Santa Teresa pudo despedise de sus albenses
El mal tiempo dio un breve respiro para que los albenses pudieran decir adiós a su patrona hasta el mes de octubre
Santa Teresa volvió a clausura tan solo tres días después de abandonarla. Sin embargo, no lo hizo sin suspense. Sin que todos los albenses mirasen y clamasen a un cielo en tempestad una breve tregua para poder acompañar a su patrona por las calles de Alba de Tormes en su último adiós antes de volver a clausura hasta el mes de octubre. Al igual que sucediera el año pasado, la imagen de Santa Teresa estuvo acompañada y guiada en primera instancia por un retrato de Enrique de Ossó, portado por las teresianas.
Parece ser que el cielo escuchó las peticiones albenses, pues la tormenta amainó justo el tiempo necesario para que la procesión discurriera sin ningún altercado de tipo meteorológico. Una vez hecho el recorrido, Santa Teresa regresó al convento de las Madres Carmelitas, esperando el paso del tiempo hasta volver con sus albenses.