Los vecinos del Girón quieren la misa el Domingo del Señor

Las tradiciones religiosas son hitos importantes en el calendario anual. La cita religiosa más inmediata en Cantalapiedra es la novena a la Virgen del Carmen, promovida y organizada por esta cofradía, que la componen principalmente mujeres. El acontecimiento anterior fue la celebración del Domingo del Señor que contó con misa en la iglesia de Santa María del Castillo y procesión con bendición de altares hasta el barrio Girón. Esta última fiesta religiosa ha estado marcada por la desazón de los vecinos del barrio Girón que han lamentado que no se haya celebrado la misa desde el templete de su querida plaza triangular. Al menos desde el año 1984, en que por solicitud popular la comenzó a celebrar el entonces párroco, Hilario Almeida, y algún año previo, siendo párroco Gregorio Ramos, se ha celebrado misa en el barrio Girón con motivo del Domingo del Señor. Este año, la noticia de que no se iba a celebrar misa en el barrio Girón sentó como un jarro de agua fría en la localidad, y principalmente en este barrio, que data de la década de los 50. Principalmente las gentes de esta zona sienten esta pérdida y esperan que al año que viene se restablezca la tradición.

La procesión que si se realizó quedó relativamente insulsa al echarse en falta algunos altares de los más engalanados como el del Barrio de los Pozos y el de la calle de la Libertad o las Cuatro Calles. También la plaza del Girón estaba más vacía de lo habitual, debido a la ausencia de muchas personas que no estuvieron a modo de protesta. Los vecinos preparaban cada año con gran cariño la plaza y las calles, limpiandolas y engalanándolas para la celebración de la Eucaristía y para acoger al Santísimo Sacramento y la bendición. Era hasta el año pasado una celebración que atraía a Cantalapiedra a numerosas personas, sobre todo hijos de la villa y del barrio que con cariño participaban en una tradición de las más queridas de la localidad, por ello desde la localidad se espera que al año que viene se recupere y se siga celebrando una misa que al aire libre, estaba cobijada por el gran cariño de todo un barrio que había luchado por contar con esta Eucaristía como fiesta propia.