Crear confusión con ideas falsas es hoy un buen negocio debido a la falta de alfabetización de la Salud o Educación para la Salud, que hoy está bajo mínimos porque los profesionales de la Atención Primaria se han dedicado casi exclusivamente a diagnosticar para tratar con medicamentos todo, incluso síndromes que pueden cuestionarse su diagnóstico por la falta de pruebas específicas como pasa en el Síndrome de Hiperactividad y Déficits de atención (THDA).
La reforma que se inició en los años 80 persiguió instaurar cambios significativos en la Atención Primaria, como nivel asistencial que diese cobertura asistencial universal, fuese la puerta de entrada al Sistema Nacional de la Salud y, filtro frente a la Atención Hospitalaria. Esto se ha cumplido; pero el gran déficits viene dado porque no se ha asumido que este nivel es que atiende a sanos y a enfermos y, por tanto, es el nivel sanitario que debe asumir la Educación para la Salud y la Educación Sanitaria de la población para que los ciudadanos tomen decisiones saludables y, al menos no se dejen confundir y engañar por grupos de interés, que persiguen hacer negocio con la Salud, basándose en la falta de Educación Sanitaria.
Actualmente, cuando disfrutamos de un buen Sistema Sanitario, lo ciudadanos tienen problemas para gestionar sus problemas leves de Salud y, sus enfermedades más frecuentes y prevalentes porque todos los cuidados y atenciones se basan en medicamentos. A lo que hay que añadir, que generalmente no utilizan de manera racional, sino como un consumo más de esta sociedad consumista. Además, much@s ciudadanos tienen dificultades para dintinguir con nitidez entre lo que les conviene cuando están ante manipulaciones, noticias falsas y/o mentiras embaucadoras que sólo tienen un objetivo, hacer negocio.
En el ámbito de la Salud existe hoy mucho intrusismo, muchos charlatanes y, también algunos profesionales que con título oficial quieren hacer negocio negando las bondades del Método científico y de investigación, como es buscar explicaciones buscando información que dé respuestas a las incertidumbres y lagunas del conocimiento para seguir avanzando. La principal obligación ética de un científico es buscar la verdad para evitar el engaño, el fraude, el negocio y los efectos nocivos.
La Medicina como ciencia y, la Salud Pública como organización sanitaria han logrado cotas de progresos sanitarios nunca vistos en la Historia de la Humanidad. Hoy disfrutamos de agua potable, de sistemas de saneamiento, de vacunas que han erradicado enfermedades y que están controlando las enfermedades infecciosas, de medicamentos efectivos ante gran cantidad de enfermedades. Todo lo cual ha conllevado una expectativa de vida muy alta y, envejecimiento, al que se han aportado medidas rehabilitadoras que disminuyen y recuperan a los pacientes de las consecuencias de las enfermedades crónicas, como las discapacidades y, que mejoran su Bienestar y su Calidad de Vida
La Medicina, la Ciencia y la investigación sanitaria buscan la verdad a través del método científico para acabar con las incertidumbres, las deficiencias, los sesgos y los errores. Su fortaleza está en las características de la metodología, dado que se basa en una pregunta de investigación que da lugar a una hipótesis que se comprueba y se testa con pruebas para finalmente, tomar decisiones seguras y efectivas en los pacientes. Todo lo demás son pamplinas, falsedades e intereses: Y para aquellos que se dejan embaucar y engañar por los que aprovechan el campo social de las incertidumbres, del dolor y el sufrimiento, sólo hay una solución: comenzar a utilizar el cerebro, la razón y que confíen a pesar de su desconfianza, en la Medicina científica. Si no es así, que les den o Kelesden©, si necesitan un fármaco.
En resumen, el Sistema Sanitario español y sus profesionales deben ser conscientes que éste está soportando actualmente un excesivo con sobrediagnóstico y sobretratamiento poco justificado y, que está poniendo en difícil situación, por su insostenibilidad, a nuestro buen Sistema Sanitario.
En mi opinión, hay que poner freno al intrusismo, a los charlatanes, embaucadores y, a sus negocios, mejorado la Educativa Sanitaria de los pacientes como herramienta fundamental frente a las falsedades, las paranoias y mentiras que ponen en riesgo la Salud Pública española.
JAMCA
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