La amistad como valor... ¿existe aún?

Todos sabemos qué es la relación entre -como mínimo dos personas- que comparten, crecen y se conocen aceptándose mutuamente, con opiniones parecidas o distintas, con sus virtudes y sus defectos.

La amistad se basa en la confianza y el apoyo, ayudándose uno al otro en los momentos que sean necesarios. El origen de la amistad es siempre fruto del esfuerzo a través de poner todos los medios para lograrla y lo que puede requerir más dedicación, mantenerla.

No depende únicamente del contacto físico y diario, un amigo puede hablar con otro a cientos de kilómetros por teléfono, ayudarle en momentos difíciles, compartir alegrías, reír o llorar. Como resumen de la amistad y algunas de sus características principales son la confianza, lealtad, la sinceridad, el apoyo, la simpatía, el respeto, el aliento, la bondad, la devoción, empatía y amor. (RAE)

Tuve un amigo, hace años, y sin qué el supiera, pedí porque su trabajo fuera reconocido, y así fue, cada cierto tiempo guardando el orden de la empresa su colaboración era dada a conocer. Sé hizo importante, y desde esa importancia, lentamente fueron espaciándose nuestros encuentros, poco a poco la comunicación entre ambos se perdió casi por completo, hasta ser casi inexistente,. Las epístolas vía e-mail no eran contestadas, de todo aquello, solo mantenemos la relación por cortesía y educación. En alguna ocasión esperé "me gusta" no lo recibí, y de verdad que hace tiempo deseaba "esa palabra" como la más necesaria limosna para sobrevivir. O simplemente un correo interesándose por mí, pero ya no resultaba interesante mi amistad, lo deseado se había conseguido.

No hablo de prestar dinero, porque cuando lo hice y no recordaba haberlo hecho, ésta amistad me lo recordó, no hace muchos meses", ese es un amigo, me consulta sus inquietudes, me da ánimos cuando los necesito o él cree que estoy hambrienta de una palabra, sus correos son continuos, no acosantes.

Son dos ejemplos muy diferentes, uno es amigo, el otro/a era solo puntual, para medrar y medrado/a ya olvidó largas conversaciones telefónicas, algún favor incluso económico. Porque aquí sí lo recuerdo.

De esas personas puedo decir que, no merecen una línea y no se la voy a dar; lo que me costó y mucho, fue comprender como algunos individuos no soportan recibir favores. No se sienten agradecidos, sino todo lo contrario: detestan a la persona que ha prestado ayuda y cuanto más importante sea, más la intentan destruirla, cualquier medio es válido.

Hubo un gran cantante andaluz, y por encima de todo "filosofo de la vida" que un día de farra dijo:

La lengua es el peor de los cuchillos, un cuchillo mata a un hombre, la lengua mata el mundo

Estos que se dijeron amigos consideran una ofensa el que hayas tendido la mano, apoyar, la generosidad para ellos/as es humillación.

Desconfían de la dádiva dada de forma desinteresada. Es muy triste, ellos/as no son amigos de nadie, solo del "momento" y lo peor, ni de ellos mismos, el narcisismo les pierde.

Quizá algún día lo comprenda, de momento miraré con lupa, -o no-, mejor tender la mano a quien la pida, escuchar sus cuitas, porque puede ocurrir que por medir a todos con la misma medida, perdamos una amistad sincera, y ya sabemos que quien tiene un amigo, tiene un tesoro.

Cuidémosle y sintámonos agradecidos, procurando regar, sacar las malas hierbas que pueden crecer alrededor y estemos dispuestos las veinticuatro horas, la amistad no tiene horario de despacho.