La mayoría de la plantilla, que en esta Comunidad está formada por 670 personas después del último ERE, es también accionista de la entidad
Las provincias de León, Salamanca y Valladolid son, de las nueve de la comunidad autónoma, las que cuentan con mayor presencia del Banco Popular como consecuencia de las sucesivas absorciones del Banco de Castilla y el Banco Herrero.
En la actualidad, la red de la entidad que ha sido adquirida por el Banco Santander está formada por 141 oficinas en Castilla y León, después del cierre de 17 en el último expediente de regulación de empleo (ERE), en octubre de 2016. La plantilla la forman 670 empleados, tras una reducción de 210.
Inquietud por la reestructuración
Uno de los mayores problemas que según fuentes sindicales surgirán a medio plazo, cuando la dirección del Santander acometa la reorganización y eliminación de duplicidades, es que en la reciente reestructuración abandonaron el Popular los empleados de mayor edad, lo que dificultará la tarea de materializar un acuerdo de salidas no traumáticas. «Esperemos que no sigan destruyendo empleos mientras las oficinas están llenas por las tardes, con el personal haciendo horas extras que ni cotizan ni se pagan», señaló Jesús Vara, de UGT. «No entendemos cómo la Administración mira para otro lado».
También CC OO reclama un protocolo de garantías de empleo «que renuncie a la utilización de medidas traumáticas si existiese una reestructuración de plantilla y que preserve las condiciones laborales de los trabajadores de ambas entidades».
En cualquier caso, las bajas no serán inmediatas ya que, según explicaron las fuentes consultadas, en un principio el Popular seguirá funcionando con su marca como filial del Santander y será en una segunda fase, cuando se hayan integrado las plataformas tecnológicas, cuando comenzará la reestructuración.
Según la memoria del banco, de los 73.176 millones de euros en depósitos con que contaba al cierre del año pasado, 5.503,3 millones eran de clientes castellanos y leoneses, lo que representa el 7,5% del total del banco y el 8,4% del total depositado por los clientes de la comunidad en el conjunto de entidades, que asciende a 65.522 millones.
Presencia en Castilla y León
Se da la circunstancia de que mientras el volumen de depósitos del Popular descendió el año pasado el 7%, los de Castilla y León en particular siguieron el camino contrario y aumentaron el 1,4%. Castilla y León es la segunda comunidad en la que Popular tiene mayor volumen de negocio, tanto de crédito como de depósitos, según datos del propio banco de octubre de 2016. Su cifra de clientes en la región asciende a 380.000.
Según advirtió Jesús Vara, una gran mayoría de la plantilla suma, a la incertidumbre sobre lo que pueda suceder con su puesto de trabajo, la inquietud de haber perdido su inversión en Bolsa, ya que el banco insistió a todos para que colaborasen en sanear la entidad y acudiesen a las últimas ampliaciones de capital.
Por otro lado, el Santander, también después de la última reestructuración llevada a cabo el año pasado, posee en Castilla y León 1.100 empleados y 270 oficinas. «Nos preocupa en especial el medio rural -señaló Vara-. En Esguevillas cerró la oficina del Santander pero hay una del Popular. En Tudela de Duero ambas entidades tienen sucursales a veinte metros una de otra, una duplicidad que solo en el caso de Valladolid se da en nueve pueblos. ¿Qué va a suceder? En Zamora, el 60% de la población ya no tiene servicios bancarios en su lugar de residencia».
Juan Aller, que abandonó la plantilla del Popular en Valladolid a finales de 2016, se preguntaba ayer: «¿Cómo es posible que después de las dos ampliaciones de capital el banco acabe valiendo un euro? Éramos el referente, el mejor gestionado y el más rentable y nos metieron en el ladrillo tarde y mal. Cogíamos lo que ya nadie quería, es algo que resultaba evidente para cualquiera, salvo para los que decidían».