Pregón de las fiestas de San Juan a cargo del periodista Álvaro Rubio

¡Buenas noches Garcihernández!

Tengo que ser sincero y la verdad es que llevo varios días pensando en cómo iba a comenzar y en cómo me iba a sentir en este momento. Son esas sensaciones que a veces no tienen una explicación muy lógica: Afortunadamente puedo vivir de lo que me apasiona y lo que me apasiona es hablar para la gente ... transmitir emociones, a veces los sentimientos de otros y algunas los tuyos propios disfrazados de más o menos pasión con un micrófono como testigo necesario.

Como me temía, esto no tiene nada que ver con contar y llevar a cada casa, a cada coche, a cualquier residencia, a cada transistor, en definitiva, ? un partido de fútbol. No, nada tiene que ver cuando eres tú mismo el protagonista de la historia; aunque últimamente parece estar de moda ser el protagonista en esto de los medios de comunicación y es verdad que a todos nos gusta engordar nuestro ego de cuando en vez... pero los que contamos noticias no debemos ser nunca el centro de atención.

Es verdad que trabajo en la radio y eso va unido a un entrenamiento para superar esa barrera de la vergüenza y los nervios; pero mentiría si no dijese que estar ante mi gente, estar aquí subido delante de mi pueblo, la verdad es que hace que las piernas tengan un poquito de flojera.

Hoy soy un tipo enormemente feliz y se lo tengo que agradecer a mi pueblo. Así que, muchísimas gracias por darme esta oportunidad: Señor Alcalde, Señores Concejales, amigos del pueblo y a ti, don Vicente Del Bosque. Porque es complicado decir que no a sentirte la persona más especial y privilegiada de tu pueblo y, además, siendo apadrinado por el hombre que nos llevó, entre otros muchos y un poquito de cada uno de nosotros, porque es fútbol ... a ser campeones del mundo.

Seguramente hayas fruncido el ceño, o con ganas te has quedado. Porque si hay algo que toda España, y me atrevo decir que todo el mundo, alaba de ti, Vicente, y perdona que te vuelva a tutear, es que siempre has dejado claro que el balompié es otro factor más de la vida, importante para muchos, casi vital parece para otros, pero al fin y al cabo un factor más de la vida. No se puede hacer nunca un drama ante una derrota ni perder los papeles con una victoria. La grandeza del deporte es que en el 99,9% (yo diría simplemente 99%, lo otro quedaría muy largo) de los casos esto se puede extrapolar a la vida, se puede llevar a nuestro día a día.

También tengo que reconocer que han sido varios los que me han dicho que para qué me metía en este berenjenal. Pero seamos claros; a mí me gustan los retos, creo que tengo al mejor padrino que podría tener haciendo lo que hago y dedicándome a lo que me dedico. Por si fuera poco, es en mi pueblo, en mi casa y, además, desde un punto de vista egoísta estoy viendo feliz a los míos ... Y la verdad es que eso es lo que más satisfacción me hace sentir y es lo que me lleva a estar aquí delante de todos vosotros.

Me gustaría que al final de este ratito que hoy me permitís dedicaros os quedaseis con la sensación y el convencimiento que oportunidades así son como los regalos de los Reyes Magos, que es un momento cargado de ilusión ... así que os invito a que seáis partícipes de esta casi confesión en voz alta o de este pensamiento compartido con todo Garcihernández.

Y aquí estáis vosotros, los míos, los de verdad, los que lleváis mi sangre, o yo la a la vuestra para ser más correctos. Así que, gracias a ti, mamá, porque todos os habéis dado cuenta que cuando a una madre un niño le dice "mamá", y esto os lo digo a vosotras, a las madres que estáis aquí, no suena igual que cuando lo dice otro niño de la misma manera y eso mismo me pasa a mí. Mi nombre nunca suena más bonito que cuando lo pronuncia mi madre.

Gracias a ti, papá, y tranquilo, que no la voy a liar. Tú también te tienes que sentir orgulloso: nos has enseñado y dado todo lo que sabes de la mejor manera que sabes. Y, la verdad... mira, estoy siendo el progenero de las fiestas de mi pueblo: San Juan Bautista ... Parece que lo habéis hecho bastante bien.

