Miguel Martín, cuerpo y alma para protagonizar la película ‘El Pastor’

Charo Alonso: Eres hombre de pocas palabras, Miguel?

Miguel Martín: Sí.

A la espalda, la sólida, la erguida espalda de Miguel Martín, Salamanca se dora lentamente en un atardecer desolado. Hay un hálito triste por los atentados en Barcelona y una voluntad inamovible de seguir hacia adelante. Ese empeño feliz del trabajo bien hecho que ha conseguido que la película salmantina 'El Pastor' que protagoniza Miguel Martín, se exhiba una semana entera en un cine de la capital.

¿Cómo vivisteis la proyección de la película en dos salas llenas en Vialia?

Aunque el estreno en el Liceo fue muy emocionante, para mí la de Vialia ha sido la mejor proyección por esa pantalla en formato grande, la sala llena? Estamos muy contentos y satisfechos con la respuesta y el apoyo de la gente.

¿Cómo es trabajar con un director como Jonathan Cenzual?

Es una gran experiencia. Es una persona que sabe lo que quiere y que sabe cómo hacerlo, eso es la base de cualquier proyecto, que alguien sepa muy claramente qué quiere conseguir y cómo.

¿Y lo consigue?

Claro.

Eres un actor de teatro que ha trabajado en el cine. ¿Qué prefieres, trabajar en el escenario o frente a la cámara?

Yo prefiero trabajar. El medio es lo de menos. A mí me gusta el teatro, es más mi medio, es esa inmediatez, lo que es ya y ya? no hay posibilidad de cambio. En el cine puedes corregir, en una función lo hecho hecho está. "El Pastor" es mi décima película, he trabajado en Celda 221, Sud Express, Impávido, De Salamanca a ninguna parte, Concursante? He hecho figuración en Octavia con Martín Patino, en Los fantasmas de Goya de Milos Forman? Me gusta trabajar en todos los medios, vídeo, música, cortos, bailes, talleres? trabajar.

Magia, teatro, música, baile, expresión corporal? desde El Gran Café Teatro de la Vega, hace mucho, mucho tiempo, Miguel Martín y Maribel se dedican al teatro con esa fuerza y ese talento inusitado pleno de empeño y de tenacidad. La gente del teatro salmantino, herederos de Juan dell´Enzina hacen suyos plazas, patios, calles museos y teatros para mostrar esa tarea empecinada de ser otros, de devolvernos el gusto por el humor. El mismo cómico que recorre los pueblos de la provincia y convierte en escenario cada espacio, se entrega a la cámara con la misma intensidad. Un físico rotundo, una mirada intensa y sabia, esa sonrisa? y un talento oral lleno de finísimo, conciso humor: Miguelón.

¿Cómo afrontaste el personaje de Anselmo en la película "El Pastor"?

Empecé cuando Jonathan me dijo definitivamente que contaba conmigo. Estuve pensando, meditando, pensando y pensando y decidí que lo mejor era no actuar, no hacer de pastor, sino ser el pastor.

Carmen Borrego: ¿Y cómo se prepara el trabajo de un pastor?

Estuvimos unos días trabajando con el auténtico pastor del rebaño para coger un poco las palabras con las que se dirige al rebaño, los gestos básicos de su trabajo con el rebaño. Eso fue relativamente fácil, lo difícil fue que desde un principio decidí que yo iba a ser el pastor.

Y lo fuiste, no podemos por menos que felicitarte siempre por este trabajo de interpretación, por darnos este personaje tan especial. ¿Cómo fue el ambiente de rodaje de esta película?

Muy agradable, lleno de solidaridad, de ayuda mutua, muy gratificante. Todos nos conocíamos, nos ayudábamos?

¿Cuál es tu trabajo actual en el teatro?

Soy actor fundador y coordinador desde el principio del Gran Teatro de la Vega, por ahí han pasado muchos nombres del teatro salmantino, muchos. Y ahí estamos, con 'Cinco personajes en busca de actor' y 'Fuga en mi renol' con el Maestro Ruiz?

Humor, lenguaje ágil, situaciones absurdas? pero aquí estamos hablando de un personaje callado, con retranca, pero que se envuelve en el silencio. Una de las cosas más logradas de tu interpretación de Anselmo es esa energía contenida, ese silencio?

Es verdad, ha sido mi primer protagonista, un personaje que va a quedar ahí, que admiro mucho? yo vengo del mundo del campo, de Mozárbez, de la labor? no me era desconocido ese mundo y creo que eso se nota a la hora de construir el personaje.

¿Cómo afrontaste la escena final?

Con coraje. Luego con una gran tranquilidad. En el cine no se rueda normalmente de forma cronológica, si fuera así sería más fácil de interpretar. Por ejemplo, mostrar esa tensión cada vez mayor cuando te van cargando los vecinos? ese juego de emociones, al no grabarse seguido, es más difícil de interpretar.

Eres un actor muy preparado, con unos estudios de teatro muy diversos? ¿Cuándo sentiste que ibas a dedicarte al teatro a tiempo completo, como profesional?

Hay un momento en el que ves que lo mejor que puedes hacer para ti, para los demás, es dar a conocer a otros lo que es el arte. Y mejor si ese arte está vinculado con el humor. El amor al arte, que es el título de uno de los espectáculos, así, todo junto. Es amor al arte por amor al arte.

Tu compañero, tu amigo Pablo Málaga dice que en Salamanca hay muy buen teatro pero quizás no buenos gestores de teatro.

Falta trabajo continuado. Se echa de menos una compañía estable con un teatro estable.

¿Darías el salto a Madrid? ¿Qué prefieres, trabajar para la lente o para el ojo del espectador teatral?

Yo voy a Madrid cuando voy a trabajar, nada más. Y aunque me gusta el teatro, eso que dices de la lente? es increíble que el personaje quede ahí, como ha quedado el pastor ya para siempre. Nunca se lo voy a dejar de agradecer al director, este personaje.

Carmen Borrego: Para mí hay dos protagonistas en la película, el pastor y la cámara.

El manejo de la cámara de Jonathan es increíble, increíble. Los cielos, los animales, las caras? verlo todo montado, trabajo que también ha hecho Jonathan eligiendo lo que le gusta, lo que le sirve, descartando, poniendo, quitando? verlo todo es increíble. Y ese hombre que no necesita grandes cosas, que tiene esos pequeños gestos, que es de verdad? Creo que debíamos aprender de él, dejar atrás los pensamientos negativos que nos hacen tanto daño. Pensamientos negativos que se convierten en odio y que pueden llevar a matar a alguien, como estamos viendo ahora.

¿Tú no necesitas grandes cosas?, Miguel, ¿Has pasado frío en la dureza de la vida de tu pastor? ¿Hubieras acabado la historia de otra manera?

Yo no necesito grandes cosas. Y sí, pasamos frío, calor, cansancio, caminamos kilómetros y kilómetros? y si hubiera acabado de otra manera, la película sería otra película. Si no lo hubiera hecho él, lo habrían hecho los otros, era un camino sin retorno. El odio llama al odio hasta el final? creo que hay que ser amable con todos, con todos, porque cada uno de nosotros libra su propia batalla.

Charo Alonso

Fotografía: Carmen Borrego