Con los primeros saludos de una gran luna llena volvían a las calles con puntualidad inglesa las imágenes del Santo Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de las Lágrimas, protagonizando la primera noche de penitencia y devoción durante este Martes Santo.
Los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad de Cofradías anunciaban su salida de la Ermita del Humilladero pasadas las nueve de la noche para iniciar su peregrinar que les llevaría hasta la iglesia de San Luis, siempre arropados por el cariño y la devoción de cientos de personas, que abarrotaron el recorrido de principio a fin.
La procesión, que este año variaba su recorrido, mantuvo un solemne paso, solo roto por los rítmicos pasos de los costaleros y los sones musicales, siempre acompañados por el respeto del público, muestra del importante cariño que se mantiene en la ciudad sobre estas históricas tallas.
Y un año más, el momento de mayor s
obrecogimiento se producía a las puertas de su nuevo emplazamiento temporal. Tras una breve oración pronunciada por el párroco de la ciudad, Lauren Sevillano, los Hermanos de Carga del Santo Cristo introducían la imagen en el templo mediante una compleja maniobra que les obligaba a hacerlo prácticamente de rodillas, un momento de gran esfuerzo que culminaba con lágrimas y una sonora ovación de la multitud de personas que abarrotaron los alrededores del Templo.
El próximo acto se llevara a cabo a las doce de la noche del miércoles, siendo la Procesión de Penitencia, organizada por la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de su Madre la Santísima Virgen de la Misericordia, que dará su salida desde la iglesia parroquial San Miguel Arcángel y recorrerá las Plazas Agustín Martín Soler y Constitución, las calles Ricardo Soriano, Isabel la Católica, Carmen, Nuestra Señora, Honda, Plaza Santa Apolonia, Bebedero y finalizara nuevamente en la Parroquia.