La asociación subraya el desgaste de los sillares inferiores y la necesidad de preservar la imagen de la Virgen con el Niño
La Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio ha manifestado su preocupación por el estado de conservación que presenta la portada del Convento de las Dueñas (BIC). "Esta portada plateresca se encuentra muy desgastada en los sillares inferiores, como bien puede apreciarse en las pilastras dobles y en las ménsulas en las que se apoyan; en buena parte, esto es debido a las aguas pluviales", señalan desde la asociación.
La imagen de madera de la Virgen con el Niño (siglo XVI), que se encuentra resguardada en una hornacina del segundo cuerpo, "ha perdido el barnizado y posiblemente la capa de policromía, la acción de la palomina y de los diferentes agentes atmosféricos, entre otros tantos factores, han provocado pérdidas materiales, humedades, grietas repartidas por toda la superficie y otras deficiencias".
Dada la importancia de esa imagen, en el conjunto y en el entorno, "sería conveniente realizar una réplica que sustituya a la original, medida adoptada en otros bienes patrimoniales de esta región, y que la original sea custodiada en el propio convento". La asociación también considera que es necesario determinar el origen del desgaste de los sillares tallados de la portada y adoptar las medidas oportunas para evitar un mayor desgaste y mejorar su conservación. De igual forma la pintura mural de la hornacina, dado su frágil estado de conservación, requiere una consolidación.
Virgen con el Niño
Esta escultura, de tamaño natural y de soberbia factura, según diferentes investigadores podría corresponder al importante escultor Juan de Juni, sin poder contar con datos documentales que verifiquen esta filiación, destaca por su notoria calidad, tanto en la ejecución como en el modelado, delatando una mano audaz y de dilatada experiencia.
El investigador Manuel Gómez Moreno, entre 1901 y 1903, ya advertía en su obra Catálogo Monumental que esta imagen se encontraba "muy consumida por la intemperie". Actualmente, más de un siglo después de esta lúcida observación, su estado no ha hecho más que empeorar a pesar de haber sido restaurada a finales del siglo XX, según el historiador Julián Álvarez Villar.