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Pablo Málaga asegura que “en Salamanca hay mucho teatro de calidad”
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ENTREVISTA

Pablo Málaga asegura que “en Salamanca hay mucho teatro de calidad”

Actualizado 09/08/2017
Charo Alonso

El actor y director teatral salmantino participa en la película 'El Pastor' que tendrá un pase especial este jueves en el cine Vialia

Charo Alonso: ¿Cómo preparasteis la escena final de 'El Pastor'?

Pablo Málaga: Fue una escena muy muy trabajada, con todos los elementos técnicos, una gran concentración interpretativa. La preparamos muchísimo.

-¿Te emocionaste?

-Si hombre, mucho. Mucho.

Pablo Málaga es uno de nuestros nombres de teatro, hombre de teatro, maestro de teatro. Verle en la película de Jonathan Cenzual Burley 'El Pastor' es como encontrarse con un buen amigo, con el rostro familiar que se nos hace indispensable, necesario. Hay algo en él de la convicción seria y concentrada de José Antonio Sayagués hablando de teatro, respetando es escenario que es en ambos, forma de vida.

-Mi personaje en la película es el de Pablo, un guardia civil de pueblo que es muy cercano, el que conoce a todo el mundo, el que sabe las miserias de todos. El mediador, el que no quiere ir a detener a un amigo y le dice que tenga cuidado con estos, que no son trigo limpio, el que media para que los conflictos se resuelvan. Ese es mi personaje.

-Le he insistido a Jonathan Cenzual que muestra un conocimiento increíble del mundo de los pueblos y sus personajes.

-La historia de avaricia que se cuenta está muy bien retratada. Yo vivo en San Cristóbal de la Cuesta y he observado ese boom de las inmobiliarias, esa presión sobre la gente para que vendiera sus casas. La película refleja de una manera muy viva y real lo que vivió la gente con el desarrollo urbanístico de esos pueblos.

-Miguel Martín, el protagonista, ha participado en varias películas como 'Celda 211'. ¿Tú has trabajado en el cine también o es tu primera experiencia?

-Yo trabajé en un corto con Chema de la Peña, excelente director.

-¿Es muy diferente trabajar en el cine para un hombre de teatro?

-Diferente totalmente. A la hora de la interpretación es lo mismo estés donde estés. Pero en el teatro es aquí y ahora, no hay más opciones, en el cine se da marcha atrás, se repite, hay más posibilidades.

-¿Cómo fue tu encuentro con el director, Jonathan Cenzual?

-Supe por Miguel que Jonathan estaban buscando actores salmantinos para hacer una película. Cuando le conocí me sorprendió muchísimo lo claro que lo tenía todo, lo disciplinado que era con sus ideas, con el texto. Yo tenía la idea de que en el cine había menos disciplina con el texto, cosa que a mí, como director teatral, sí me gusta. Jonathan nos dejó mucha libertad para la interpretación del papel, pero era exigente con el texto y con su idea de la historia. Y ha conseguido una fotografía preciosa, esa forma de llevarte a través de los paisajes a la trama?

-En ese comienzo de la película Miguel Martín está soberbio sin decir una sola palabra.

-Jonathan no podía haber elegido mejor, Miguel es el actor perfecto para hacer de Anselmo. Le aporta mucho, entre otras cosas ese aire un poco distante?

-¿Crees que tenemos que apoyar la película porque está rodada en Salamanca con actores salmantinos?

-Claro que no, hay que apoyarla porque es un trabajo bien hecho. Mucho, y yo estoy feliz de haber participado en ello.

-Tú eres un hombre de teatro.

-Cierto, tengo cinco grupos de teatro, uno en la Seguridad Social, otro en la Universidad de la Experiencia, en el instituto Mateo Hernández con los padres y madres, otro con los alumnos? y mi grupo más personal "Aforo completo". En unos trabajo de una forma más didáctica y en otros, más profesional.

