Las fiestas de la Transverberación, un encuentro privilegiado con Teresa

Una fiesta religiosa de la Transverberación 2017 muy variada y rica de representación entre gente de Alba y de los pueblos vecinos, peregrinos de diversos lugares. Y también las religiosas de la Compañía de Santa Teresa (Teresianas) que el año pasado 2016 concurrieron en este día con motivo de la inauguración de una calle dedicada a su fundador, San Enrique de Ossó, el sacerdote catalán que inaugura la peregrinación religiosa moderna a nuestra villa en el año 1877, han vuelto a repetir la experiencia este mismo año haciéndose presentes con un nutrido grupo de religiosas de varias comunidades. Un grupo que rondaba las 90 personas.

Siempre tratan de seguir las huellas de su fundador, que muchas veces acudía a Alba de Tormes en esta misma fecha por su especial devoción al corazón de santa Teresa, para él, el símbolo más intenso de la persona y actividad teresianas. Pero en esta ocasión querían además cumplir dos gestos muy significativos de sus deseos de vincularse más a la villa teresiana.

Se trataba de entregar un gran cirio votivo pintado con la silueta de Enrique de Ossó y el escudo congregacional que desean permanezca siempre en el sepulcro teresiano como signo de la presencia espiritual del fundador, al cual podemos considerar como el mejor teresianista del siglo XIX y el que levantó, junto al obispo salmantino Martínez Izquierdo, el movimiento teresiano español antes del centenario de 1882.

Y así lo hicieron al comienzo de la misa solemne, entregando dicho cirio y encendiéndolo, a la vez que colocándolo encima del altar. Gesto que interpretaba el prior de los Carmelitas, que hizo de celebrante principal, con estas palabras: "Transmite y transmitid a toda vuestra Congregación, las hijas de san Enrique de Ossó, que este cirio votivo, desde hoy, queda para siempre en Alba de Tormes, y que aquí lucirá junto al sepulcro de santa Teresa cuando vosotras estéis presentes en este lugar como signo de la devoción teresiana del Padre y de sus hijas las Teresianas. Muchas gracias por el don".

E inmediatamente la priora del monasterio de Alba entregó a otra hermana teresiana las llaves de las puertas doradas del antiguo relicario del corazón, lugar de predilección de Ossó para su oración en la iglesia del sepulcro. Así lo interpretaba el mismo celebrante: "Nosotros y vosotras sabemos de sobra que estas puertas antiguamente daban acceso a la contemplación de la reliquia del corazón transverberado de Teresa de Jesús; y que además éste lugar era el preferido de San Enrique de Ossó para estar a solas orando junto a Teresa. Las dejamos abiertas durante toda la celebración eucarística porque es como el signo eficaz de la presencia espiritual de este enamorado de Jesús y de Teresa entre nosotros".

En diversos momentos de la celebración se habló ya del próximo jubileo teresiano (15 de octubre 2017-2018), el primero que se concede a Alba de Tormes en la forma del Jacobeo, es decir, siempre que la fiesta de santa Teresa coincide en domingo. Además del agradecimiento al Papa Francisco por esta concesión especial, se invitó a todos a tomar conciencia del momento que se presenta como una tarea ilusionante, a pesar de que el tiempo disponible de preparación sea poco por la inmediatez de la fecha.

Como es costumbre, la fiesta religiosa terminó con la procesión de santa Teresa y su regreso a la clausura conventual, con la nota especial de que este año también procesionaba una efigie de San Enrique de Ossó, llevada en andas por sus hijas espirituales. Una procesión llevada a cabo en manera rápida, pero digna, dado que el tiempo amenazaba lluvia, como ocurrió horas después cayendo sobre la villa una granizada impresionante.

Hay que recordar otro detalle, y es que apenas llegadas estas religiosas a Alba de Tormes se concentraron antes de la Misa en la iglesia de San Juan de la Cruz (Padres Carmelitas) para tener un encuentro de oración. Ante el cuadro de Enrique de Ossó y de un óleo que representa al obispo salmantino antes citado, Martínez Izquierdo, su amigo intimo que compartía la misma inquietud teresiana, hicieron entrega del documento oficial de nombramiento de Hermano espiritual de la Compañía de Santa Teresa al carmelita Manuel Diego Sánchez, el cual agradeció el gesto y lo recibió como un reconocimiento a todo el Carmelo de Alba de Tormes, masculino y femenino. La carta de hermandad emanada por el Gobierno general de las Teresianas, lleva la fecha de Roma, 1 de junio del 2017.

Está claro que estas fiestas teresianas de verano, ligadas a la gracia mística de la transverberación, y celebradas con una especial solemnidad sólo en Ávila y Alba de Tormes (aquí con carácter incluso civil), se van consolidando como un encuentro privilegiado con el mundo de Teresa, y cada vez encuentran más respuesta y aceptación en vecinos de la villa y devotos teresianos de afuera.