El debut de la Orquesta Barroca, codirigida por Bernardo García-Bernalt y Pedro Gandía, ha contado con Carlos García-Bernalt y Marta Infante
El concierto de música barroca "Música para una Universidad festejante", a cargo de la Academia de Música Antigua de la UNAM, en colaboración con la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca, clausura este domingo, 27 de agosto, el intenso programa académico y cultural que el Estudio salmantino ha presentado en la I Feria Internacional del Libro Universitario, organizada por la UNAM.
El debut de la Orquesta Barroca de la UNA, codirigida por Bernardo García-Bernalt y Pedro Gandía, que actuó además como concertino, ha contado además con el continuista de tecla Carlos García-Bernalt y la mezzosoprano solista Marta Infante. Por parte de México, el concierto contó con el apoyo de los profesores Raquel Masmano y Rafael Sánchez, mientras que Jorge Cozalt fue el coordinador de los ensayos previos al estreno, en el que también participó el grupo vocal Concierto Latinoamericano.
El programa del doble concierto, el primero celebrado el sábado en el Auditorio Simón Bolívar de Ciudad de México con presencia de la vicerrectora de Internacionalización de la Universidad de Salamanca, Mª Ángeles Serrano, y el domingo en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM, estuvo compuesto por obras de los compositores del setecientos Juan Martín Ramos, Francesco Geminiani, Felipe Prats, Juan Antonio Aragüés, y Arcangelo Corelli.
Historia ligada a la música
La historia de la Universidad de Salamanca está ligada a la música prácticamente desde su fundación. De hecho, Alfonso X, en 1254, estableció en el Estudio salmantino una de las primeras cátedras musicales universitarias, que se mantuvo activa hasta finales del siglo XVIII y por la que pasaron personalidades de la talla de Bartolomé Ramos de Pareja o Francisco Salinas.
Pero, además, la música ha tenido desde siempre un enorme protagonismo en la organización ceremonial de la institución, hasta el punto de que en el siglo XVIII se erigió una capilla musical propia, equiparable a la de algunas catedrales hispanas, cuya principal función era solemnizar las numerosísimas celebraciones que se realizaban en la Real Capilla universitaria de San Jerónimo.
En el archivo de la Universidad de Salamanca se conserva una colección de cerca de 300 obras relacionadas con la actividad de esta capilla, que constituyen un valioso reflejo de las prácticas musicales de la institución en el Siglo de las Luces. Su repertorio es, lógicamente, uno de los focos de investigación y trabajo de la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca que, en esta ocasión, se ha querido dar a conocer en México.
Estos ochocientos años de historia ligados a la música se han reflejado en el intenso programa musical que la Universidad de Salamanca ha ofrecido como invitada de honor, en FILUNI. Una propuesta que busca establecer un diálogo entre repertorios e intérpretes españoles y mexicanos.
En este sentido, el programa musical que la USAL ha llevado a México se estructura en dos vertientes: por una parte, persigue que los programas culturales de ambas instituciones dialoguen y, por otra, que se recuperen, promocionen y difundan determinados repertorios singulares de la capilla universitaria. Para ello, el proyecto plantea dos líneas de actuación distintas y con una referencia cronológica diferente: música y poesía española y mexicana en el ámbito de la polifonía de los siglos XX y XX, y música de la Universidad de Salamanca en el Siglo de las Luces.