-Tu texto en el libro de memorias de José Antonio Sayagués es muy hermoso. ¿Crees que los actores salmantinos necesitan ese empujón para salir fuera, hacer otros proyectos?

-Es una cuestión de suerte, de trabajo, de que alguien te vea y le guste lo que haces, te proponga algo y todo funcione. Es un mundo este tan en el aire que hace que gente con mucho talento y condiciones no llegue a un público más amplio. En el caso de José Antonio ha creado un personaje inolvidable en la televisión, y también en su caso se une el talento con un infinito trabajo.

-¿Te gustaría seguir trabajando en el cine, dar el salto a Madrid?

-No, a mí no me llama para nada, no es una cosa que a mí me llame la atención. Yo soy un hombre de teatro, claro que si Jonathan me dice que trabaje con él ahí voy, pero yo soy un hombre de teatro.

-¿Cómo está el panorama teatral en Salamanca?

-Pues tiene un problema, que hay espacios teatrales pero no están por entero a disposición de los grupos salmantinos. Deberían estar más abiertos para ensayar, para ofrecer obras. Se cerró el teatro de Caja Duero donde tantos grupos importantísimos actuaban y ahora habría que facilitar que haya espacios más abiertos para los grupos de Salamanca. En Salamanca hay mucho teatro de calidad, grandes actores y muy buenos directores, lo que no hay son buenos gestores.

-¿Quiénes han sido tus maestros de teatro?

-Yo tengo que reconocer a mis dos grandes maestros siempre, a José Antonio Sayagués y a Ángel González Quesada de los que he aprendido el oficio. Después están mis compañeros actores, Alfonso Mendi, Miguelón, Maribel? todos, todos los miembros de mis grupos con los que aprendo constantemente.

-Hablas de los actores que te acompañan en la película 'El Pastor'. ¿Cómo fue su pase en El Liceo?

-Fue como jugar en casa, fue como el preestreno de una obra de teatro, con tu familia, los amigos? Todo el mundo salió contento, sobrecogido? A mí me parece que el ritmo de la película es excepcional, ese final en el que yo imagino que Anselmo está a punto de pensárselo, de mover ficha? pero está esa conversación?

-¡No vamos a desvelar el final!

-Claro que no. Hay algo de esta película que quiero resaltar y es el guión tan literario que tiene, las historias paralelas que pueden seguirse, esa tensión entre algunos de los personajes tan sugerente. A nivel teatral, que es el mío, creo que hay escenas como muy lorquianas, esos símbolos, esa sugerencia, los objetos? personajes que se paran, que tiene esos gestos tan simbólicos?

-Estoy de acuerdo contigo. De ahí que digan que parece un wester, el personaje es épico, lleno de detalles significativos. Y esos cielos de auténtica pintura?

-Creo que Jonathan es un hombre de mundo y un hombre de raíces. Saber dónde están tus raíces y que puedes recurrir a ellas es muy importante para un artista: reconocer tus raíces y echar mano de ellas.

-¿Cuál es ahora tu proyecto teatral, Pablo?

-Una lectura dramatizada de Gabriel y Galán, un espectáculo teatral con su poesía que parte del trabajo que hay hicimos con José Antonio Sayagués y el Grupo Garufa. Lo estrenaremos el día 28 de septiembre en La Casa de Las Conchas.

-¿Cómo planteas tus actuaciones con tantos grupos teatrales?

-Trabajo como profesor de teatro haciendo talleres teatrales, me centro en el inicio, en el aprendizaje. Luego practicamos con espectáculos que trabajan lo que hemos visto en el taller. En el caso de los grupos más profesionales, buscamos obras de cierto calado. Este año hemos trabajado con los Entremeses de Cervantes, por ejemplo.

-Pablo, ¿practicaste para aprender a empuñar una pistola?

-No hizo falta, yo fui un niño que vio mucho cine en el Cine Fórum de los Salesianos, un joven que siguió viendo cine? No hizo ninguna falta. Ya sabía cómo.

Charo Alonso.

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