En Castilla y León, donde los depósitos bancarios ascienden a 62.840 millones de euros, los fondos equivalen al 27,3%, casi seis puntos más que en el conjunto del país
La recuperación económica, sumada a los tipos de interés al 0%y la consiguiente dificultad para obtener rentabilidad en productos conservadores, más la positiva evolución de los mercados financieros en los últimos tiempos reman en la misma dirección para lanzar los resultados de los fondos de inversión, que por cuarto año consecutivo experimentaron en 2016 un notable aumento en su volumen de activos y registraron un crecimiento de más de 15.000 millones de euros. Esta evolución, del 7% con respecto a 2015 a nivel nacional, fue casi dos puntos mayor en el caso de Castilla y León, donde los 17.183 millones en patrimonio suponen 1.389 más que un año antes y un incremento anual del 8,8%.
El auge de la inversión colectiva ha permitido a los fondos situar su volumen de activos en un porcentaje superior al 21% del PIB nacional, es decir que ya representan más de la quinta parte de la generación de riqueza anual del país, según explicaron desde el Observatorio Inverco, foro de análisis de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones.
Mientras en las grandes economías europeas (Francia, Reino Unido y Alemania) la inversión en fondos supera el 50% de su Producto Interior Bruto, en España estos instrumentos de inversión «continúan teniendo recorrido como canalizadores de recursos a la financiación de la economía española». La inversión colectiva supone ya el 12,6% del ahorro total de las familias españolas, un porcentaje superior al de varios países europeos, pero la inversión institucional en fondos es en España sensiblemente inferior a la media europea.
Desde 2012, el patrimonio invertido por los ahorradores españoles en fondos se ha incrementado en casi diez puntos porcentuales de PIB (desde el 11,4% de 2012 al 21,1% de 2016). En cuatro comunidades autónomas (País Vasco, La Rioja, Navarra y Aragón), la inversión en fondos supone más de la tercera parte de su PIB. Además, otras tres (Castilla y León, Madrid y Cantabria) presentan un porcentaje de patrimonio invertido sobre su PIB regional superior a la media nacional.
En Castilla y León en concreto la progresión en el pasado reciente es espectacular. En 2014, la inversión en estos instrumentos representaba el 26% de la riqueza regional y un año después, el 29,5%. En 2016, con 17.183 millones invertidos en fondos y un PIB de 55.392 millones (según el INE), la relación alcanzó el 31%, la quinta más elevada de España.
Lo que, sin embargo, no convence al inversor castellano y leonés es la apuesta por las emociones bursátiles más intensas. La elevada volatilidad de los mercados en la primera parte de 2016 agudizó la aversión al riesgo de los partícipes, que incrementaron sus posiciones en fondos de perfil conservador, «revirtiendo ligeramente la tendencia mostrada en los tres años anteriores», explican las fuentes.
Sobre el riesgo que asumen los inversores, el observatorio explica que los fondos monetarios, renta fija, garantizados y de rentabilidad objetivo tienen un perfil de riesgo bajo y atraen el 51,1% del patrimonio de los castellanos y leoneses, frente al 51,8% de los españoles. Los mixtos/globales/retorno absoluto tienen un riesgo medio y copan el 41,2% en la región y 37,5% de media nacional. Los de renta variable son de riesgo alto y gestionan el 7,8% en la comunidad autónoma, frente a 10,7% de toda España. El porcentaje de inversores que optan por el alto riesgo en Castilla y León es el quinto menor de las autonomía, por detrás de los de Asturias (6,6%), Galicia (6,8%), Castilla -La Mancha (7%) y Andalucía (7,4%) y lejos del 13,8% de Madrid, o del 13% del País Vasco.
Rentabilidad del 1,14%
Tres comunidades concentran casi el 55% del ahorro acumulado en fondos de inversión: Madrid (25,6%), Cataluña (17,6%) y el País Vasco (11,6%). En cuarto lugar se sitúa Andalucía (7,4%) e inmediatamente después Castilla y León, con el 7,2%, bastante por encima del peso que tiene la región en el conjunto de la economía española.
«Los fondos de inversión desempeñan un papel determinante en la financiación y, por lo tanto, en el desarrollo de la economía española, tanto del sector privado como del sector público, actuando además como estabilizadores de los mercados en períodos de crisis, como el sufrido por las mayores economías mundiales en 2008 y en España hasta 2013», señalaron desde Inverco.
Lógicamente, también el número de cuentas de partícipes se incrementó el año pasado de forma sustancial, «lo que demuestra la elevada difusión que están consiguiendo los fondos de inversión entre la población española, impulsados por las positivas rentabilidades generadas en los últimos años». En 2016 se produjeron ganancias en 18 de las 23 variedades que cataloga la asociación, con rentabilidades superiores al 10%en el caso de los fondos de renta variable que invirtieron en EE UU y en los países emergentes. La media global del conjunto arrojó un beneficio del 1,14%.
El número de cuentas se incrementó en casi 572.000 España, lo que se traduce en el 7,4% más que el año anterior, por lo que la cifra total de cuentas de partícipes asciende ya hasta los 8,28 millones. De ellos, 652.973 son castellanas y leonesas, con un aumento anual de 35.312, o el 5,7%. Casi la mitad de las cuentas en fondos domésticos (47,2%) corresponde a partícipes que residen en Madrid, Cataluña o el País Vasco, cuando su población supone el 34,8% del total nacional.
Explica Inverco que estos registros se refieren a cuentas y que el crecimiento real de partícipes sería inferior, «debido a la gran utilización de la gestión discrecional de carteras en los últimos años, que asigna a cada partícipe varios fondos, y como consecuencia varias cuentas».
El activo financiero con mayor ponderación en las carteras de los ahorradores españoles continúa siendo el imbatible depósito bancario, que acumulaba 1,10 billones de euros a cierre del año pasado. No obstante, en los últimos cuatro años se ha producido una tendencia de consolidación de los fondos, que se han erigido como el instrumento financiero con mayor incremento de saldo en este periodo. De hecho, en estos cuatro años los españoles han duplicado las tenencias de fondos.
En 2016, la ponderación de los depósitos en la cartera de activos de las familias aumentó ligeramente con respecto a 2015 hasta el 38% del total (desde el 37,7%), si bien sigue por debajo del 43% de 2010.
Al igual que años anteriores, el aumento de los ahorros destinados a fondos de inversión en 2016 fue mayor que los destinados a depósitos. A nivel nacional, el importe acumulado por los partícipes en fondos supone ya el 21,4% del total de depósitos a final de 2016 (20% y 17,6% en 2015 y 2014, respectivamente, y casi duplicando el 11,4% de 2012).
En Castilla y León, donde los depósitos bancarios ascienden a 62.840 millones de euros, los fondos equivalen al 27,3%, casi seis puntos más que en el conjunto del país. En 2014 eran el 21,2%, con lo que el avance ha sido bastante mayor que la media. Mientras el año pasado, el volumen de activos en fondos creció el 8,8%, el de depósitos apenas progresó el 0,42%
En casi todas las comunidades se incrementó la proporción de fondos respecto a depósitos y destaca Navarra, donde el ahorro acumulado en los productos de inversión colectiva supone más del 40% del volumen de depósitos. Le siguen La Rioja, Aragón y el País Vasco, donde la inversión en fondos supone más del 35% de lo que se mantiene en depósitos.