Y a vosotros, Hermanos... os quiero. La realidad es que estoy aquí arriba porque trabajo en la radio y eso te lo debo a ti, amigo, Antonio Lorenzo Melgar, Toni. Gracias por permitirme romper las ondas cada mediodía para cargar con la responsabilidad, y ahora viviéndolo en primera persona, pedazo de responsabilidad, de permitirte el lujo de perder un trozo grande del tiempo de tu vida con el que peor lo hacía de todos. Creo que yo también fui tu reto así que muchas gracias, amigo.

Y hablando de radio: gracias a todos mis amigos de la Cadena Cope y, sobre todo, a mi familia de Tiempo de de Juego. Paco González, Pepe Domingo Castaño, Manolo Lama, Xuancar, Jorge Hevia, Pablete, Carlos, Javi ... y toda esa tropa que os contamos el deporte a diario.

No sé si os habéis dado cuenta, pero nuestro pueblo es el mejor. Menos cuando nos ponemos puñeteros, que también somos los mejores. No sé si tanto como para decir que es el mejor pueblo del mundo, aunque para mí sí, porque es el mío y basta. Somos pocos pero tenemos nuestro sitio para ir a comprar el pan, el lugar donde hacernos con un poco de fruta y es sencillo encontrar el sitio en el que tenemos un poco de todo para tirar en el día a día. La residencia aquí al lado, una iglesia preciosa, todas las calles asfaltadas, el regadío por aspersión, estamos a 30 km de Salamanca, nuestro propio pabellón ... Y la verdad es que la lista podría continuar ... paraos a pensar, sólo un segundo, la cantidad de pueblos que conocemos que no tienen ni los servicios básicos y nosotros tenemos un médico y una enfermera cada día. Es verdad que no nos vendría nada mal una piscina municipal, ahí le tiro el gancho Señor Alcalde ... piense qué ratitos y chapuzones nos íbamos a dar con este calor tan castellano.

Algo bastante más serio y real es que en el medio rural la sociedad es cada vez más anciana y la residencia, me da la sensación, que se nos puede quedar pequeña ... no sé si es el momento de empezar a plantearse algo, pero lo que tengo claro es que a mí me gustaría poder seguir disfrutando en mi pueblo cada día de mi vida.

Los parques y las zonas verdes, y no estoy pasando revista, ni mucho menos, que ahora están tanto de moda, he visto que van por buen camino ... pero sigo echando de menos ese rinconcito donde lo niños y los mayores puedan sentarse y tener a su disposición unos cuantos libros y poder disfrutar de unos pocos de ordenadores con conexión a internet.

No lo he dicho, pero somos unos auténticos privilegiados: seguimos teniendo abierta la escuela, nuestra propia escuela, y esto que sirva como invitación para que nuestros niños hagan posible poder seguir disfrutándola por otro montón de años. Bueno, los niños, los padres y los que estamos en edad de seguir fabricándolos ... Yo también me lo apunto, venga.

Sin embargo todo esto es apreciable para cualquier persona que se acerque hasta Garcihernández porque está a la vista de todos; pero solo los que somos de aquí nos damos cuenta de cómo huele al atardecer, a esta hora, en la carretera de la Serna. Para mí ese es el olor de mi pueblo. A la vez que el sol se esconde detrás de Matamala, el vapor del agua de los aspersores sobre la carretera, el calor seco de todo el día y la humedad del "Regato el Caño" hacen que ese olor solo se sólo sea posible en mi pueblo; que solo se respire en Garcihernández.

Echo de menos, y los agricultores me mataréis al decir esto, que a esta hora no estemos escuchando los motores de riego, me he criado con ello... qué le vamos a hacer ? y es mejor así. Pero lo extraño, igual que ya no escuchamos el croar de las ranas aquí al lado, en el río, o percibir el grillar de los grillos cuando nos tumbamos en el césped del parque del Hogar del Jubilado, porque eso, también lo tenemos.

Espero que nunca se pierda la costumbre de salir a la fresca con las sillas de estar en casa; disfruto cada vez que vengo en verano de seguir encontrándome con vosotros cuando vais de paseo hasta La Lurda, hasta la "carretera de las bombas", dando la vuelta por las banquetas del río cruzando por el puente viejo. Otra modalidad es ir sorteado con la bici a todos los que dais el paseo como excusa por las calles del pueblo para ir echando un 'parlao' con todos los que van saliendo al paso. Espero que esto nunca falte en mi pueblo. ¡Ah!, a los más pequeños que estáis por aquí tengo que deciros que ir a pescar cabezones al río o taponar la presa para que suba el agua y de la misma manera suban y salgan los cangrejos ... siempre ha sido algo como un deporte nacional en el pueblo para generaciones y generaciones ... Probad y ya veréis que es divertido. Además, ? igual hasta podéis llevar la cena a casa.

