En su discurso, con motivo de la fiesta de San Juan de Sahagún, defiende los valores democráticos, así como "el lenguaje moderado, de concordia y conciliación" que abanderaba Adolfo Suárez
El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ha defendido los valores democráticos en su discurso con motivo de la festividad del patrón, San Juan de Sahagún, que ha tenido lugar en la recepción realizada en la Casa Lis.
"Corresponde a esta Corporación Municipal la representación de los ciudadanos en el Ayuntamiento por designación democrática y todos los miembros debemos responder ante ellos con honestidad desde nuestra responsabilidad política", afirmaba para añadir: "Parafraseando a Adolfo Suárez, pertenezco por convicción y talante a una mayoría de ciudadanos que desea hablar con un lenguaje moderado, de concordia y conciliación".
El regidor municipal argumentaba que "es el diálogo y la búsqueda de entendimiento la fórmula para el progreso y el desarrollo en el que todos debemos participar pensando en las personas".
Finalmente, mencionaba los principales proyectos de esta legislatura y reconocía que en los dos años restantes de la misma queda mucho por hacer: "Salamanca es cosa de todos, facilitar la vida de las personas de Salamanca es cosa de todos".
Discurso del alcalde de Salamanca, en la recepción oficial de la fiesta de San Juan de Sahagún
Buenos días. Bienvenidos a esta recepción institucional con motivo de la festividad de nuestro patrón, San Juan de Sahagún.
Nos encontramos todos de nuevo en este acto tras el tradicional desfile desde la Casa Consistorial y la Misa oficiada en la Catedral por nuestro obispo don Carlos.
En nombre de la Corporación Municipal, agradezco la asistencia a las autoridades, a los representantes de del tejido social, económico, cultural y vecinal de la ciudad; y también a los medios de comunicación.
Agradezco también al director de la Casa lis, Pedro Pérez Castro, la cesión de este espacio, de este maravilloso museo, para la celebración de esta recepción un año más.
Coincide este acto con el ecuador de la legislatura, de la conformación de esta Corporación Municipal y del mandato de este equipo de Gobierno, elegido democráticamente en las elecciones de 2015.
He remarcado con toda la intención la elección democrática, la expresión libre de las personas de Salamanca.
Creo en el sistema democrático como marco de igualdad, de libertad, de pluralismo, de convivencia y también de respeto a los demás y a sus ideas.
Y creo en la democracia, con las garantías de la Constitución Española y de nuestro Estado de Derecho, como sistema que ha facilitado en los últimos años el desarrollo y el progreso de Salamanca, de Castilla y León, y de España.
Es tan imprescindible custodiar y lustrar nuestro sistema como insensato trivializarlo, banalizar preceptos y manosear conceptos a conveniencia.
Corresponde a esta Corporación Municipal la representación de los ciudadanos en el Ayuntamiento por designación democrática y todos los miembros debemos responder ante ellos con honestidad desde nuestra responsabilidad política.
Parafraseando a Adolfo Suárez, "pertenezco por convicción y talante a una mayoría de ciudadanos que desea hablar con un lenguaje moderado, de concordia y conciliación".
Ese es el espíritu que guía mi forma de actuar como alcalde de Salamanca y ese es el espíritu que demando a la sociedad salmantina y a las instituciones que la representan.
Es el diálogo y la búsqueda de entendimiento la fórmula para el progreso y el desarrollo en el que todos debemos participar pensando en las personas, en las salmantinas y en los salmantinos.
He recordado en este mismo lugar, en ocasiones anteriores, las enseñanzas de nuestro patrón, San Juan de Sahagún, ejemplo de paz y de entendimiento frente a la confrontación.
En esto es necesario la implicación y el esfuerzo de todos: instituciones, empresarios, trabajadores, asociaciones, familias? todos vamos dejando atrás los peores años de la crisis.
Los indicadores socieconómicos muestran mejorías notables que debemos interpretar con optimismo para seguir avanzando y conseguir que lleguen a todos.
Se presentan ante nosotros oportunidades y proyectos que deben animarnos a dar un impulso a Salamanca, a colaborar, con diálogo, con acuerdos y con iniciativa.
No me refiero sólo a grandes acontecimientos de carácter nacional como la celebración del Octavo Centenario de la Universidad de Salamanca, o a grandes proyectos como el Tormes+, de recuperación para la ciudad del río y su entorno, y que avanza según la tramitación prevista y marcada por Europa.
Hablo también de planes puestos sobre la mesa, o que se presentarán próximamente, y que están abiertos a la participación, como el de seguridad vial, el plan de empleo, el plan de regeneración urbana de los barrios, o el pacto sobre patrimonio.
Son medidas de calado que significarán un avance notable para generar oportunidades y para hacer la ciudad más habitable, más humana y más funcional.
Es fundamental también continuar con la ampliación de la red social, para ayudar a los que más lo necesitan, o para colectivos que requieren un apoyo específico, como las personas mayores o para atender a las víctimas de violencia de género con prevención, sensibilización y protección.
Y también para dar respuesta a los que requieren apoyo, especialmente los jóvenes, para acceder a una vivienda, para formar una familia o para conciliar la vida laboral y familiar.
Son medidas y planes en los que el Ayuntamiento está volcado y cuenta con la implicación de todos, con la de todos vosotros como representantes destacados del tejido social y económico, para impulsarlos y para sacar el máximo rendimiento.
Salamanca es cosa de todos, facilitar la vida de las personas de Salamanca es cosa de todos. Quedan dos años de legislatura a esta Corporación Municipal y mucho trabajo por hacer.
Dos años para cumplir nuestros compromisos con lealtad, con entendimiento, con respeto y con dedicación.
En definitiva, dos años para cumplir con nuestra obligación y para responder con eficacia al mandato de las salmantinas y de los salmantinos.
Antes de concluir, acabo ya, quiero desear una pronta recuperación a nuestros compañeros Pepita Mena y Josechu Zurro.
Y quiero, además, tener un recuerdo para Agustina Martín Santos, nuestra querida Tina, que no puede acompañarnos para celebrar este día de San Juan y a quien echamos de menos.
Por último, quiero recordar el heroísmo, la generosidad y la entrega de Ignacio Echeverría, que arriesgó su vida por defender a una mujer enfrentándose a los terroristas en Londres.
Muchas gracias a todos por asistir a esta recepción ofrecida por el Ayuntamiento de Salamanca.
Y ahora os pido que gritéis conmigo:
¡Viva San Juan de Sahagún! ¡Viva!
¡Viva Salamanca! ¡Viva!