pide ayuda", subraya Iglesias.

Salud emocional

Además del servicio de escucha, orientación y asesoramiento profesional (psicólogos, psiquiatras, abogado...), el Teléfono de la Esperanza desarrolla a lo largo del año un completo programa para promover el cuidado de la salud emocional a través de cursos, talleres, grupos de formación y autoayuda, seminarios, conferencias?

"Buscamos una sede más grande en Salamanca"

"Dinamizar, aumentar la participación" y "buscar una sede más grande", porque su actual ubicación, en la Plaza Gabriel y Galán, se ha quedado pequeña para poder hacer actividades. Son los objetivos prioritarios de la nueva junta directiva elegida el pasado mes de junio para tomar las riendas de la coordinación del Teléfono de la Esperanza en Salamanca.

Una labor tan importante como callada, por lo que, como señala la presidenta "queremos divulgar y que se conozca mejor la labor del Teléfono y que sea más valorada por las instituciones".

Teléfono de la Esperanza

923 22 11 11 / 902 500002

Cursos del Teléfono de la Esperanza en Salamanca

El Teléfono de la Esperanza de Salamanca organizará durante el próximo curso 2017-2018 más de una decena de cursos, dirigidos a aquellas personas que quieran satisfacer su deseo de crecimiento y desarrollo personal. Cursos, que se desarrollan en grupos de 10-12 personas guiados por un coordinador, y cuyo objetivo es favorecer el aprendizaje de nuevos comportamientos para mejorar las relaciones y potenciar las herramientas de comunicación.

Los cursos serán Inteligencia Emocional, Gestionando las emociones, El sentido de la vida, Aprendiendo a vivir, La alegría de vivir, Autoestima, Comunicación no violenta I, Comunicación no violenta II, Inteligencia Espiritual, Emociones tóxicas, Valores para vivir, Mindfulness y Taller del Perdón.

Todas las personas interesadas pueden realizar la inscripción a patir del 1 de septiembre, mediante mensaje en el teléfono 923 226 235 o en la sede del Teléfono de la Esperanza (plaza Gabriel Galán, 3), de 19 a 20.30 horas (de lunes a jueves), o al correo [email protected]. Los cursos darán comienzo en el mes de octubre.

Cuatro décadas de escucha activa

El Teléfono de la Esperanza está presente en una treintena de provincias españolas, en Oporto y en diferentes países de Latinoamérica. Concebido para mejorar la salud emocional de las personas, durante sus más de 40 años de historia, los voluntarios del Teléfono de la Esperanza han atendido más de cuatro millones de llamadas de personas en situación de crisis emocional.

"La escucha activa es, en sí misma, terapéutica", subrayan desde el Teléfono de la Esperanza. Escuchar de forma activa requiere prestar atención a nuestro interlocutor, entender el mensaje que nos transmite y además captar los sentimientos que subyacen a lo que dice y, por último, comprender lo que el interlocutor demanda.