Podría contaros un poco de dónde venimos, de dónde nace Garcihernández, ? pero mirando hacia atrás recuerdo (a) muchos que saben más que yo y que han estado en este mismo sitio lugar...

Y me pasa un poco igual con la política, tan en boca de todos de unos años a esta parte; pero aquí, como con otras mil cosas, me sigue gustando la política callejera que se hace en mi pueblo. No es ni mucho menos despectivo, sino todo lo contrario; una política más cercana y más de boca a boca. Y mirad, si además sirve para volver a visitar a un vecino, a compartir una tajada de chorizo o simplemente preguntar cómo están todos en casa y como se encuentra la familia ... pues bienvenida sea.

Antes de acabar, y ya lo voy a hacer pronto porque si no las charras me van a matar con ese vestido aguantando este calor, admito que sí tengo una espinita clavada: llevo tiempo fuera, como todos sabéis, aunque no he dejado ni un segundo de saber qué pasa en mi pueblo cada día. Aquí está mi vida, de verdad, los míos y mis raíces para siempre. Pero cada vez que me voy me llevo la sensación de que parece que tenemos miedo a fardar del pueblo, de tirar entre todos para adelante de Garcihernández.

Tenemos un potencial tremendo: somos un montón de gente joven, y me incluyo, porque siempre voy a estar cuando mi pueblo me lo pida; hay un montón de niños, tenemos todo lo que podemos necesitar para ser grandes así que yo creo que esa cuerda para subir a la cumbre tiene todos los condicionantes para que nos agarremos a ella y hagamos de nuestro pueblo la envidia del resto ... Creedme, es posible y sería algo precioso. Así, a bote pronto, sólo tendríamos que cambiar una cosa. En vez de decir: si fulanito no lo hace, yo tampoco; digamos: si menganito lo hace, yo también. Vamos a intentarlo.

He dejado uno de los lugares de nuestro pueblo para el final porque para mí es el que más, posiblemente, me haya marcado: el frontón. Ese lugar en el que en un rato nos vamos a tomar nuestras copas, también para honrar a San Juan Bautista, que es el que nos reúne aquí, el mismo sitio que servirá para que algunos y algunas se descoyunten de cadera con los bailoteos, el lugar de encuentro con los amigos que vienen a vernos y reír desde otros pueblos, ese sitio donde se quedaba, y seguid haciéndolo por favor, después de acabar el cole y se estaba allí hasta que se encendían los focos del pueblo. Ése era el momento de volver a casa para hacer los deberes y las cuentas del cuadernillo de matemáticas que todos teníamos.

En el frontón hemos aprendido y seguimos haciéndolo ... un poco de todo. Ahí se han fraguado mil trastadas y se han visto los mejores gestos entre amigos, se han escuchado y se escuchan las broncas de las madres cuando iban a buscarnos porque era tarde ... Me parece que junto a la iglesia, que es donde está nuestro patrón, son el corazón de este pueblo. Lo que le ha hecho, y espero siga haciendo, latir durante muchos años y también en los venideros.

Es verdad que ahora también tenemos el pabellón ... pero el frontón tiene vida propia, amigos. Ahí yo canté mis primeros goles al ritmo de José María García, de "Butanito" ("Vivir Fortuna es, al rojo vivo, con el deportista"), jugando a centros y remates antes de las pachangas en las cálidas noches de Garcihernández. No se me ocurre mejor sitio para encontrarnos dentro de un rato y seguir compartiendo la vida con la excusa inigualable de que son las fiestas de nuestro pueblo, de que celebramos la festividad de San Juan Bautista, para tomarnos unos pocos de cubatas.

Que paséis unas fiestas a la altura de las mejores citas y os invito a que desempolvéis la bandera que dice: yo soy de Garcihernández para llevarla a cada sitio que vayamos.

¡Viva San Juan Bautista! ¡Viva Garcihernández!